Guido Áñez Moscoso no se guardó nada en una entrevista concedida a este medio. Es uno de los exiliados. Cree en que la oposición debe conocer bien al principal rival, solo así le pelearán el poder a Evo

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14 de diciembre de 2017, 11:18 AM
14 de diciembre de 2017, 11:18 AM

Guido Áñez Moscoso concedió una entrevista a EL DEBER sobre la carta que le enviaron al papa Francisco él y otros refugiados, a propósito de la reunión del presidente Evo Morales con el pontífice prevista para este viernes. Aquí, lo más importante. 

 

¿Por qué deciden mandar la carta?

Es la tercera que nosotros le hacemos llegar al papa Francisco. La primera la hicimos pidiendo que interceda por una amnistía general irrestricta que la Conferencia Episcopal Boliviana la pidió en 2013, diciendo que Navidad es época de reconciliación y de reencuentro y que por lo tanto era plausible que el Gobierno dicte una amnistía general irrestricta.

La segunda, también fue pidiendo amnistía cuando el papa fue a Bolivia. Y si se recuerda, algunos procesados políticos en Bolivia empezaron a hacer carteles que luego fueron quitados de la zona donde estaba el papa. E inclusive panfletos que se repartían a la población en la que se denunciaba al mundo lo que estaba pasando. La prueba más patética fue la de Zvonko Matkovic hijo, que fue encerrado primero y después le permitieron ir.

¿Y esta, la tercera?

Es a raíz de los últimos acontecimientos. Hemos hecho dos acciones: hemos estado con el secretario general de la OEA, y al mismo tiempo hemos hecho esta carta para decirle al papa lo que está sucediendo en Bolivia, que ya no es un país democrático donde exista libertad. No lo hemos dicho solo nosotros, lo ha dicho también la iglesia Católica, lo dice la totalidad de la población y lo está percibiendo el mundo de que Bolivia va camino hacia una dictadura.

Ellos cuando tuvieron mayoría de votos dijeron 'somos mayoría' y cuando no tuvieron mayoría, hicieron trampas legales para poder permitir mantenerse en el poder. Y como hoy día han perdido dos referéndum continuos, lo que hacen es variar las leyes para seguir en el poder. Eso no es democracia, es dictadura y Evo Morales se cree totalmente impune, inmune, para ir predicando cosas que no son ciertas y que no son las que suceden en Bolivia.

¿Cuánto extrañan al país, a la política de acá?

La esencia de mi vida está en Bolivia, es decir, no estamos hablando de calidad de vida, estamos hablando de que lo más duro del exilio o lo más fuerte, es que no es la voluntad de uno. No somos migrantes, somos personas que hemos tenido que salir forzado de nuestro país porque no existe un sistema judicial. Yo fui exiliado de la dictadura militar y uno podía estar tranquilo donde estuviera. Fui exiliado en Paraguay en la dictadura de García Meza, pero hoy en día, el Gobierno no admite exiliados si no que dicen que son 'prófugos de la justicia', de una justicia manejada por Evo Morales, sumisa a él y entonces es imposible someterse a un debido proceso.

¿Es diferente a lo que le sucedió en los 80?

Esa vez nos persiguieron los paramilitares, hoy en día esos paramilitares se llaman Ministerio Público, poder judicial y por lo tanto estamos viendo paralelismo que son similares. Antes nos tildaban de terroristas, hoy, además de eso, nos dicen genocidas, sin haber siquiera matado un pajarito con honda. Lo mismo es Stalin que Hitler. Hay una similitud entre lo que es la ultra izquierda y el nazismo, porque ambos afectan a la libertad de la persona.

¿Cómo ve usted desde afuera a la oposición en cuanto al actuar de este sector que también es crítico al gobierno de Evo Morales?

Mire, hay tres tipos de oposición. Una oposición concertada, que es la que se ha prestado en muchos casos a hacerle el juego al Gobierno; hay otra consentida, que hace resistencia, pero que no pelea el poder. La oposición es la que lucha por el poder. Y hay una oposición muy heterogénea que está fuera del país. Hoy en día existe una emergencia de la todavía difusa aparición de lideratos emergentes entre la juventud, entre las mujeres, que hacen una resistencia en las calles pero que no es suficiente para disputarle el poder a Evo. Los opositores están discutiendo candidaturas, no están discutiendo principios. No existen posibilidades, con este sistema, de ganarle el poder al Gobierno.

¿Por qué?

