Estudia Comunicación Social en la Nur. Mide 1,71 m. Es dueña de un rostro angelical, unos ojazos verdes y de una esbelta figura. Hace un año Camila Navarrete cumplió uno de sus sueños: desfilar por primera vez en una pasarela al lado de las magníficas. Y eso apenas a sus 19 añitos.

‘Cami’ quiere aprender todo lo que pueda sobre el modelaje, ya que considera que es una gran experiencia en la vida, pero al finalizar su carrera quiere ejercer su profesión. Se siente atraída por la televisión.

Oportunidad

En 2017 solo iba como visitante a la agencia de Pablo Manzoni. Después de un tiempo, sus amigas Juliana Manzoni y Fernanda Peña la ‘inspiraron’ para ser parte del staff, porque vieron su potencial dormido en ese entonces.

Su debut fue en el show Go! y salió airosa. “Me acuerdo que esa noche fue difícil afrontar el pánico escénico y lidiar con la falta de experiencia, pero al final me armé de valor y disfruté 
de compartir pasarela con mujeres tan hermosas y talentosas, como María René Antelo”, dijo.

Sacrificios

El año pasado dejó a sus padres para ir a Suiza por cinco meses. Su propósito era conocerse más, explorar otras culturas y aprender francés. Lo consiguió.

Ser parte de las magníficas la hizo más organizada y enfocada en sus metas. En su agenda hay espacio fijo para su familia, sus clases y tareas de la universidad, así como el gimnasio y una ‘adecuada’ alimentación.

Meta

El modelaje para ella es algo serio y es por eso que le dedica tiempo y pasión, pero reconoce que esta actividad tiene tiempo de caducidad. Ni bien termine su carrera, piensa estudiar Sociología y hacer un posgrado.

En paralelo quiere dedicarse a trabajar en los medios. Hasta ahora la TV le atrae mucho, ya que con el modelaje perdió el miedo a las cámaras y tiene una idea básica sobre producción.

Pasiones

El arte es otra de sus aficiones. Lee mucho. Es amante de la música de los 80 y disfruta del ‘buen cine’. Dos grandes clásicos La vida es bella y La naranja mecánica son sus películas favorita. On the road (Jack Kerouac) y Muchas vidas y muchos maestros (Brian Weiss) son sus libros más preciados.