Parejas besándose o a bordo de canoas, mujeres en bikini o practicando yoga a orillas de lo que parece una laguna, son algunas de las fotografías tomadas en la ciudad rusa de Novosibirsk, que se han popularizado en las redes sociales. Lo insólito es que estas ‘postales’ han sido tomadas en una laguna de desechos tóxicos y a pesar de las advertencias, la gente sigue llegando al lugar por una fotografía.

Este paraíso para la fotografía es en realidad, un estanque de óxidos metálicos nocivos para la piel solo por el contacto con ella. Sus aguas son turquesas, en realidad, por culpa de una reacción química, destaca El País de España.

 
 
 
 
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A pesar del ‘olor a detergente’ que se desprende del estanque, cada día llegan cientos de personas montadas a caballo, en bicicletas o en vehículos a este lugar que se ha popularizado como ‘Maldivas siberianas’. El bloguero Stanislav Razhev destaca que algunos llegan incluso con cervezas y carne para prepararla a la parrilla.

Si bien la Siberian Generating Company ha negado cualquier peligro de radiación, ha advertido que puede provocar reacciones alérgicas y supone además un peligro más grave por su fondo de tipo pantanoso: puede ser difícil para un nadador casual salir del agua si comienza a hundirse en sus arenas.

 
 
 
 
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“Ya se fue el sarpullido, pero no recomiendo probar esta agua” eran las declaraciones de uno de los jóvenes que acudió al lugar a hacerse una foto encima de un flotador de unicornio, señala el periódico La Razón de España. “Este es uno de los pocos lugares hermosos que tenemos cerca”, justificaba.

 
 
 
 
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Debido a que nadie hizo caso a las advertencias, Siberian Generating Company ha decidido cerrar las carreteras que llevan hasta el lago. “Esto no es una playa”, han advertido en un comunicado.