En un mundo digital en constante cambio, la historia de Cris Burgos es un testimonio inspirador de cómo la creatividad y las ganas de salir adelante pueden transformar la adversidad en oportunidad.


Durante la pandemia, Cris y su esposo se encontraron sin trabajo, pero en lugar de rendirse, decidieron innovar, haciendo queques y mostrando su elaboración, esto fue el inicio de lo que sería su éxito en redes sociales.

Pero la historia de Cris no se detiene ahí. Ya que en medio de la felicidad que le daban sus videos, ella enfrentó una batalla personal contra el cáncer de ovario, un desafío que decidió compartir con sus seguidores, inspirando a cientos de mujeres a realizarse chequeos médicos.

Cris cuenta sobre su viaje desde la creación de contenidos en tiempos difíciles hasta su lucha contra el cáncer, y cómo su fe y su comunidad de seguidores la ayudaron a superar cada obstáculo.

 

-¿De dónde nace crear contenidos?

Durante la pandemia, mi esposo y yo nos quedamos sin trabajo, así que comenzamos a vender queques y a filmar el proceso de hacerlos. También compartíamos otras recetas para que la gente pudiera hacerlas en casa. Esto nos llevó a realizar seis cursos virtuales de pastelería, donde tuvimos más de 300 alumnos entre público boliviano y compatriotas que viven en todo el mundo. Luego de la pandemia, comenzamos a crear contenidos de recomendación de lugares, tiendas y viajes.

-¿Alguna vez creíste que llegarías a la cima?

Aún nos falta mucho por alcanzar y aprender, pero realmente fue algo que no estaba en nuestros planes, simplemente se dio y no desaprovechamos la oportunidad.

-¿Todo lo que muestras lo pruebas antes de sacarlo en redes?

Siempre probamos y usamos todo antes de recomendarlo, y tenemos muchos videos que han quedado a medio camino porque algo no nos han parecido correcto, bueno o adecuado para nuestro público. Si bien la experiencia de cada persona en un lugar va a ser totalmente distinta a la de otra, tratamos de que puedan tener un pantallazo del lugar antes de ir.

-¿Alguna vez te has negado a promocionar algún producto o comida?

No uno, sino muchísimos. Hasta en media producción, si hay algo que no nos agrada, preferimos retirarnos. Nos ha pasado en cuanto a sabor, trato de las personas y hasta cuando no nos dan libertad para el guion y vemos que se va a perder la esencia del canal.

-¿Qué nunca promocionarías?

Apuestas, juegos de azar. Nada relacionado con políticos.

-¿Cómo tomas las críticas?

Como todo en la vida, con buen humor. Si son constructivas, las analizo y si no, en su mayoría las dejo pasar.

-Cambiando de tema, hace unos meses hiciste conocer que estabas batallando con el cáncer. ¿Dónde lo tenías y cómo te diste cuenta?

Fue en un control con mi ginecólogo que él se dio cuenta de que no era un quiste normal. Me pidió más estudios y me derivó al oncólogo. Fue en cuestión de semanas y todo ese proceso se sintió surreal, como si lo estuviera viviendo desde afuera, por lo menos hasta que se hizo una realidad y marcamos fecha para la cirugía. El cáncer fue de ovario, y en la cirugía me lo retiraron.

-¿Por qué decidiste compartir esta noticia con tus seguidores?

Primero no quería hacerlo porque no pensé que podría lidiar con los comentarios de la gente que se alegraría (que sí las hubo). Pero me di cuenta de que mi canal es mi vida reflejada en redes.

Mis seguidores se dieron cuenta de que pasaba algo malo porque dejamos de hacer transmisiones en vivo, ya que estábamos muy ocupados de médico en médico.

Te lo puedo asegurar por los cientos de mensajes que recibí de ellas. Incluso novios y esposos me escribieron para consultar cómo podían apoyar a sus parejas en este proceso.

-¿Pensaste en lo peor al saber el diagnóstico?

Soy una persona muy realista y dura en ese sentido. Sabía que a pesar de mis esfuerzos no estaba en mí ni en los médicos el cambiar mi destino. Dios tiene un propósito hasta con lo malo que nos pasa y sabía que, si debía pasar por eso, tenía que hacerlo con la mejor actitud posible y sabiendo que su voluntad es perfecta.

No te voy a mentir, lloré algunas veces en brazos de mi esposo, en la puerta de un consultorio, con mi familia y también sola en casa. Pero me daba una ducha, un buen maquillaje y seguíamos trabajando. Lo hicimos hasta esas horas antes de entrar a cirugía, y al otro día ya estaba haciendo videos desde mi cuarto en la clínica. Dios se encargó de lo difícil y yo de disfrutar cada minuto haciendo lo que amo.

-¿Después de meses de angustia, al final salió la gran noticia de que estás libre de cáncer?

Sí, exactamente 3 meses después de la cirugía salieron los últimos análisis que determinarían si haría quimioterapia o no. Y gracias a Dios, todo salió como esperábamos.

-¿Qué le dices a esas personas que están batallando con esta enfermedad?

Creo que lo más importante es la forma en que enfrentamos la noticia. No dejar jamás de sonreír y agradecer a pesar de las circunstancias. Hay que estar rodeados de las personas que amamos y que nos llenan. Mis seguidores fueron una parte fundamental también en mi estado de ánimo, ya que me hacían sentir tan amada con los mensajes.

-¿Perdiste alguna vez la fe?

Jamás. Nunca reclamé por qué me pasó esto, sino que traté de buscarle el propósito.

-¿Te aferraste a Dios?

Siempre, es una parte fundamental de mi vida, no solo en la enfermedad, sino que lo ha sido durante toda mi vida. Si iba meses antes mi ginecólogo no iba a encontrar nada mal en mis análisis y si iba meses después, el cáncer habría avanzado. Fui en el momento correcto porque Dios así lo dispuso.

-¿Volviste a sonreír?

Nunca dejé de hacerlo, ni siquiera saliendo de cirugía. Eso te lo puede asegurar toda persona que me vio en este proceso, desde las enfermeras hasta los doctores que entraban a mi cuarto en la clínica. Realmente, en situaciones así te das cuenta de la cantidad de personas importantes que tienes alrededor tuyo.