Primero porque el padrón electoral está totalmente contaminado desde que los cubanos manejan la parte de identificación. Lo segundo es que no hay igualdad de condiciones para tener elecciones totalmente libres. La democracia es certidumbre en la regla e incertidumbre en los resultados. O sea, usted sabe con qué regla juega pero no sabe el resultado. Aquí es al revés, porque hay incertidumbre en la regla, porque las van cambiando, como han cambiado la decisión del pueblo con el fallo del Tribunal Constitucional, y certidumbre en los resultados. Esa situación es adicionalmente al hecho de que no se puede hacer campaña en todo el territorio nacional y al despilfarro del dinero por parte del  Gobierno. Entonces, la oposición política no ha entendido de que debe luchar por principios.

¿Cuáles serían esos principios?

Debe luchar por una amnistía general e irrestricta, por una nulidad de los juicios a los alcaldes y gobernadores que han sido destituidos por encima del voto popular, por la nulidad de los procesos judiciales hechos por el Gobierno, debe luchar por la libertad de los presos políticos y debe luchar porque deje de haber el amedrentamiento tanto político como económico a la prensa, porque no hay plena libertad. Este Gobierno compra medios de comunicación para poder tener la versión oficial totalmente diseminada. No solo es en la parte urbana, porque la red de emisoras que tiene en casi la totalidad de las poblaciones del país, es impresionante. El satélite ha servido para monopolizar ese tipo de información. De qué democracia estamos hablando.

¿Qué errores identifica?

El gran error que se tiene en política es no saber definir al enemigo. Y el principal error de la oposición es no saber catalogar al Gobierno de Evo Morales como una dictadura, porque están en si puedo o no puedo ser candidato, en que 'si me pide el pueblo soy candidato', etcétera y eso es hacerle el juego al Gobierno.

¿Usted plantea que la 'vieja guardia' de la política está vigente?

Yo hago política desde que Evo hace política, desde que Samuel (Doria Medina) y también Tuto (Quiroga) hacen política. Pero el gran problema es que ni los viejos políticos terminan de morir ni los nuevos políticos comienzan a nacer. En política es como los curas, no hay jubilados. Es decir, Víctor Paz tuvo exiliado 21 años y volvió a ser presidente en el 85. No hay jubilación en este tema, son los planteamientos. Lo que veo de positivo dentro de todo esto, es que este fallo (del TCP, sobre la reelección de Evo) ha comenzado a motivar nuevamente porque el error que se cometió en la lucha autonómica, en la primera fase de la oposición radical al gobierno de Evo, fue creer que las instituciones económicas eran las que deberían dirigir el tema político. Eso son grupos de presión, de interés, esos están para defender sus intereses privados que no siempre coinciden con los intereses públicos.

¿Desde su óptica, qué se busca?

Se necesitan organizaciones políticas serias y políticos a tiempo completo. El gran problema es que los políticos actuales son como los kioscos, es decir, abren en época de campaña. No están haciendo política permanentemente, mientras el MAS está haciendo actos de campañas, estos están en un churrasco, en un buri, en una fiesta, entonces no hay política permanente, consistente. Eso es lo que hace falta para quitarle la calle al MAS, para hacerle un proyecto alternativo, para ilusionar a la gente. Y no hay mejor forma que ilusionar a la gente que con principios, con valores, con nuevas cosas. Porque lo que se nos viene para el país es muy complicado. El día que nosotros sintamos que la libertad se pierde por completo, se van a dar cuenta de que nosotros los primeros exiliados de este gobierno, teníamos razón al advertir de lo que se venía en esta circunstancia.

¿Cuál es la perspectiva que tiene de la política hoy en día en el país?

He aprendido en este exilio que hay varias cosas que son fundamentales para hacer un país moderno. Lo primero es la división de poderes; un país sin división de poderes no es serio. Los países exitosos en el mundo, llámense países nórdicos que tienen una política social-demócrata, llámense países con políticas de derecha, de izquierda, con el estado de bienestar, tienen hoy división de poderes totalmente establecidas. Segundo: Nada sustituye a la creatividad del ser humano. No es el Estado, no es el bono, la subvención, no son esas cosas dádivas que dé el gobierno para conseguir una base electoral las que hace factible a un país. Es darle condiciones de seriedad y de certidumbre a las inversiones para que puedan generar. En un mundo globalizado como el que tenemos nosotros la inserción de Bolivia en el mercado internacional es fundamental para seguir adelante.

Desde su óptica, ¿qué rumbo se construye en el país?

