¿Es posible contar con una propiedad privada en una zona declarada como área protegida por su función ecológica y defensiva del río Piraí? Un cartel demuestra que sí es posible. La inspección presencial organizada por el concejal de Comunidad Autonómica (C-A), Federico Morón, y la activista medioambiental, Sandra Quiroga, se truncó este miércoles al encontrarse con un enmallado que impedía la supervisión.
En el interior de la mencionada propiedad se observa una doble vía pavimentada, que "parece que se ha construido en tiempo de pandemia", y sin la licencia ambiental emitida por la Gobernación, denuncia Morón.
La limitada inspección realizada en el cordón ecológico mostró "un daño a gran escala" en el área, según Quiroga. La zona se encuentra parcelada, es notoria la tala de árboles e incluso se observan construcciones hechas de madera dentro de la zona de protección.
"En menos de 150 metros hay 16 dragas", dijo Morón. El problema de la extracción de áridos se replica a largo de toda la ribera del río Piraí.
Morón compromete la supervisión desde el Concejo Municipal. "(El alcalde) nos ha dado la mano al declarar pausa ambiental y que se hará una auditoría", indica en alusión a las declaraciones realizadas el martes por el burgomaestre Jhonny Fernández, quien hizo una inspección por el cordón ecológico junto a personeros del municipio, de la ABT y otras instituciones.
La activista Quiroga cuestiona la falta de intervención de las autoridades ante la explotación del cordón ecológico por particulares. Denuncia el incumplimiento de funciones por la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), que no ha actuado ante la tala de árboles. "Se trata de un área rural no urbanizable", puntualiza.
También critica a la Gobernación por no preservar el área protegida. Espera que, a partir de las denuncias, se pueda establecer las sanciones administrativas a los infractores.
Fotos y video de la inspección: Silvana Vincenti
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