PAÍS
Despiden a las universitarias potosinas muertas en atentado en la universidad
El entierro se realizó en el cementerio general de la capital potosina
Este domingo, monseñor Sergio Gualberti, aprovechó la homilía para llamar a la paz.
"Ante nuestros ojos en estos días están las crueles y brutales imágenes de las víctimas de las guerras en países como Ucrania y el emirato de lo Yemen, pero también de las divisiones, las peleas y los enfrentamientos en nuestro país", dijo especificando los casos de las cuatro jóvenes muertas en la Universidad Tomás Frías de Potosí, y los dos campesinos fallecidos en Tinguipaya, "todos víctimas de una lucha por privilegios y el poder".
Gualberti reflexionó, además, sobre cuándo la sociedad se convencerá de que solo a través del diálogo abierto y sincero y de la concertación se solucionan los problemas. "¡Basta de violencia, odio y rencores! No echemos a perder el don de la paz que el Señor nos ha dado", exhortó.
Del mismo modo, pidió a cada uno convertirse en constructor de paz verdadera, comenzando por la familia y en todos los ámbitos, pero sobre todo que esa paz se cimiente sobre el respeto y la sacralidad de toda persona y de la vida, sobre los auténticos valores humanos y cristianos de la libertad, la verdad, el amor, la justicia y la solidaridad.
"Pongamos todos nuestros esfuerzos, para que el don de la paz, dé frutos abundantes y duraderos de armonía y bienestar para nuestro país y el mundo entero", finalizó.