La Policía boliviana identificó tres grupos del crimen organizado de Brasil que operan en el país: el Primer Comando de la Capital (PCC) y la alianza entre el Comando Vermelho y la Familia do Norte. 

La estrategia para reducir las operaciones de estos grupos se centra en el intercambio de agentes de enlace, que son miembros de alto rango de las policías de Bolivia y Brasil. Se estima que el 26 de este mes se firme el acuerdo que autorice la radicatoria de cuatro altos efectivos brasileños en el país. Estos uniformados coordinarán labores en Santa Cruz de la Sierra, Puerto Suárez, Guayaramerín y Cobija. No se conoce aún los lugares donde trabajarán los oficiales bolivianos.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, trazó el objetivo y este fue plasmado en la última reunión entre policías en la ciudad brasileña de Campo Grande, capital de Mato Grosso del Sur. “Hemos insistido mucho en tener oficiales de alto rango de la Policía brasileña que trabajen junto a nuestra Policía. La idea del ministro de Gobierno (Romero) es que estos oficiales de alta graduación se instalen en Bolivia para coordinar todos los días con la Policía boliviana”, detalló el ministro. 
Toda esta estrategia se ejecuta por la guerra de mafias por querer llegar a operar a Bolivia. Es el PCC la organización criminal que más presencia tiene en el país. Romero explica que son emisarios que se mueven en base al narcotráfico, delito que financia los otros ilícitos, como los grandes atracos y secuestros. 
En cambio, la presencia del Comando Vermelho y su filial, Familia do Norte, se limita al paso de droga —que se produce en Perú— a suelo brasileño y algunos robos pequeños.

El comandante de la Policía, general Abel de la Barra, afirmó que estos tres grupos operan en Bolivia con emisarios y que actúan de acuerdo a las directrices que reciben desde las cárceles de Brasil.  

El juramento

El jefe policial revela que los delincuentes de estas bandas hacen un juramento antes de llegar a Bolivia que consiste en morir antes de ser atrapado, esto con el
fin de evitar que se revelen los movimientos de estas tres mafias brasileñas. 

“Estos delincuentes tienen como enemigo número uno al policía, ellos juran no dejarse agarrar y prefieren morir (...) Se coordinó con la Policía de Brasil y se hará una firma de convenio el 26 de este mes para definir la asignación de oficiales de enlace para labores de inteligencia”, adelantó De la Barra.

La autoridad policial añadió que las tres mafias tienen como centro de operaciones las cárceles y de ahí se formaron los emisarios en suelo brasileño y luego traspasan su frontera y llegan a Bolivia, Argentina y Paraguay. 

“Operan con tráfico de drogas, atracos, secuestros y tráfico de armas. Estos emisarios aportan al PCC, al Comando Vermelho y a la Familia do Norte. Cuando llegan a la cárcel los demás aportan a las familias de los criminales. Ellos no dialogan, el rehén sí o sí tiene que morir, no les tiembla la mano para matar”, destaca De la Barra. 

Bolivia viene insistiendo desde hace tres años la instalación de oficiales de enlace. En un inicio se debía instalar efectivos en dos puntos fronterizos; sin embargo, el último hecho criminal que sucedió en Santa Cruz —el asalto a la joyería Eurochronos que terminó con la vida de un oficial y de una ejecutiva de la joyería— provocó que esta sugerencia sea aplicada de inmediato. 

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, explicó que estas tres mafias operan en base al narcotráfico y generan delitos, como seña de que ganan terreno. La autoridad detalla que los emisarios coordinan con los jefes que están en las cárceles. 

“Luchan por poder. El PCC opera en todo Brasil y decidió migrar. El Comando Vermelho y la Familia del Norte se aliaron contra el PCC. Entonces, esas luchas de poder se ve en los crímenes que realizan y en los negocios de narcotráfico y tráfico de armas”, señala Cáceres.  
Ante la presencia de las mafias, el Gobierno descarta que los jefes operen en Bolivia.

Sin embargo, el fiscal de justicia criminal del Estado de San Pablo, Marcio Christiano, dijo a EL DEBER que de acuerdo con los informes que se tienen en Brasil, se estableció que los miembros del PCC no participaron del atraco a la joyería Eurochronos. El principal vínculo con Bolivia es el narcotráfico, señaló el fiscal.  

El narcotráfico es el nexo del PCC con delincuentes bolivianos
 El Primer Comando de la Capital de Brasil (PCC) tiene presencia en Bolivia por el negocio del tráfico ilegal de drogas, que es su principal actividad delictiva, informó el fiscal de Justicia Criminal del Ministerio Público del estado de San Pablo, Marcio Christino, en un contacto telefónico con EL DEBER.
Según el fiscal (o procurador, como se conoce en Brasil), el PCC domina el mercado del narcotráfico en casi todo el territorio brasileño y sus socios naturales en Sudamérica son Bolivia y Perú, por la producción de cocaína, y Paraguay, por la marihuana.
Christino tiene experiencia de más de 20 años de investigación de organizaciones criminales, en su currículum figuran casos famosos, como la investigación contra el PCC. Es autor del libro Por dentro del crimen, en el que relata cómo funciona la organización criminal, sus ramificaciones y sus principales áreas de actuación.
En la conversación telefónica con EL DEBER, Christino dijo que el asalto ocurrido el jueves 13 de julio en Santa Cruz no tuvo participación del PCC, como denunciaron autoridades de Gobierno, porque la principal actividad de esta organización criminal es el narcotráfico. No obstante, afirmó que esa banda delincuencial, que surgió en las cárceles de San Pablo, se involucra en extorsiones, robos o secuestros cuando existen posibilidades de lucro.
Como ejemplo, mencionó el caso del asalto a la empresa Prosegur en Paraguay, ocurrida en abril de este año. En esa oportunidad, un grupo de 50 hombres fuertemente armados atacó durante cuatro horas, con armas de grueso calibre y explosivos, la sede de la firma y se llevaron un botín de $us 50 millones. La Policía Federal de Brasil constató que los delincuentes utilizaron vehículos blindados, helicópteros y lanchas.