Fue idea de Evo Morales y la alentó Álvaro García Linera. En una de las reuniones de gabinete celebradas en agosto, el jefe de Estado lanzó la sugerencia que para muchos de sus colaboradores fue una instrucción: los ministros  deben someterse a una revisión médica, sobre todo el entorno del mandatario.

Y es que el presidente no quiere más angustias, como la que sufrió el 25 de junio, cuando el entonces ministro de Hacienda, Luis Arce Catacora, anunció, inesperadamente, su renuncia al gabinete por razones de salud. Actualmente se somete a un tratamiento médico para combatir un tumor.     

El ministro de la Presidencia, René Martínez, admite que es ‘imposible’ igualar el ritmo laboral de Evo, lo que provoca un desgaste en la salud de varios de sus estrechos colaboradores. 

“Tuvimos que recibir atenciones de salud porque esas jornadas son muy duras”, reconoce Martínez. 

Hasta ahora cuatro ministros pasaron por un riguroso chequeo médico en la clínica del Colaborador, que es atendida por médicos cubanos. Reymi Ferreira, de Defensa; Carlos Romero, de Gobierno; Roberto Aguilar, de Educación, y el propio Martínez. La revisión tiene el objetivo de detectar  enfermedades y aplicar su debido tratamiento para evitar complicaciones. 

La revisión se enfoca en estudios bioquímicos, como la medición de colesterol, calcio, triglicéridos, albúmina, glucosa y ácido úrico. Además, los ministros son sometidos a análisis de hemograma, orina, radiografía de tórax, ecografía abdominal y un test de esfuerzo, que es un examen para evaluar la condición cardiovascular.  

Evo, preocupado
En la mencionada reunión de gabinete, Evo miró a sus ministros y les consultó cómo andaban de salud. Muchos bajaron la cabeza y pocos respondieron afirmativamente. De inmediato surgió la idea-orden para que accedan a una revisión médica, que al rato fue avalada por el vicepresidente.     

El primero fue Martínez, quien arrastra problemas de salud por un cuadro de estrés. El ministro de la Presidencia señala que es el precio que se debe pagar por acompañar la gestión de Morales. “Los resultados son buenos, y eso nos motiva”, dice Martínez. 

El caso del ministro de Educación, Roberto Aguilar, es uno de los que más preocupa a Morales. Es casi un misterio la enfermedad que padece, pero cada año tiene el aval del mandatario para seguir en su cargo, a pesar de que en una época solicitó una licencia temporal. Hoy, es uno de los más antiguos en el gabinete. 

“El ritmo del presidente es intenso, eso genera impacto en la salud”, admitió hace un par de meses el ministro Aguilar. 
Morales tiene pesar por el problema físico que atraviesa Luis Arce Catacora, su colaborador desde que asumió el poder y que manejó la cartera de Economía hasta el momento de su enfermedad. 

El mismo Evo anunció que Arce tiene un tumor que necesita ser extirpado y que para ese tratamiento se realizan aportes económicos. El exministro pasó unos días en San Pablo (Brasil) donde recibió el tratamiento en el hospital Sirio-Libanés, en el mismo en que Lula da Silva se curó el cáncer. 

Evo no quiere más problemas médicos en su entorno, más aún cuando él mismo, a sus 57 años, estuvo hace algunos meses en intensas revisiones médicas en Cuba, donde fue sometido a una cirugía por un nódulo en su garganta. Pero también se hizo controlar una inflamación en la parte abdominal. 

El presidente confía en los médicos cubanos y tiene uno de cabecera las 24 horas. No instruyó a sus ministros visitar a los galenos oriundos de la isla, pero les comentó de sus buenas aptitudes. 

En La Paz se instaló la clínica del Colaborador, que depende de la Brigada Médica Cubana. A este lugar, ubicado en la zona sur de la sede de Gobierno, llegan funcionarios públicos y autoridades. Y es también donde algunos ministros curan sus dolencias.   

El exministro y actual embajador de Bolivia en Cuba, Juan Ramón Quintana, es uno de los que más visitó la clínica. Ahora, algunos ministros optan por combinar la revisión y también visitan a un médico privado boliviano.  

Romero ya asistió a su revisión médica y no trae problemas desde mayo, cuando estuvo 30 días internado por un cuadro de dengue hemorrágico. Esa enfermedad fue tratada por médicos cubanos. Ahora, el ministro de Gobierno asiste a sus controles en la clínica del Colaborador y no sufre complicaciones, según una fuente.

Médicos cubanos     

Pavel Noa Rodríguez es médico cubano que vivió en Bolivia y fue parte del entorno de galenos que atendieron por mucho tiempo al jefe de Estado. Lo mismo que Daniel Olazabal, aunque este último todavía aporta en Bolivia. 

Ambos destacan la misión cubana en Bolivia y dicen que se instalaron centros médicos en ocho de los nueve departamentos del país, con excepción de Chuquisaca. Noa Rodríguez es un enamorado de Bolivia y hace un mes visitó Vallegrande, región donde falleció el guerrillero Ernesto Che Guevara. 

Los galenos dicen que la atención en los centros médicos cubanos es abierta para todo el público boliviano y que en ese grupo fueron revisadas muchas autoridades gubernamentales. 

El ministro Ferreira también pasó por manos médicas y es una de las autoridades que más confía en los expertos cubanos, aunque también se hace revisiones  de rutina con especialistas en Santa Cruz. 

Y así, no todas las buenas manos que atienden a los ministros son cubanas. Muchos llegan a la clínica Los Olivos, en Cochabamba para someterse a sus chequeos. La ministra de Salud, Ariana Campero, es la que coordina todas estas atenciones, a la que ella también accede.   

Atención en la clínica cubana

Funciona desde el 23 de diciembre de 2006 en la zona sur de La Paz. El presidente Evo Morales y  varios ministros han recibido atención médica en la clínica del Colaborador. También está abierta para el público en general 

Por fuera parece una residencia de una familia acomodada de La Paz, pero las banderas de Bolivia y Cuba que flamean en el frontis provoca la sospecha. Dos cámaras y una caseta de seguridad en la puerta dicen que el inmueble tiene mucho control, empero, se toca el timbre y la puerta se abre lentamente y se puede ingresar sin ningún impedimento.  

Un jardín muy bien cuidado resalta en los alrededores de la casa. Al centro están las gradas y la puerta, de madera con vidrios, que la abre un hombre con su mandil blanco. Amable, solicita el motivo de la visita. 

Es la clínica del Colaborador, un centro médico especializado que es atendido por 56 médicos cubanos con vasta experiencia en especialidades. El centro de salud se inauguró el 23 de diciembre de 2006 y tiene 18 servicios especializados con tecnología de última generación. 

El médico Orestes López explica que para trabajar en esta clínica se hace una selección rigurosa, debido a que tiene diferencias con otros hospitales. 

Y a este centro médico es donde llegan altas autoridades del Estado e incluso pasó en más de una oportunidad el presidente Evo Morales, que recibió asistencia en fisioterapia y problemas de sinusitis. 

Pero el lugar también recibe a otras personas. En las sillas instaladas en el patio de la casa están esperando la consulta 14 individuos. Esa cifra se puede triplicar en una mañana de atención. 

En la clínica del Colaborador todo el personal es de origen cubano. No existe un empleado boliviano, con excepción del guardia de seguridad.