Inés España es una mujer dueña de unas manos con mucho sabor, que ha logrado combinar su amor por la cocina con el éxito, una mezcla perfecta.

Desde pequeña, mostró una inclinación natural por la gastronomía, jugando con ollas y sartenes como parte de su diversión diaria. Con los años, su pasión por la cocina se transformó en una carrera exitosa, llevándola a convertirse en una chef reconocida.

Sin embargo, Inés confiesa que, si no fuera cocinera, estaría trabajando en su otra pasión, el periodismo. Hoy en día, ambas disciplinas se entrelazan en su vida, permitiéndole comunicar con sabor y cocinar con historia.

-¿A qué edad empezó con la pasión por la cocina?

Desde niña tuve inclinación por la cocina; mis juegos siempre se relacionaban con ollas.

-¿Quién le inculcó este amor por la comida?

Creo que uno nace con un don específico; lo importante es encontrarlo y cultivarlo.

-¿Cuál es su plato preferido?

Sin duda alguna, amo la hamburguesa.

-¿Qué podría comer todos los días y qué nunca comería?

Pasta podría comer todos los días de mi vida.

-¿Costó llegar al éxito?

Sí, nada es fácil. Costó muchísimo llegar al éxito. Han sido muchos años de trabajo durísimo, de caer y levantarse, de perder y ganar. Al final, todo esfuerzo honesto tiene su recompensa.

-¿Alguna vez pensó que no lo iba a lograr?

No soy una persona que se rinde ante nada; yo creo que todo lo que uno se propone lo puede lograr con coherencia y consistencia.

-¿Pensó en rendirse y quién le dio la fortaleza para seguir adelante?

Creo que el motor más importante de un ser humano es la familia. Es el motivo más hermoso para estar de pie luchando.

-¿Hoy cosecha los frutos de su esfuerzo con sus restaurantes?

Hoy, después de más de 20 años de trabajo, estoy disfrutando de los resultados, con 6 restaurantes funcionando y dos más en camino.

-¿Qué tienen sus manos que todo lo que hace es delicioso?

¿Qué tienen mis manos? Tienen coraje, son valientes, tienen conocimiento y, sobre todo, son correctas.

-¿Alguno de sus hijos heredó su misma pasión?

Mi hija menor ha heredado mi olfato y mi habilidad para descubrir sabores.

-¿A qué famoso le gustaría cocinarle y qué le prepararía?

Me encantaría cocinarle a Gastón Acurio; le haría todos nuestros maravillosos horneados.

-Si no hubiera sido chef, ¿a qué se dedicaría?

Soy Comunicadora Social, esa es mi primera carrera; probablemente seríamos colegas.

-¿Qué no puede faltar en su cocina?

En mi cocina no puede faltar aceite de oliva, tomate y albahaca.

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