Con un discurso que aboga por la unidad, la renovación y un cambio en la economía del país, Vicente Cuéllar abrió su casa de campaña en el distrito 11 (zona central) de la capital cruceña, la noche del lunes 9 de diciembre.

Si bien los comicios nacionales están programados para agosto de 2025 y la contienda electoral no ha empezado oficialmente, en la práctica varios "precandidatos" ya llevan semanas de trabajo de campo para ganar adeptos a sus filas.

“No va a haber impunidad ni perdón para aquellos que cometieron el fraude el año 2019. No va a haber perdón para aquellos que engañaron al pueblo boliviano con el 21 F. Vamos a devolverle la confianza al pueblo boliviano con una justicia independiente y transparente”, fue una de las promesas que hizo Cuéllar, precandidato a la presidencia de Bolivia.

Si bien al inicio se centró en el área económica, también se refirió a la justicia y a la necesidad de transparencia, por lo que ofreció 30 años de cárcel para administradores de justicia corruptos, para violadores y para avasalladores de tierras.

“(...) 30 años para los avasalladores. Para los avasalladores vamos a cambiar las leyes, y los vamos a procesar como delito de terrorismo, porque eso es lo que son, aquellos que están destruyendo el aparato productivo en este país. Aquellos avasalladores que vienen a generar inseguridad en el pueblo boliviano”, manifestó Cuéllar, ante los vítores de su público.

Cuéllar se describió como “una persona que se parece a ustedes” y dio ejemplos de trabajos  en los que desempeñó antes de ser docente universitario.

“Quien les habla se parece a ustedes; quien les habla viene de abajo y no me avergüenza haber sido ayudante de albañil, haber atendido una tienda en La Ramada; pero Dios ha guiado mis pasos y me ha dado la posibilidad de estar aquí, junto a ustedes para construir una nueva Bolivia, que devuelva el progreso y el bienestar a todos los bolivianos”, expresó.

Propuestas

En su visión de país: “Vamos a construir una nueva Bolivia, que nos devuelva la fe, la esperanza en la democracia y la libertad a todos los bolivianos”.

Para Cuéllar las cosas son claras: “La opción es una sola, o nos quedamos anclados en el pasado, o nos unimos para construir una nueva Bolivia, que genere oportunidades para todos los bolivianos. Y esa es la opción la única opción para superar la crisis”.

Dentro de sus propuestas económicas, Cuéllar mencionó la necesidad de “achicar” el Estado, lo que implica cerrar seis ministerios, de modo que solo queden 10. Según dijo, ello conllevará a un ahorro de Bs 6 mil millones. Eso sí, prometió a los jóvenes crear el Ministerio de Emprendimiento, que dotará de capital semilla a los jóvenes para que puedan “materializar sus ideas”.

Otra forma de ahorrar, en la propuesta de Cuéllar, es la de cerrar 24 empresas estatales deficitarias, de acuerdo con su cálculo ello significará un ahorro de Bs 8 mil millones.

Pero también habló de reducir la cantidad de parlamentarios de la Asamblea Legislativa Plurinacional, de 130 a 70 diputados, que además solo serán uninominales. “No hacen nada por su región”, justificó, y los acusó de hacer campaña y estar al “servicio del gobierno de turno”.

En cuando a los funcionarios públicos, Cuéllar abogó por la meritocracia para que los puestos sean ocupados por personas idóneas, las que, además, deberán poner en garantía todos sus bienes antes de asumir su puesto, esto con el fin de evitar conductas antiéticas y delictivas; para que sean funcionarios transparentes y no corruptos ni ladrones.

“Vamos a liberar a todos los presos políticos, vamos a abrir nuestra frontera para que vuelvan a su país todos los exiliados políticos, para que tengan la posibilidad de abrazarse con sus seres queridos, vivir en una patria con democracia, con libertad y vivir de manera libre”, fue otro de sus compromisos, en el caso de que asumiera la presidencia.

Añadió que jamás se perseguirán a las personas por pensar diferente.

Por otro lado, Cuéllar habló de retomar la autonomía, de modo que cada región pueda planificar cómo usar sus recursos, de acuerdo con sus necesidades. Y en el aspecto exterior, señaló que buscar establecer una nueva relación de Bolivia con el mundo, que vaya más allá de la ideología política, y que repare en las relaciones comerciales y diplomáticas que favorezcan a Bolivia, por ejemplo, con inversiones.

Finalmente, Vicente Cuéllar les habló directamente a los jóvenes, a quienes invitó a seguirlo, y les dijo que él conocía cómo pensaban y cuáles eran sus sueños, dada su cercanía con la comunidad universitaria. A ellos les pidió también ser un puente entre él y sus familias, en búsqueda de su apoyo, si bien aseguró que, en su recorrido por el país, logró concentrar una estructura nacional para su partido, Cambio 25.

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