¿Cómo resume estas jornadas de alegatos orales de la demanda marítima?
Históricas y esperanzadoras. Históricas, porque Bolivia ha logrado llevar su más que centenario reclamo a la corte más importante creada por la humanidad para solucionar controversias entre estados. Asimismo, hemos defendido ante el mundo entero los escritos jurídicos más importantes de nuestra historia y que comprueban que Chile se comprometió formalmente a negociar con Bolivia su acceso soberano al mar. Esperanzadoras, porque el pueblo boliviano demostró una vez más que cuando se mantiene unido, nada es imposible. Además, porque se abre una nueva etapa de posibilidades de solución de esta más que centenaria demanda, pero a través de la tutela del sistema de Naciones Unidas a la cabeza de la Corte Internacional de Justicia. 

Con el cierre de esta fase judicial la serenidad volverá a la mente de los gobernantes de Chile, quienes meditarán el despropósito de su innecesaria y extremadamente agresiva presentación que realizó una dramatización sobre cuestiones que Bolivia nunca pidió y que solo sirven para consolar a los sectores más radicales de su público interno y atemorizar a la mayoría de su pueblo. No obstante, al mismo tiempo que el agente de Chile trataba de justificar  lo injustificable, autoridades políticas de Chile y premios nacionales de ciencia y arte apoyaban una solución negociada. Ese debe ser el camino a seguir: humildad, realismo y victoria común. 

Chile enfocó su defensa en el tratado de 1904 aun sabiendo que la CIJ desmarcó ese documento. ¿Por qué cree que insiste y cómo le puede ir a Chile con ese antecedente?
Desde la emisión de la sentencia de jurisdicción de septiembre de 2015, Chile perdió su más importante escudo de defensa: el tratado de 1904.

Como podrá leer todo el mundo —ahora que el expediente es público — Chile dedicó todo su esfuerzo para demostrar que el tratado de 1904 era el “alfa y omega” de las relaciones bilaterales entre Bolivia y Chile. Lo que la Corte rechazó totalmente, cuando afirmó textualmente: “Las disposiciones del tratado de paz de 1904 (…) no abordan, ni expresamente ni implícitamente, la cuestión relativa  a la  supuesta obligación de Chile  de negociar el  acceso  soberano  de  Bolivia  al  océano  Pacífico”.

A pesar de esto, lo que es increíble y anecdótico es que la defensa de Chile haya apostado por desoír la opinión de la corte, invocando en sus recientes alegatos el tratado de 1904 a cada instante. Sin duda, Chile cometió un suicidio jurídico. En lugar de concentrarse en explicar las razones de sus promesas de más de 100 años, dirigidas a negociar con Bolivia un acceso soberano al mar, se atrincheró en una visión defensiva y que antagoniza a la propia corte. Las consecuencias se verán en la sentencia.

¿Cómo analiza los insultos y amenazas de Chile ante los argumentos bolivianos?
Como señalé antes, un total despropósito que denota miedo e inseguridad en las filas del equipo jurídico de Chile, que optó por emplear una vez más la dialéctica del miedo a escala mundial y bilateral. Mundial porque Chile se esforzó inútilmente en demostrar un apocalipsis para la diplomacia global si Bolivia gana, lo que es falso porque no existe un caso tan específico y tan jurídico como el que Bolivia trajo a la corte.

A escala bilateral, porque se llegó a decir que si Bolivia gana habrá una crisis humanitaria, familias y pueblos indígenas desplazadas y despojo de territorios. Algo absolutamente falso que busca amedrentar al pueblo chileno que gracias a nuestros alegatos públicos se dio cuenta de que lo que Bolivia pide es razonable, modesto y realista. Por ello, el Gobierno de Chile requiere crear un monstruo artificial para asustar a su pueblo y romper esa simpatía creada y que aumenta hacia Bolivia. Parafraseando al gran escritor libanés Khoury “solo existen dos maneras seguras de conseguir que la gente haga lo que uno quiere. O te pones un guante de hierro y la obligas, o le dices que el apocalipsis está cerca”. El Gobierno de Chile sin duda optó por lo segundo.

