Tres grandes incendios que se registran en el departamento de Santa Cruz preocupan a las autoridades que ven cómo se deben dividir los esfuerzos para desplazar bomberos y personal capacitado a los tres frentes activos. Los incendios de San Matías y Roboré no logran ser controlados desde hace dos semanas mientras que desde el lunes se activó un tercer incendio en San Ignacio de Velasco.

La secretaria de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación, Alejandra Sandóval, explica las diferentes características que tiene cada una de las emergencias. En todos los casos las condiciones climáticas desfavorables, como los fuertes vientos y la sequía, facilitan el avance de las llamas.

Desde la noche del lunes, San Ignacio de Velasco se ha movilizado para controlar y sofocar un incendio forestal que se produjo en la frontera con la provincia Ángel Sandóval. 

Sandóval destacó el trabajo del personal de emergencia del municipio ignaciano, así como de voluntarios del grupo SAR y de militares del regimiento Warnes. Dijo que, como Gobernación, están destinando una brigada de bomberos para reforzar al equipo de personas que combaten el fuego.

Los bomberos implementan las estrategias que frenen el avance del fuego. En el caso de San Matías, la falta de maquinaria pesada para atender los más de 15 kilómetros de frente dificulta la labor de control. En la zona opera el equipo provincial del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam), en una labor conjunta con los tres niveles de gobierno.

El incendio forestal de Roboré preocupa por el riesgo en que se encuentran diversas comunidades amenazadas por las llamas.

Sandóval aguarda el informe de la ABT para conocer el origen de los incendios y las acciones legales que se derivarían de dicho informe. Hasta ahora son más de 200.000 las hectáreas afectadas por los incendios forestales.

Incendio en Cotoca

La noche de este martes, un incendio en la zona de Guapilo, sobre el kilometro 8 de la carretera a Cotoca, movilizó a bomberos municipales, policiales y voluntarios para contener las llamas que amenazaban a una fábrica de plástico y algunas casas cercanas.

Vecinos de la zona aseguran que el incendio se evidenció sobre las 16:00 horas y avanzó de manera rápida impulsado por los fuertes vientos. La ayuda de los propios vecinos que acarreaban agua desde un pozo cercano y la participación de varias unidades de bomberos logró contener las llamas antes de que dañara las viviendas.

La zona quemada tiene una extensión de entre 3 y 4 hectáreas.

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