Bolívar no pudo resistir ante Flamengo: 2-0
Las manos de Carlos Lampe evitaron una caída por más goles. Pese a la caída, hay confianza plena en la academia en darle la vuelta la próxima semana en La Paz, en la revancha de los octavos de final
Bolívar no pudo resistir ante Flamengo en Río de Janeiro (2-0). Los celestes estaban plenamente vivos hasta los 89’ porque los brasileños apenas habían hecho un gol, pero un tiro de esquina que cabeceó Leonardo, puso el resultado definitivo que obliga a la academia a jugársela en la vuelta el próximo jueves, en la revancha por los octavos de la Libertadores.
En algún momento, Bolívar pudo haber igualado el partido luego de un cabezazo de Yomar Rocha (85’), pero el palo, como sucedió con el remate del valiente Ovidio Oviedo, le negó la chance a Bolívar de marcar. Flamengo dominó el juego y la pelota pero no pudo ampliar más la diferencia porque se topó con un Carlos Lampe que estuvo muy bien.
En el inicio, Flamengo fue una tromba, apuntó a llevarse por delante a Bolívar para marcar la diferencia de entrada. El cabezazo de Erick Pulgar (3’) y el remate de Gerson (10’) que salvó Carlos Lampe, fueron la clara muestra y a ello se agregó la salvada en la línea de Jesús Sagredo a remate de Giorgian De Arrascaeta (14’) tras un primer rechazo del arquero.
Para Bolívar era difícil, y sin embargo, de a poco fue ganando metros, gracias al empuje del paraguayo Ovidio Oviedo que no se amilanó ante los espigados Fabricio Bruno y Guillermo Varela para apartarlos y generar; la mejor se dio a los 20’ con un puntazo a pura guapeada. Pero la supremacía seguía siendo de un Flamengo arropado por su gente.
Hasta que a los 30’ explotó el Maracaná con el 1-0 que marcó Luiz de Araujo, que recibió un perfecto pase de Pedro para rematar y marcar antes del cruce de Renzo Orihuela. Ese gol fue un premio a la presión del local, aunque después, Bolívar liderado por un valiente Oviedo, casi igualó a los 44’ con un derechazo que pegó en el palo derecho de Agustín Rossi.
En ese complemento Flamengo volvió a presionar y de nuevo con Arrascaeta como protagonista (55’). A él se sumó Gabigol (66’) que había ingresado por el lesionado Pedro, pero ninguno de los dos tuvo suerte ante los cierres de Orihuela, Anderson de Jesús y José Sagredo. Para Bolívar la situación se ponía difícil, pero había que resistir.
Fue ahí que volvió a aparecer Carlos Lampe, como en los viejos tiempos, otorgando tranquilidad con tapadas espectaculares como la que se dio a los 75’ cuando un pase perfecto de Ayrton, a tres dedos, permitió el cabezazo de Carlinhos y que originó la atajada de Lampe para poner calma. Era lo que la defensa celeste necesita para resistir.
En ese lapso, Bolívar pudo igualar a los 85’ con un cabezazo de Yomar Rocha pero el parante le negó la posibilidad lo que hubiera sido el empate. De todas formas, la resistencia de Bolívar se vino abajo a los 89’ cuando Leonardo cabeceó un tiro de esquina, ganándole en el salto al exhausto José Sagredo, que nada pudo hacer ante el salto del brasileño: 2-0.
Pese al resultado, en Bolívar hay confianza de darle vuelta al marcador la semana que viene, a la misma hora, pero en el Hernando Siles. Debe ganarle mínimo por dos goles para ir a penales o marcar tres para avanzar a los cuartos de final de una Libertadores que cada vez se pone más espectacular.