Los familiares de Herminia Rojas Sejas, de 75 años, piden a las autoridades dictar la pena máxima para Pablo Escudero Rojas, por haber acabado con la vida de su propia madre, propinándole 13 puñaladas en su cuerpo, presuntamente por motivos económicos.

Maruja Guarachi, sobrina de la víctima, quien vive al lado del domicilio de la mujer asesinada, indicó que no pudieron socorrer a la mujer, pues ésta ya había sido salvajemente atacada a sangre fría por el hijo.

"No logré salvarla, estaba pegado por dentro (la casa), no se podía entrar. Cuando llegó la Policía y la ambulancia, ya era muy tarde, ya estaba sin vida. No sé cuál fue el motivo, pero pedimos justicia y la pena máxima. Que se quede en la cárcel, no merece salir de ahí", expresó Guarachi.

Señala que Herminia había llegado una noche antes a Santa Cruz, para ver los avances de la obra en su domicilio ubicado entre el tercer y cuarto anillo de la avenida Piraí.

"Ella llegó de Cochabamba porque estaba haciendo construir. Con su hijo he hablado solo una vez, pero no solíamos hablar con él, con ella sí, es mi tía. Ella venía unos 10 días, 15 días o un mes, porque estaba haciendo su casa, pero vivía en Cochabamba", explica.

Nadie imaginó que la visita de Herminia en Santa Cruz sea su última vez. Su hijo, Pablo Escudero Rojas, de 35 años, la atacó con un palo y le propinó 13 puñaladas.

El salvaje ataque fue frenado luego de que éste fuera encontrado en flagrancia por los vecinos que se acercaron a la casa al escuchar los gritos de auxilio de la mujer; sin embargo, desafortunadamente la víctima no resistió y perdió la vida.

Herminia tenía varios hijos, algunos llegarán este jueves a la capital cruceña para trasladar su cuerpo a Cochabamba t darle su cristiana sepultura.

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