El ser humano baila desde tiempos inmemoriables, toda la vida ha estado ligada a los sonidos musicales y a la danza, ya sea de manera recreativa o ceremonial. Ya lo dijo el cantautor Jorge Drexler es una de sus canciones que "hacíamos música mucho antes de descubrir la agricultura", por lo que esta actividad es importante para el cuerpo y para la mente del hombre.

Con la llegada de la pandemia esto cambió, pues se prohibieron los conciertos, las discotecas, los boliches y disminuyó esta manifestación artística y recreativa.

El sicólogo boliviano Eduardo Cabrera explica que el baile y la música desconectan al hombre de las tensiones nerviosas diarias por un momento, creando un espacio de bienestar tan necesario en esta temporada de pandemia en la que se sufre con el encierro y con el temor que se vive por la presencia del coronavirus.

Explica que la mente se abre a los ritmos musicales, que se liberan las tensiones y que se deja fluir el pensamiento, apartando lo negativo. Y así como esta actividad es buena hay otras que también son beneficiosas, como las que demandan habilidades manuales y creativas, como la pintura, la escritura, la lectura, lo mismo que es muy bueno caminar, trotar y hacer ejercicios.



También el baile y otras actividades recreativas se convierten en resiliencia, que es la capacidad que tienen las personas para superar circunstancias difíciles y traumáticas, como la secuela de dolor que deja el Covid-19 que ocasiona el fallecimiento de seres queridos y daños físicos a quienes se contagiaron.

Cuando se baila se libera una gran cantidad de endorfinas, llamada la hormona de la felicidad y que se genera según el estado de ánimo de las personas, como cuando se está contento y se siente placer por alguna actividad que se lleva a cabo, en este caso el baile, explica la sicóloga cruceña Karenina Vargas.

Dice que la situación que se vive actualmente es estresante. Quienes no se han contagiado de coronavirus no desean que les llegue el virus, se cuidan y algunos de manera tan meticulosa que llega a ser una obsesión. Los que se enfermaron y se sanaron no quieren repetir esa experiencia y siguen al pie de la letra las recomendaciones médicas para no caer en la reinfección. Las personas que está actualmente contagiadas están ansiosas por recuperar la salud y llegan a entrar a un estado de nervios muy alto.

Todos viven momentos de estrés. La profesional recomienda que debe haber pensamiento positivo, que esta situación mejorará de manera individual y colectiva. Y para ayudar a alejar el pesimismo de la mente, que llega a influir en lo físico, hay actividades que se pueden desarrollar en la casa, como el baile, que se puede practicar al menos 30 minutos por día, solo, en pareja o en grupo de no más de seis personas.



En el portal de salud del diario británico The Telegraph se explica que para muchas personas bailar provoca una liberación emocional y lleva a la felicidad. Es catártico, deja salir las emociones reprimidas. También mencionan que mejora la conciencia espacial, ayuda a aumentar la frecuencia cardíaca y hace que fluya mejor el torrente sanguíneo, reduciendo el cortisol en el cuerpo, que es una hormona que produce estrés.