Este trabajo es de años, de varios personajes y usted estuvo desde el principio. ¿Qué anécdotas, recuerdos, problemas y satisfacciones le recuerda esta labor?
El trabajo comenzó en noviembre de 2010, cuando Chile decidió postergar la reunión bilateral donde tenía la obligación de presentar soluciones para el acceso soberano al mar para Bolivia. Tras un compás de tiempo, el presidente Evo Morales se dio cuenta de esa clásica actitud de mala fe de muchos políticos de Chile que primero atrajeron a Bolivia con promesas y que, tras cumplir su verdadero objetivo político, militar y/o de cualquier otro tipo, abandonaron la mesa de negociación.

Ese letargo de mala fe, era inadmisible. Como dijeron nuestros abogados “Chile sopló caliente y frío” durante más de 100 años y ello viola sin duda dos principios básicos del derecho internacional: la buena fe y promissioestservanda (las promesas deben cumplirse). Una vez que el presidente esperó lo suficiente, a principios del año 2011 constituyó un equipo nacional para preparar nuestra demanda internacional. En aquel entonces, yo era presidente de la Cámara de Diputados y junto con los primeros directores ejecutivos de Diremar (Juan Lanchipa y Rubén Saavedra) preparamos la creación de una entidad especializada para la defensa jurídica internacional de la demanda, es decir, Diremar, que fue constituida en abril de 2011.

En paralelo, reclutamos minuciosamente el equipo internacional de Bolivia, encontrando a grandes maestros del derecho internacional que provenían del sistema civil continental y del sistema británico. Así, tomamos contacto con el expresidente de la CIJ Mohammed Bedjaoui, Antonio Remiro, Vaughan Lowe, entre los primeros miembros del equipo. Es bueno recordar que en paralelo en Diremar se fue constituyendo un equipo de juristas nacionales especializados en derecho internacional, tal como Emerson Calderón, Franz Zubieta (Director de Derecho Internacional del Ministerio de Justicia), hay que destacar también la figura de Walker San Miguel, entre muchos.

Tras esta fase decisiva de creación de institucionalidad, conformación del Equipo y afinamiento de las bases fundamentales de nuestra demanda que es de larga data, el Presidente Morales tuvo la acertada idea de poner este equipo bajo el mando del Ex –Presidente de Bolivia y Ex – Presidente de la Corte Suprema, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien desde abril de 2013 dirige con éxito a nuestro Equipo Técnico y que ha demostrado una solvencia absoluta en la defensa de Bolivia. Por supuesto siempre bajo el liderazgo del Presidente Morales. También, se debe destacar la participación activa desde el principio mismo del caso, del Embajador de Bolivia ante la ONU - Sacha Llorenti- quien siempre estuvo involucrado en la preparación del caso y recientemente tuvo junto al Agente Rodríguez, la histórica responsabilidad de defender esta gran y sólida causa. Equipo que estuvo involucrado en el caso de principio a fin y que asistió a estas audiencias en la Haya para seguir apoyando al Equipo. Lo que a su vez prueba la gran institucionalidad de la demanda y la unidad de todos y todas en torno a ella.  Sin duda es una larga y emocionante historia que valdrá la pena contar a detalle en algún momento.

¿Se puede trabajar con Chile mientras se espera el fallo?
Bolivia nunca ha cerrado ni cerrará las puertas de la negociación. Estimo mucho las palabras del presidente Morales que, en nuestro último alegato, afirmó que al final de este caso debemos entrar en un estado de reflexión y serenamiento para reencontrarnos entre Bolivia y Chile. Bolivia tiene una serie de propuestas para la etapa de la negociación. Queremos tener buena vecindad y ver el futuro con unidad y esperanza de construcción hacia adelante y teniendo como condición las recíprocas conveniencias y beneficios de ambas partes. 

