Morales recordó que consiguieron seis de nueve gobernadores por lo que tienen "dos tercios" de los gobiernos departamentales. Dice que el MAS ganó las subnacionales

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9 de mayo de 2015, 13:40 PM
9 de mayo de 2015, 13:40 PM

El presidente Evo Morales señaló el sábado en Sucre que el resultado de la segunda vuelta, que se realizó el 3 de mayo pasado en Beni y Tarija, confirman que el Movimiento Al Socialismo (MAS) sigue siendo la mayor fuerza política del país.

Morales observó el análisis que hacen los partidos de oposición sobre las elecciones subnacionales, de marzo pasado, que dicen que el MAS ha perdido las elecciones, cuando en realidad tiene a su cargo la mayoría de las gobernaciones y las alcaldías.

"Si Evo ha perdido, si el MAS ha perdido, qué me digan quien ganó y no me dicen nada, entonces el MAS ha ganado", señaló el presidente.

El mandatario además instó a los opositores en el Beni a reconocer su derrota y aceptar la victoria del MAS en este departamento. Recordó que con la victoria de Ferrier suman su sexto gobernador.

"De las nueve gobernaciones que tiene todo Bolivia, tenemos seis, tenemos dos tercios compañeras, compañeros, a eso yo digo que es un patrimonio político del pueblo, de los movimientos sociales de Bolivia", agregó.

En los comicios subnacionales de 2015, el MAS ganó 6 de los 9 gobiernos departamentales, además de 228 de los 339 gobiernos municipales.

La Paz

En el caso del departamento de La Paz, centro político de Bolivia, aclaró que el MAS "nunca ganó" en ese departamento, sólo una vez, que fue en las elecciones de 2010, sin embargo pese a haber perdido la Gobernación y la alcaldía paceña y de la ciudad de El Alto, tiene la mayoría de las alcaldías.

Morales se dijo consciente de que el MAS perdió en algunos municipios por haber hecho una mala elección de candidatos, o porque algunas ex autoridades dividieron sus regiones o cometieron actos de corrupción.

Sin embargo, dijo que lo que también llevó a varios candidatos del MAS ganar las elecciones subnacionales fue la gestión y la unión, lo que convirtió al partido oficialista en "un patrimonio político del pueblo".