Son jóvenes talentosos y con un alto compromiso social. Trasformaron su gusto por la robótica en una empresa capaz de servir a las personas que sufren alguna limitación especial. A través de Robotics Creators han devuelto la alegría a miles de personas de Bolivia y del exterior.
Roly Roland Mamani, portavoz de Robotics Creators, se formó como ingeniero electrónico en la Universidad Pública de El Alto (UPEA). En su búsqueda de un espacio profesional, han dispuesto el uso de la robótica "para mejorar la calidad de vida de las personas", afirma Mamani en entrevista con Streaming de EL DEBER.
El joven innovador se caracteriza por fusionar el desarrollo de la robótica con la tecnología de la salud. De este modo, han desarrollado la capacidad de preparar prótesis que se materializan con impresoras 3D.
El resultado, salta a la vista. Esta semana entregaron dos prótesis de brazo a una señora de escasos recursos. "Le permitirá recuperar la autonomía que tenía, aunque es un proceso lento de adaptación y aceptación de la prótesis", explica Mamani.
Estima que han entregado un aproximado de 200 prótesis tanto en Bolivia como en el exterior del país en los 4 años que lleva la empresa. El innovador explica que sienten la necesidad de "invertir conocimientos en el bien común".
A continuación mira la entrevista en el minuto 34:
Los precios de estas prótesis se establecen por la tecnología electrónica que incorporan. Mamani calcula que el valor de las piezas varía desde los $us 3.000 hasta los $us 100.000.
Más allá de la oportunidad comercial que puedan alcanzar, Robotics Creators mantiene un compromiso con la gente de escasos recursos. "Democratizar la tecnología para que sea accesibles a toda la población", es una máxima de la empresa según explica Mamani.
Su forma de contribuir con la sociedad nace de un espíritu colaborativo. Cada beneficiario de una prótesis aporta de acuerdo a su economía. En algunos casos, se paga el costo de los materiales; en otros, pueden cobrar parte del trabajo profesional. Pero en muchos, explica Mamani, se entregan las prótesis de manera gratuita.
"Vamos ayudando a las personas que no pueden acceder", afirma orgulloso el joven creador.
La historia de Esteban Quispe, es un joven indígena, inventor y autodidacta, en esta emergencia sanitaria por el Covid-19, ayudó automatizando la fumigación en Patacamaya, también fue parte de un equipo en un concurso de respiradores artificiales de la OMS.