José Germán Sánchez (55) ya está sintiendo los efectos de la saturación de los hospitales de tercer nivel

A las ocho de la mañana, ya en estado de inconsciencia, sus familiares lo trasladaron en servicio privado de ambulancia al hospital El Bajío, donde ni siquiera lo dejaron bajar para valorarlo, según informó su sobrina, Mónica Mosiaro.

Posteriormente se dirigieron al hospital Japonés, donde tampoco le dieron cabida. "Ahí nos dijeron están los domos, equipados con tecnología de punta, pero que no hay personal médico, porque están esperando la contratación", dijo la sobrina.

Sin saber qué hacer y sin posibilidades de seguir pagando ambulancia privada, se fueron a casa del enfermo. La familia se movilizó para conseguir una referencia del centro Elvira Wunderlich, pero se la negaron, "por falta de espacio", agregó Mosiaro.

También se comunicaron con los números de emergencia del COEM, Mosiaro dice que les mandaron la ambulancia de Sisme, pero que no servía de mucho, ya que por casi dos horas estuvo estacionada afuera de la casa, buscando una cama para el paciente, que ya presentaba glicemia de 40 y 8 en la escala de Glasgow.

El hombre tiene enfermedades de base, en diciembre estuvo internado en El Bajío, pero lo "despacharon" debido al riesgo de contagio de Covid-19, y estuvo en su hogar desde la Nochebuena. Sin embargo, la familia le hizo una serie de análisis a solicitud de un médico a domicilio, y salió positivo a Covid-19.

"No sabemos cómo se contagió, si en El Bajío, porque no le hicieron prueba al salir, o con el personal que vino a atenderlo a la casa, porque nosotros, sus familiares, no tenemos coronavirus", dijo la sobrina.

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