Por: María José Parejas

“El historiador de Santa Cruz”, tiene su propia historia... Todo comenzó hace 80 años, el 28 de octubre de 1944 en Portachuelo, en una sencilla casa en la esquina de la plaza. Allí nació y vivió hasta los dos años, cuando sus padres decidieron irse a vivir a Santa Cruz de la Sierra, la ciudad que ama y custodia todos los días de su vida.

Este amor por su ciudad fue inculcado por sus padres. Su papá, Alcides Parejas Rivero, fue profesor de Educación Física y comerciante. Durante más de 50 años dirigió la librería “5 hermanos Parejas”, una de las pocas y primeras librerías de la ciudad; lugar donde el niño Alcides (o Juji, como le dicen sus familiares) tenía un rincón privilegiado para leer durante horas. Su madre, Delfina Moreno Parada, era comerciante y ama de casa. Además, en sus tiempos libres, dictaba clases de cocina. Fruto de ese trabajo y con ayuda de su hijo Alcides publicó el libro de cocina “Doña Piedades”; un best seller en Bolivia.

Parejas estudió la Primaria en la escuela Obispo Santisteban y la Secundaria en La Salle, destacándose como un excelente estudiante, con mucha afinidad por las artes y sobre todo muy devoto; al punto de que en algún momento pensó en convertirse en sacerdote.

Gracias a sus buenas calificaciones, cuando tenía 14 años, se fue por un año de intercambio a Estados Unidos; algo poco usual para la época. Vivió en Wisconsin, donde conoció el idioma y la nieve.

Ni bien llegó de su intercambio escolar, de donde salió bachiller, sus padres con un gran esfuerzo económico y emocional, lo mandaron a estudiar al extranjero; sus excelentes calificaciones lo merecían. Primero se fua a Córdoba (Argentina), donde durante un año estudió Ingeniería Civil. A pesar de que era buen alumno y le gustaba mucho la ciudad (donde afianzó su gusto por el cine), se dio cuenta de que no era lo suyo y con el apoyo de sus padres decidió irse a España. La idea era que en Pamplona continuara sus estudios de ingeniería, pero gracias al doctor Alberto Seleme Antelo se dio cuenta de que su vocación eran las humanidades. España y su amigo Alberto le abrieron los ojos y después de 10 años en tierras españolas regresó a Bolivia, no solo con un doctorado en Filosofía y Letra con especialidad en Historia de América; si no que además con todo un bagaje en artes escénicas, pues aprovechó a lo máximo para ver teatro, cine, conciertos y cuanta actividad cultural podía. Asimismo, y sobre todo, trajo en su maleta interior un gran aprendizaje espiritual. En España se acercó al Opus Dei. Fue activo en muchos movimientos católicos y conoció personalmente a San Josemaría Escrivá de Balaguer. Volvió a nacer en él la idea del adolescente que quería dedicarse al sacerdocio, pero la vida y Dios le tenían preparado otro camino.

Bolivia otra vez

Como en Santa Cruz no existía (no existe hasta hoy) la carrera de Historia, al regresar a Bolivia decidió probar suerte en La Paz. Le costó mucho hacerse campo, pero gracias a buenas conexiones, que con el tiempo se convirtieron en amistades, logró asentarse en la UMSA. Primero fue catedrático, luego Director de Extensión Cultural, Director de la Carrera de Historia e incluso llegó a ser Secretario General de la universidad más importante de la época.

Desde esos puestos pudo darse cuenta de la necesidad de tener textos escolares que hablen del Oriente de Bolivia, es por eso que decidió publicar un conjunto de libros para colegio: “Historia del Hombre”, textos que cumplen cinco décadas y siguen siendo base de la educación en el país.

La Paz cambió la vida del cruceño, pues allí conoció al amor de su vida: Carola Muñoz Reyes. Después de pocos meses de noviazgo se casaron. En 1979 cuando la joven pareja ya tenía dos hijas se fue por un año a vivir al Japón.  Parejas  obtuvo una beca para investigar la migración de japoneses a Bolivia. El viaje fue muy provechoso, tuvieron actividades muy importantes a nivel embajadas, incluso llegaron a estar con Jorge Luis Borges. Aprovecharon el viaje también para conocer otros países de Asia y Europa, pues una de las pasiones del historiador es viajar: “ver el mundo para poder entenderlo”.

ALCIDES PAREJAS

Hace 51 años se casó en La Paz con Carola Muñoz Reyes. Él era su profesor

Ahora, Santa Cruz

De vuelta a Bolivia en 1980, y con la UMSA cerrada por la situación política, Parejas tomó la decisión de retornar a sus raíces. Junto a su pequeña familia regresó a Santa Cruz de la Sierra para trabajar en una empresa familiar que sus hermanos habían montado; desde entonces y hasta su jubilación trabajó junto a sus hermanos, quienes son visionarios empresarios. Ya en Santa Cruz de la Sierra, Alcides y Carola tuvieron seis hijos y hasta la fecha tienen cinco nietos.

Paralelo a su trabajo en la empresa familiar se dedicó a la docencia y empezó a dar clases en el colegio Alemán, el colegio Franco y en la UPSA. Además, comenzó su carrera de gestor cultural, siendo parte del directorio de la Casa de la Cultura.

Pasión por la cultura

Estuvo 10 años en el directorio de la casa cultural de Santa Cruz, donde se destacó en la organización del Festival “Sombrero ´e Saó”, entre otras actividades. A finales de los 80 e inspirado en don Plácido Molina Barbery, quien no se cansaba de repetir que las antiguas misiones jesuíticas de Chiquitos constituyen unas de las principales riquezas del patrimonio cultural regional y nacional; Alcides Parejas Moreno se propuso hacer las gestiones para que la zona de Chiquitos se convierta en Patrimonio de la Humanidad. Trabajó junto al arquitecto Virgilio Suárez, una vez preparado debidamente el dossier y con alguna guía de las autoridades de turno, solventó todo con sus propios recursos para que los documentos lleguen a destino.

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Con el nombramiento de Chiquitos como Patrimonio de la Humanidad, la Chiquitania tuvo ilustres visitas y Alcides Parejas muchas veces hizo de guía cultural. En la foto con la reina Sofía de España.


En 1990 la Unesco otorgó el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad a seis pueblos de Chiquitos como “pueblos vivos”, ya que a diferencia de otros antiguos pueblos jesuíticos de los que solo quedan ruinas, en Chiquitos se conservan sus bellas iglesias, las partituras musicales, sus costumbres, vestimentas, fiestas, ceremonias, fabricación de instrumentos y en muchos de ellos la tradición musical. Estos pueblos son San Xavier, Concepción, Santa Ana, San Rafael, San Miguel y San José de Chiquitos. Este hito en la historia de Bolivia se logró, sin duda, gracias al empeño, esfuerzo y trabajo de  Parejas ¡El mundo conoce más a Chiquitos gracias a nuestro historiador!

A pesar del nombramiento, se sentía la necesidad de que esta declaratoria no quede en el aire. Casualmente durante el proceso de restauración de los templos jesuíticos de estas misiones se descubrió una riqueza musical de gran magnitud. Con el nombramiento y este descubrimiento, el gestor cultural Marcelo Araúz, por insinuación de una musicóloga colombiana, invitó a Alcides Parejas y a otros pioneros a organizar un festival de música sacra en Chiquitos. En 1996 se creó el Primer Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos”, y con ello la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), que lo avalaba. Alcides Parejas Moreno fue presidente de APAC durante sus 10 primeros años, y en su gestión también se creó el Festival Internacional de Teatro “Santa Cruz de la Sierra”. Estos festivales son los eventos culturales más grandes y más importantes de Bolivia.

Parejas le dio un impulso internacional a la cultura chiquitana y al teatro boliviano, gracias a este trabajo fue reconocido como: Hijo Predilecto de Santa Cruz, Premio Nacional a la Gestión Cultural “Gunnar Mendoza”, Premio Nacional de Cultura de la Fundación Manuel Vicente Ballivián, Condecoración Cruz de la Orden del Capitán Ñuflo de Chávez del Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra, Honoris Causa por la UPSA, entre otras importantes distinciones.

ALCIDES PAREJAS

​Tuvo seis hijos y actualmente tiene cinco nietos. Es pilar de una familia cruceña muy tradicional.

Los libros

Paralelamente a sus obras en gestión cultural Alcides Parejas Moreno se fue convirtiendo en un referente de la opinión pública. Los medios de comunicación lo buscan frecuentemente para analizar la realidad local y nacional y tenía columnas de opinión en diferentes diarios. 

El 2008 Parejas comenzó su carrera literaria, si bien ya había publicado libros sobre investigación y textos escolares, empezó a escribir novelas inspiradas en Santa Cruz. Hasta la fecha lleva 11 historias ficticias publicadas y sin proponérselo sus libros han captado la atención de los adolescentes, convirtiéndose en parte del plan lector de los colegios de todo Bolivia. Cabe resaltar entre sus producciones literarias la novela “La francesita”, que tiene una saga y fue llevada al teatro, gracias a su amigo René Hohenstein; incluso llegó a las tablas en Argentina.

Parejas ama apasionadamente a Santa Cruz y contagia ese amor enseñando sobre su tierra desde sus novelas. Como dijo una vez la analista Susana Seleme Antelo: “Alcides Parejas evoca y convoca emociones, pues describe la construcción de la identidad regional desde la historia, la funde con la ficción, entre pasados y presentes, contextos históricos cercanos y lejanos mediante una prosa que fluye sin altibajos, cargada de impactos amorosos, políticos, tradiciones y localismos y donde se puede leer entre líneas lo que él siempre repite: somos bolivianos porque nos da la gana”.

Un legado

Y es que cada una de las actividades, publicaciones y entrevistas que ha dado Alcides Parejas Moreno a lo largo de su vida se puede resumir en tres palabras: “¡Primero Santa Cruz!”.  “Para amar al resto primero hay que amar lo que es de uno”, repite siempre. Su legado, es sin duda, un acto de amor por su tierra. Su respeto y pasión por Santa Cruz lo convierten (como dijo el poeta Ruber Carvalho Urey) en “el historiador de Santa Cruz”.

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