Pippa Middleton se casará el 20 de mayo con el acaudalado empresario James Matthews y aunque se vislumbra como la boda del año, la novia quiere una ceremonia privada y para ello está intentando que a la
Iglesia de San Marcos, cerca de la casa de su familia, solo tengan acceso los invitados.

Una reciente norma de la Iglesia Anglicana indica que todos los feligreses tienen derecho a asistir a estas ceremonias.

Los novios van a argumentar que a la ceremonia van a asistir los duques de Cambridge y sus dos hijos, es decir, el segundo, tercero y cuarto en la línea de sucesión al trono, así que la seguridad debe ser máxima. De ahí que pidan cerrar el templo a los curiosos.