El exministro de Gobierno remitió una carta al periodista español Alejandro Entrambasaguas (OKDiario) donde propone aceptar la extradición si el Gobierno de Arce hace los propio con el excomandante Dávila

4 de mayo de 2022, 8:18 AM
4 de mayo de 2022, 8:18 AM

Arturo Murillo, exministro de Gobierno durante la gestión de Jeanine Áñez, ofreció al Gobierno boliviano un intercambio que permitiría su retorno al país. La propuesta la realizó mediante una carta remitida al periodista español Alejandro Entrambasaguas, y ha sido replicada en OK Diario este miércoles.

"El MAS busca eliminar a la ex presidenta Áñez", afirma el exministro en la carta publicada en su integridad en el mencionado medio. Ante esta situación, Murillo lanza una "propuesta firme y contundente" al Gobierno.

"Acepto una extradición al país si el presidente Luis Arce concede arresto domiciliario a la ex presidenta Áñez". Es la primera parte de una propuesta que facilitaría el retorno de Murillo y su procesamiento por la justicia boliviana. Sobre la exautoridad pesan diversas denuncias por la compra de gases lacrimógenos con sobreprecio. 

En la segunda parte de la propuesta, el exministro condiciona su extradición a la presentación de "una carta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la que remita la entrega del coronel Maximiliano Dávila, investigado por el Departamento de Estado de EEUU por narcotráfico en un intercambio de prisioneros".

Dávila permanece en prisión preventiva después de su arresto en la frontera con Argentina. Según explicó el actual ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico protegía una red de narcotráfico que operaba desde Bolivia.

Murillo es considerado como la mano derecha del Gobierno de Jeanine Áñez. También recaen sobre él las órdenes que desembocaron en la actuación de fuerzas armadas durante los conflictos de Senkata y Sacaba. Una veintena de personas (18 según el informe de la GIEI) fallecieron a consecuencia de los disparos realizados por el Ejército.

Al inicio de la carta, Murillo se cuestiona la actitud de "muchos excolegas, senadores y jefes de partidos políticos" quienes "no están dando la cara". En concreto, el exministro lamenta la ausencia de testigos de descargo en el juicio que afronta Áñez por resoluciones contrarias a la Constitución.

Para Murillo, el juicio en contra de la expresidenta es "absolutamente ilegal e inconstitucional". Califica el mismo como "farsa" e involucra en el mismo, además de a otros exministros, a "integrantes del MAS como Adriana Salvatierra y Susana Rivero entre otras personas, no están dando la cara".

Antes de replicar los difíciles circunstancias en las que se realizó la transición y la gestión de Áñez, recalca que la exmandataria "tuvo la valentía de asumir el rol que la historia le dio, se salvaron miles de vidas en Bolivia".

Murillo se encuentra detenido en Florida, Estados Unidos, por un proceso de legitimación de ganancias ilícitas y blanqueo de dinero. Desde mayo del pasado año aguarda un juicio que está previsto para noviembre de este año.

La carta publicada por OK Diario refiere la difícil situación que vivió el país desde la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera hasta los acuerdos alcanzados con los movimientos sociales para viabilizar una transición. En esos días, Murillo cuenta que debió realizar una operación especial para rescatar a su familia oculta en la selva del Chapare por ocho días.

Esta es la transcripción que hace OK Diario de la carta enviada por Murillo al periodista  español Entrambasaguas:



Me comunico con usted , señor Alejandro Entrambasaguas, para que haga pública una decisión importante. Leo con mucha inquietud las noticias que se publican sobre la ex presidenta Jeanine Áñez, encarcelada en la Prisión de Miraflores de La Paz desde hace un año y medio. En estos momentos está siendo sometida a un juicio absolutamente ilegal e inconstitucional. Lamento decirle que en ese juicio, que en realidad es una farsa, muchos de los ex colegas senadores y jefes de partidos políticos, así como la Iglesia y la comunidad internacional, que fueron parte de las negociaciones del proceso de transición constitucional, así como integrantes del MAS como Adriana Salvatierra y Susana Rivero entre otras personas, no están dando la cara. Cuando, la realidad, es que gracias a la ex presidenta Áñez, que tuvo la valentía de asumir el rol que la historia le dio, se salvaron miles de vidas en Bolivia.

Gracias a la ex presidenta Áñez se pudieron parar con acciones inteligentes y, sobre todo, muchas negociaciones, la toma de las ciudades de Cochabamba y La Paz que Evo Morales cobardemente mandó incendiar en octubre y noviembre de 2019. Con la ayuda de Dios y la firmeza de la ex presidenta Áñez logramos estabilizar el país y superar en gran medida la pandemia del COVID-19. También llevamos a cabo unas elecciones libres y democráticas. Unas elecciones que, por cierto, perdieron los que estaban en la carrera hacia el Palacio Quemado por su propio egoísmo y mezquindades.

El 10 de noviembre de 2019, Evo Morales envió a gente para asesinar a mi familia. Esa gente quemó mi hotel en Villa Tunari, en El Chapare. Tres días después yo juré como ministro. Ese nombramiento me permitió rescatar con vida a mi familia el 17 de noviembre sin pegar un sólo tiro. Diseñé toda una operación especial para salvar a mis sobrinas de 11 meses y 6 años, a mi propia hija, a mi hermana y al resto de su familia. Ellos estuvieron ocho días en la selva sin comer y sin nada mientras esperaban ser rescatados. Lo mínimo que ahora puedo hacer es poner mi vida disposición de la ex presidenta Áñez. Yo, en su día, le dije que saliera del país. No me hizo caso. Hizo caso a otra gente. Pero, ahora que veo que la están destrozando en un falso juicio, estoy dispuesto a sacrificarme por ella. Todo a cambio de que gane la ex presidenta Áñez y de que gane Bolivia.

Por todo esto que le traslado y, viendo que lo que busca el MAS es eliminar a la ex presidenta Áñez, quiero hacer llegar al Gobierno de Bolivia una propuesta firme y contundente: acepto una extradición al país si el presidente Luis Arce concede arresto domiciliario a la ex presidenta Áñez y, al mismo tiempo, envía una carta al presidente de de Estados Unidos, Joe Biden, en la que remita la entrega del coronel Maximiliano Dávila, investigado por el Departamento de Estado de EEUU por narcotráfico en un intercambio de prisioneros.

Esta carta está firmada por Arturo Murillo Prijic con célula de identidad 837885 de Cochabamba (Bolivia).