En Chile crecieron las voces de apoyo a Bolivia. ¿Cómo se puede aprovechar el respaldo?
Siempre han sido muchas y seguirán creciendo. Más ahora que el pueblo chileno conoce la humildad, razonabilidad y lógica de nuestra demanda expuesta ante la corte. Cabe resaltar la reciente declaración del alcalde de las Islas de Pascua, Pedro EdmundsPaoa, y las voces de apoyo de los premios nacionales de Chile Juan Pablo Cárdenas, Julio Pinto, Tomás Moulián, Manuel Antonio Garretón, Jorge Pinto y Juan Radrigán.

Siendo los intelectuales más importantes de Chile, la sociedad chilena debe preguntarse ¿Por qué apoyan a Bolivia? ¿Por qué no tienen miedo a nuestra demanda?, es decir, desmitificar el monstruo imaginario que Chile liberó estos días en la corte. Siendo así, seguiremos trabajando tiempo completo para continuar sumando respaldos y comprobar al pueblo chileno que Bolivia no les privará de nada y que juntos siempre ganaremos más.

¿Qué viene ahora y cuándo se podría conocer el fallo?
No hay plazos fijos para la emisión de la sentencia, se espera que esta sea conocida durante el presente año.

¿Cómo trabajar el asunto posdemanda?
Desde la presentación misma de la demanda el equipo boliviano siempre consideró las etapas pre, durante y posproceso en La Haya.

Sin duda, tenemos una estrategia de paz y hermanamiento que serán las notas distintivas para relacionarnos con nuestro vecino. Aunque el enfoque chileno hoy adoptado es penoso, creemos que su sentido de justicia y razón los llevarán poco a poco a retomar una amplia agenda para resolver la histórica demanda de Bolivia, para lo cual incluso no se requiere una sentencia judicial. 

¿Cómo debe estar compuesta la comisión posdemanda?
Nuestra delegación ante la corte durante estas audiencias responde a su pregunta. La estrategia pos La Haya recuperará la sabiduría de cada uno de los sectores sanos de Bolivia, sin exclusión alguna. 

¿Las negociaciones posibles después del fallo pueden ser sobre la base de los compromisos citados en la CIJ, como las de 1950 o el memorándum Trucco o las negociaciones de Charaña?
Por respeto al trabajo de deliberación que hoy comienza la Corte Internacional de Justicia, no puedo adelantar criterios.

En Chile ven que la única zona donde Bolivia puede tener un espacio soberano es al norte de Arica. ¿Cómo trabajar con Perú debido al tratado de 1929?
Perú es un hermano gemelo de Bolivia, estamos unidos por historia, cultura, comercio y varios intereses comunes. Todos sus presidentes han tenido empatía e interés en que esta controversia se acabe y así lo han afirmado históricamente. Ese seguirá siendo el patrón de conducta.

¿Cómo fueron las horas fuera del Palacio de la Paz? ¿Hubo algún acercamiento con la delegación chilena?
Con la delegación boliviana de arduo sacrificio, de reflexiones conjuntas y sobre todo de trabajo en equipo bajo un espíritu de armonía y unidad en torno a la causa más importante de Bolivia. Como lo hizo saber el jefe de Estado, Evo Morales, el día lunes 26 el presidente de la CIJ invitó a ambos equipos a una recepción social. En ella, el presidente y los miembros de nuestra delegación interactuaron con autoridades de la delegación de Chile, obviamente sin tocar los temas que están hoy ante la corte. No obstante, esto sirvió para romper el hielo y permitió que el
Palacio de la Paz no solo sea un espacio de debate jurídico sino también un espacio de reencuentro.

Eso es justamente lo que busca la corte, el restablecimiento de relaciones y la solución de controversias bajo lógicas mutuamente satisfactorias para los millones de personas que viven en ambas naciones. Es destacable que la corte decida que los circunstancialmente contendores, puedan conocerse, brindar y comer juntos y mirarse a los ojos como seres humanos más allá de las controversias que existan y que sin duda pueden y deben resolverse.