Simone Biles ha hecho brillar París con unos ejercicios que le han hecho merecedora de la medalla de oro. 

No solo lo hizo con su destreza, sino también con su ropa. La firma de joyas Swarovski ha aprovechado la oportunidad para añadir aún más brillo y glamour a la excelencia deportiva de Biles siendo la empresa encargada de crear los maillots con los que la gimnasta y todo el equipo estadounidense compiten en los Juegos Olímpicos.

El conjunto con el que se llevó la medalla de oro llevaba nada menos que 9.929 cristales cortados por la firma austríaca. La proeza estilística también es de campeonato: gran parte de los brillantes de los jerseys elaborados para cada una de las atletas que representan a Estados Unidos se han incrustado a mano. 

Entre las cinco atletas llevaban casi 50.000 cristales de Swarovski, en un diseño creado por la empresa GK Elite que pretendía homenajear a la equipación que llevó el equipo estadounidense en 1996.

En el caso del jersey lucido el fin de semana, Swarovski preparó un vestido de seis mil cristales cortados y que lleva por nombre Star Spangled Shine. Esta obra de artesanía, diseñada también por GK Elite, tiene un valor de 3.000 dólares, el más caro de la historia de la gimnasia.