El ministro Romero acusa a los cooperativistas de reunir armas de fuego para usarlas contra la Policía. Califica de "política" el lío en caminos. Crecen los bloqueos en el país

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24 de agosto de 2016, 10:59 AM
24 de agosto de 2016, 10:59 AM

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, denunció que la dirigencia de los mineros cooperativistas busca que existan muertos dentro de la protesta. Acusó al sector movilizado de reunir armas de fuego para usarlas contra los uniformados durante el desbloqueo de las carreteras.

"Utilizar, repartir, fusiles Mauser, ya es una acción no reivindicativa sino política, este conflicto ha adquirido connotaciones violentas, busca generar bajas y ya es una acción política", manifestó la autoridad en conferencia de prensa.

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El reporte oficial del conflicto indica que en la víspera 17 uniformados resultaron heridos, la mayoría producto de las "esquirlas" por la detonación de dinamita. Freddy Rojas, cooperativista, también sufrió graves heridas, producto de la mala manipulación de dinamita; se tuvo que amputarle la mano y se tuvo que reconstruir parte de su estómago.

"En Cochabamba se les instruyó que deben llevar fusiles Mauser y hasta ayer se logró, mediante inteligencia, comprobar que se lograron reunir 10 fusiles Mauser para utilizarlos desde la serranía contra la Policía", alertó la autoridad.  

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Romero informó que la Fiscalía acompañará las acciones policiales en esta jornada. Reportó que existen bloqueos en el sector de Panduro, carretera La Paz-Oruro y en las salidas de Potosí, el resto de las vías se encuentran "expeditas". 

Confirmó además el uso de un dron para evitar que los uniformados sean "emboscados" y descartó por completo el despliegue de militares. Detalló que se pensó en solicitar un helicóptero, pero fue anulada la petición ante la susceptibilidad de los mineros cooperativistas.

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"Ya no es una acción reivindicativa, es política y conspirativa (...) Hemos trasladado algún contingente del interior tanto como a Panduro como a Cochabamba", agregó, a tiempo de calificar de "inatendibles" y "desmedidos" los pedidos en su pliego y "cobardes" las medidas de presión.