Este miércoles, la justicia ordenó la reclusión preventiva en la cárcel de Palmasola, por el lapso de 180 días, para dos funcionarios de Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol), porque supuestamente están vinculados al caso "narcovuelo", donde se investiga el envío de 478 kilos de cocaína en España, desde el aeropuerto internacional Viru Viru de Santa Cruz.

"A los investigados se los ha imputado por los delitos de tráfico de sustancias controladas, asociación delictuosa y confabulación. Se pidió en la audiencia la detención por 180 días en Palmasola", informó Julio Cesar Porras, fiscal de la comisión que investiga el caso narcovuelo.

Porras señaló que ambos investigados habrían ocultado las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto, a fin de obstaculizar las investigaciones y no poner en evidencia a quienes estuvieron implicados en el tráfico de las casi media toneladas de droga.

Recordó que, durante las investigaciones de largo aliento, que se realizan desde el año pasado, unas 30 personas se encuentran en calidad de investigadas, algunas continúan en la cárcel y otras con detención domiciliaria.

La droga llegó a España

Registros de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y la Fiscalía de Sustancias Controladas establecieron que el caso se remonta a febrero de 2023, cuando un avión de BoA aterrizó en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Tras una revisión practicada por personal de aduanas se descubrió un cargamento de 478 kilos de cocaína de alta pureza. El hallazgo se conoció de manera oficial en Bolivia en junio.

El hecho derivó en la aprehensión de 20 personas procesadas por tráfico de sustancias controladas. Al momento solo dos ciudadanos permanecen detenidos en el penal de Palmasola y el resto se defiende en libertad.

En España, tras meses de investigación, se pudo identificar a los dos empleados responsables de extraer la droga del aeropuerto de Barajas, aprovechando su oficio en una empresa que trabaja en el lugar. 

Además, se constató que ambos transportaban la droga en un camión hasta un restaurante cercano a las instalaciones aeroportuarias, donde la escondían con la complicidad del dueño del local, según el reporte final de las investigaciones emitido en mayo.

Así, los agentes españoles localizaron a los receptores de estos envíos de droga: el dueño del citado restaurante, que lideraba el grupo organizado, y un colaborador suyo, un empresario afincado en Fuenlabrada (Madrid), que se encargaba de la distribución de la droga a diferentes organizaciones dedicadas al tráfico de drogas.

Camuflada en “ropa sucia”, la droga era enviada a España en vuelos comerciales que salieron de aeropuertos de Bolivia y Ecuador. Uno de ellos —que despegó desde Viru Viru— transportó “454 kilos clorhidrato de cocaína” hasta Barajas, la terminal aérea de Madrid. 

Esa “ha sido la mayor incautación de cocaína, hasta la fecha en nuestro país, oculta en equipajes en un avión de pasajeros”, señala el informe publicado este viernes 31 de mayo por el Ministerio del Interior de España y que da cuenta de cuatro operativos ejecutados desde 2023 para escalecer este hecho.

Los resultados iniciales de las pesquisas señalaron que había la posibilidad que la droga fue fabricada en área rural de Cochabamba y embarcada al avión del aeropuerto Jorge Wilstermann. Además, que Viru Viru de Santa Cruz fue usado como tránsito.

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