No podemos seguir viviendo del pasado, no podemos seguir viviendo de cosas que nos hicieron, de lo que pasó, porque eso va a significar que vamos a seguir anclado en cosas totalmente adversas. Un ejemplo: La tecnología habla inglés, la tendencia del futuro son las tendencias tecnológicas y nosotros estamos enseñando sentimentalmente guaraní. Así como hubo la revolución industrial, hoy es la revolución tecnológica. Nosotros tenemos un sistema educativo reformado para ir hacia atrás, porque mientras nos enseñan guaraní, quechua, aimara, hoy en día hay un avance del inglés y otros idiomas. No podemos vivir hacia el pasado. Hay que ser orgullosos de nuestras raíces, de dónde venimos porque somos un país mestizo, pero al mismo tiempo saber que sin un proceso educativo fuerte, es imposible salir adelante.

¿Sienten que Evo definitivamente no los escucha?

Estuve ocho años en el parlamento con Evo y en muchas cosas lo he ayudado, lo he combativo, he hablado con él, porque en ocho años de estar en el mismo recinto parlamentario, da para generar relaciones. Pero Evo es un hombre muy intuitivo, de victorias o derrotas. Evo es una persona que no tiene formación democrática sino sindical, y el sindicalismo en Bolivia nunca fue democrático desde la época de Juan Lechín, Simón Reyes. Ellos vienen del trostskismo, después del partido comunista y los sectores de la ultra izquierda. Evo no es democrático, que escucha, es un hombre que impone y al ser un hombre que impone -dice que los abogados están para arreglarme las cosas por encima de la ley-, lo dice sinceramente, porque el sindicalismo en Bolivia es un sindicalismo de acuerdos, no de leyes. Es decir, te presiono para que me des esto, te gano y te derroto, no es voy a negociar, a concertar. Por eso digo que Evo es un hombre de victorias y derrotas.

¿Trasladó esa mentalidad?

Está trasladando esa mentalidad al Estado. Lo que ha pasado con el fallo del TCP es la consecución de muchos fallos y de leyes que él sacó, porque con el mismo concepto tumbó a alcaldes y opositores. No importaba el voto popular, lo que importaba era que ellos con una simple acusación fiscal, podían suspender a un alcalde. Con ese sistema tumbó gobernadores opositores y a los que no pudo tumbar, los metió preso como a Leopoldo Fernández.

Entonces el fallo es la consecución de un proceso de des institucionalización que ya venía dándose en las regiones, primero para deshacer la oposición regional y luego la oposición nacional. Y si el día de mañana le estorba Juan Pérez, 'perico de los palotes', o cualquier opositor que en estos momentos se cree presidenciable, lo va a apresar o lo va a exiliar porque no está en su concepto el tema de ceder el poder o de compartir el poder o de compatibilizar su proyecto con normas democráticas.

¿Qué puede pasar si Evo pierde en las urnas, lo aceptaría?

No va a perder, y sabe por qué no va a perder: Nosotros pensamos que al derrotarlo en el referéndum del 21 de febrero, también pensamos que él dijo que hasta ahí nomás llegó. ¡No! Esa misma noche él dijo que le habían ganado el primer tiempo pero faltaba el segundo y lo ha jugado. Lo que pasa es que uno como político sabe leer entre líneas lo que ellos dicen. La segunda cosa es que él ha conseguido apretar a la corte electoral. Si hicieron en el referéndum un 5% o 10% de fraude, ahora dicen que no les basta porque tienen el voto nulo del 32% y se irán ajustando los mecanismos de fraude para llegar a conseguir más. Cómo usted racionaliza el hecho de que Maduro tenga el 86% de la población en contra y saca el 80% de los votos.

¿Cree que puede pasar eso en Bolivia?

¡Es el mismo sistema! Si es el 'Stalinismo' tropicalizado en Cuba, financiado por Venezuela y llevado a Bolivia. Esa es la ruta crítica que ha hecho este sistema. Cuando ellos dicen victoria o muerte, es eso, hay que entenderlo de esa manera. Cuando ellos dicen 500 años nos quedaremos es porque piensan eso. Hay una mentalidad sindical llevada a la apropiación del estado boliviano.

La gente, sobre todo en Santa Cruz, piensa con el estómago, no piensa con la cabeza, entonces mientras haga unos pesitos más, está tranquilo, porque los políticos cruceños hemos sido pocos los que hemos logrado trascender Santa Cruz para llegar al concierto nacional. Y no es difícil hacer política desde Santa Cruz porque la gente no entiende y nuestros empresarios son tierra adentro. Entonces hay muchas cosas todavía en la que Santa Cruz tiene que empezar a madurar para darse cuenta de que el éxito económico si no va acompañada del éxito político es un fracaso.