Con voluntad y un deseo enrome de ayudar, un grupo de ciudadanos civiles se organizó para enviar una avioneta a la Chiquitania y colaborar en las tareas de lucha contra los incendios forestales que afectan a esta región del departamento.

La iniciativa surge de Gustavo Castro y Jorge Atala, dos jóvenes que ni siquiera se conocían, más allá de algunas conversaciones por teléfono. Ambos coordinaron e hicieron las gestiones para que una aeronave de la empresa, AgroSpray, pueda llegar a San José y actuar como un fumigador desde el cielo para apagar las llamas.

"Necesitamos avionetas de riego o fumigación. No tenemos el 'aviosango' ese (avión bombero Supertanker),  pero tenemos avionetas pequeñas; si unimos sus fuerzas podemos ayudar para apagar el fuego", dijo Castro a EL DEBER.

De momento están a la espera de una aprobación de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para sumar más aeronaves. "Hay otras avionetas (disponibles) pero se necesita de ciertos permisos para poder operar. Esa burocracia hace que, como civiles, no podamos agilizar esto", indicó.

Castro también recalcó que la logística para organizarse debe ser individual, "no esperar canalizar las cosas" a través de terceros porque "si nosotros pudimos, cualquier otro ciudadano lo puede hacer".

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