El alcalde de La Paz había sido denunciado por el exburgomaestre Omar Rocha, que lo acusaba de haber permitido que el lenocinio funcione con licencia de una whiskería

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7 de octubre de 2016, 21:53 PM
7 de octubre de 2016, 21:53 PM

El Ministerio Público rechazó la querella que el exalcalde Omar Rocha interpuso contra el alcalde Luis Revilla y otras autoridades a quienes acusó de haber permitido que el bar Katanas funcionara como una whiskería cuando en realidad era un lenocinio donde se cometían irregularidades.

El director Jurídico del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Fernando Velásquez, informó que la querella presentada la semana pasada por el exalcalde transitorio contra Revilla y otras autoridades no fue admitida.

"Queremos señalar que la querella del señor Rocha no ha sido admitida", dijo Velásquez, destacó que la Fiscalía rechazara la demanda la que calificó como una denuncia política sin sustento.

Rocha presentó una querella penal en contra el actual alcalde Revilla acusándolo de haber revocado la clausura definitiva del bar Katanas en la gestión 2013 y beneficiado de ese modo a Marco Cámara, dueño del lugar, quien se encuentra con detención preventiva.

En su acusación incluyó a Velázquez y a Alan Vargas, asesor legal, quienes habrían suscrito la resolución que anula la clausura definitiva del citado local. Y amplió su acusación contra el exsubalcalde Ramiro Burgo y al subalcalde Fernando Valencia.

"Cuatro años han permitido que este local funcione como whiskería cuando era un lenocinio y un prostíbulo conocido en la ciudad de La Paz y donde se han cometido atrocidades", declaró el director jurídico.

Añadió que el Fiscal encargado al caso "ha establecido con claridad que el señor Omar Rocha debería establecer cuáles son los hechos que se sindicaban, el tiempo, lugar, circunstancias, en relación a las personas que estaban planteando esto. Para el efecto él ha entregado 48 horas para que subsane". Sin embargo, a la fecha, Rocha no ha sustentado sus acusaciones.

Según Rocha, el alcalde Revilla, revocó la clausura definitiva del bar Katanas en la gestión 2013 y benefició de ese modo a Marco Cámara, dueño del lugar, acusado del presunto delito de trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual.