De enseñar un pezón ante más de 89 millones de espectadores a cubrir su cuerpo con una burka. Janet Jackson dio un giro a su vida el día que decidió comenzar una relación con el magnate catarí Wissam al Mana. 

Cinco años después de haber contraído matrimonio y a solo tres meses de nacer el primer hijo de la pareja, la cantante pidió el divorcio. Ahora, en juego están billones de dólares. Fuentes cercanas a Jackson aseguraron que en dicho convenio el magnate se compromete a otorgarle unos $us 500 millones a la que fuera su esposa y madre de su hijo Eissa, además de la custodia compartida del pequeño heredero. 
Los expertos coinciden en que ambos han decidido seguir viviendo en Londres