Rafael Paz Aguilera, fundador y CEO del Grupo Paz y Celina Urbanizaciones, cuenta con una formación académica con doble licenciatura en Economía y Ciencias Políticas de Indiana University y especialización en Finanzas. Además, posee maestrías en Negociación de Harvard y en Emprendimiento del MIT. Bajo su liderazgo, el grupo ha crecido para abarcar 11 empresas en sectores diversos como inmobiliario, retail, agrícola, industrial, y tecnología.

¿Cuáles han sido los hitos más significativos para la empresa en estas dos décadas?

En estas dos décadas, la empresa ha pasado de enfrentar dificultades iniciales a ser reconocida como la más confiable en el sector inmobiliario. Desde el principio, nuestra visión ha sido a largo plazo, buscando proporcionar oportunidades inmobiliarias accesibles. Comenzamos en Montero con terrenos de cuotas de $us 43 mensuales y ahora tenemos 25 proyectos en diferentes ciudades, ofreciendo terrenos con diversas opciones de pago. Estamos presentes en lugares como Pailón, Minero, Plan 3000, Satélite Norte, Montero, Yapacaní, Cotoca y Urubó. Nuestra estrategia ha incluido facilitar el pago en cuotas y apoyar a los clientes en sus decisiones de inversión, lo que ha llevado a una alta valorización de los terrenos. Hemos crecido de tener solo un vendedor a un equipo de más de 300 asesores y 600 colaboradores en total. También ofrecemos múltiples puntos de pago, tanto físicos como virtuales. El enfoque en el servicio a nuestros clientes y colaboradores ha sido clave para los resultados exitosos. Un logro importante ha sido formar parte de Great Place to Work, donde alcanzamos el puesto número 10 de Los Mejores Lugares para Trabajar en Latinoamérica el 2023, lo cual es un gran orgullo para todo el equipo y el empresariado boliviano. 

¿Qué desafíos han enfrentado y cómo los han superado? 

Hemos enfrentado momentos difíciles debido a la economía y la política, pero siempre hemos salido adelante con éxito. Durante la pandemia, cuando las ventas bajaron, decidimos entrar en mercados nuevos y, sorprendentemente, compramos terrenos y lanzamos tres proyectos en 2020. Todo el equipo confió en la estrategia, mostrando gran resiliencia. Aprovechamos el miedo como una motivación para tomar decisiones valientes y seguir avanzando. A pesar de la crisis, abrimos nuevos mercados en Pailón, cerca de Warnes y Yapacaní, demostrando nuestra capacidad para adaptarnos y crecer incluso en tiempos difíciles.

¿Cuál mencionaría usted como el proyecto más emblemático que tiene Celina?

Todos nuestros proyectos tienen sus características en dimensiones, ubicación, sobre autopista, avenida principal, pero uno que hemos hecho algo diferente y a Dios gracias nos está yendo muy bien es Celina Muyurina en Montero. Este proyecto se destaca por incluir todos los servicios básicos, pavimentación, y parques, además de un mall que está en fase de diseño y que planeamos construir en 2025. El área contará con parques lineales de 2,5 km, espacios para ejercicios adaptados para personas con discapacidad, un parque para perros único en Bolivia, y diversas instalaciones deportivas. El mall será de una planta, con firmas internacionales, cine y boulevard gastronómico, y está diseñado para transformar la ciudad de Montero de manera similar a como los malls cambiaron Santa Cruz en 2005. El proyecto también se suma a la Ciudad Educativa Salesiana Muyurina, con una universidad que iniciará su construcción en 2025. El proyecto Celina Muyurina abarca 336 hectáreas, con terrenos para negocios y viviendas, y ya tenemos el 35% vendido. Estamos implementando un alto estándar en pavimentación y drenaje. Este proyecto es algo comparable a los de alta gama en Santa Cruz.

¿Cómo ha contribuido la empresa al desarrollo de Santa Cruz?

En estos 20 años, hemos contribuido al desarrollo de Santa Cruz generando empleo y abriendo oficinas en lugares como Pailón, ofreciendo oportunidades a personas que antes no las tenían. Fuimos pioneros en ofrecer terrenos con cuotas asequibles y plazos de pago largos, comenzando con cinco años y extendiéndolo hasta10 años. También implementamos programas de Responsabilidad Social, plantando árboles y proporcionando alimentos durante la pandemia. Apoyamos a la comunidad creando parques, patrocinando deportes como karate y bicicrós, y manteniendo a más de 400 niños en la escuela del Club Guabirá con desayuno y transporte. Internamente, hemos mejorado la vida de nuestros trabajadores con programas de bienestar físico, cursos de formación, y apoyo financiero para estudios avanzados. Muchos de ellos han logrado tener su propia casa y vehículo. Además, reconocemos los destacados con viajes al exterior y autos 0 km.

¿Cuáles son sus expectativas y objetivos para los próximos años?, ¿qué proyectos tiene la empresa?

Como Celina, confiamos en Bolivia y seguiremos invirtiendo en desarrollos inmobiliarios. Estamos considerando incursionar más en la construcción, quizás con edificios, ya que la tierra es cada vez más escasa y difícil de conseguir. Estamos trabajando con expertos internacionales y locales para planificar nuestra próxima etapa. Continuaremos desarrollando proyectos con la intención de ofrecer mayores oportunidades y posiblemente extendiendo los plazos de pago. Creemos que invertir en tierras siempre será la mejor opción, ya sea para la próxima generación, para la jubilación o para vender. Este compromiso es lo que nos impulsa a seguir apoyando a quienes más lo necesitan. El compromiso de nuestros colaboradores ha sido clave en estos años, permitiéndonos realizar al menos tres proyectos por año. Esto no hubiera sido posible sin nuestro equipo humano, desde infraestructura hasta recursos humanos. Mi lema es: “Liderar es servir”, y este es nuestro gran diferenciador.

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