El historietista Charles Forsman habla de su cómic The end of the fucking world y de la adaptación del mismo a una serie que se puede ver en Netflix desde este mes

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13 de enero de 2018, 8:46 AM
13 de enero de 2018, 8:46 AM

Desde este mes puede verse en Netflix la adaptación del cómic de Charles Forsman The end of the fucking world (El fin del mundo de mierda, en español). Son ocho capítulos en los que James y Alyssa aparecen en ‘imagen real’ mostrando la alienación, el descontento, el ‘teenage angst’ que los obliga a escapar sin ningún rumbo fijo, aunque lo más lejos posible de la ciudad donde viven. 

El origen
Charles Forsman, en The end of the fucking world (publicada por primera vez en 2013), vuelca la mirada hacia el mundo de los adolescentes, un tema que también aborda en otro cómic suyo Celebrated summer, o en su reciente I’m not okay with this. “Creo que es un asunto al que siempre voy a regresar y solo puedo contribuir con mi propia experiencia a esa edad”, explica Forsman en esta entrevista para Brújula. “Yo era muy introvertido, depresivo y estaba tan ansioso de crecer que siento que eso dejó una cicatriz grande en mi psique; y hacer historias sobre adolescentes es, probablemente, la vía para organizar esos sentimientos complejos que tenía a esa edad: toda la confusión, frustración y pasión de esos años”, indica Forsman, de 35 años.  

En este cómic, con un trazo sencillo, en blanco y negro, James es un chico con una sociopatía severa: “Cuando tenía 9 años me di cuenta de que no tenía sentido del humor”, suelta en las primeras páginas James, capaz de meter la mano en el triturador de su lavaplatos sin ningún motivo; James tiene además cierto instinto asesino que alimenta matando cualquier animal que se cruza en su camino. Ese instinto es aplacado un poco cuando conoce a Alyssa, quien con un poco de cariño -demostrado de una forma retorcida- lo convencerá de que hay algo más allá de todo lo que conocía hasta entonces.

The end of the fucking world se inició como un minicómic hecho por capítulos (Forsman fue influenciado en este método por el cómic Moose, de su amigo Max de Radiguès). Forsman vio este formato como una forma de hacer algo no tan ‘preciosista’, ya que iba a ser un trabajo pequeño y relativamente barato. “El primer capítulo del libro empieza con el dibujo de un chico haciendo un ollie en su patineta, y empecé a preguntarme a mí mismo quién era este chico y cuál era su historia”, explica Forsman. 

The end of the fucking world es narrado por James y Alyssa, ambos cuentan lo que les pasa, lo que ven en el otro. “Creo que lo amo. El muchacho necesita alguien”, reflexiona Alyssa en una de las páginas. 

La pareja huye en un par de autos, la narración del libro hace recordar a la película Badlands, de Terrence Malick, con un ritmo pausado y pocos diálogos, los necesarios. “Badlands es una gran influencia”, dice Forsman. “Mi hermano mayor me metió en el cine de Malick y Badlands es probablemente mi favorita”, señala el dibujante. “Al comienzo, creo que no fui muy consciente de la influencia, pero, definitivamente, está ahí”, señala Forsman.

En cuanto al estilo para dibujar, el artista estadounidense menciona que recoge la tradición de tiras cómicas de viejos diarios, como Snoopy, de Charles Schulz, y Thimble Theatre. 

“Quería ese tipo de montaje de vodevil que las viejas tiras tenían”, dice Forsman. “Creo que es realmente interesante utilizar dibujos tan simples, pero los utilizo para representar emociones complejas”, resalta.

La música también juega un papel importante para el desarrollo del trabajo de Forsman: The end of the fucking world y Celebrated summer fueron hechos mientras el autor escuchaba todos los discos de la banda Hüsker Dü (Celebrated summer es el título de una canción del disco New day raising, de 1985). “Creo que su música tiene una gran influencia, una que pasa desapercibida”. 

The end of the fucking world es un cómic oscuro y violento, que le valió el reconocimiento a Forsman en 2013, a pesar de su sencillez. Ese mismo año se publicó Celebrated summer, que también tuvo una buena respuesta de la crítica. En este trabajo, dos amigos hacen un recorrido por las afueras del pueblo donde viven después de haber tomado LSD. “Muchos de mis cómics son bastante personales, pero, Celebrated summer es uno que se aproxima bastante a un espejo de lo que yo era a esa edad”, cuenta Forsman y agrega: “Yo y un par de amigos tomamos LSD y decidimos manejar hacia la playa, cada uno sintió efectos distintos”, recuerda el autor. 

Forsman dice que con este libro, Celebrated summer, apuntaba a contar la historia de un viaje de ácido, algo que usualmente no se muestra, y se enfocó la mayor parte en los aspectos alucinógenos de la droga. “Pero para  mí eso fue un pequeño efecto secundario, comparado con donde llevó mi mente y con cómo cambió mi percepción de las cosas”, afirma Forsman. 
Su más reciente trabajo, I am not okay with this, se centra en Sidney, una chica de 15 años, con poderes telekinéticos que siente el rechazo de las personas que ama. 

La serie
The end of the fucking world fue estrenada en la televisión inglesa en octubre del año pasado. Está protagonizada por Alex Lawther, en el papel de James; y por Jessica Barden. A pesar de su juventud, ambos tienen bastante experiencia en el cine y la televisión (Lawther participó en uno de los capítulos de Black Mirror; y Barden, en seis capítulos de la serie Penny Dreadful).

Dirigida por Jonathan Entwistle y Lucy Tcherniak, la serie cobra otro ritmo y gira hacia una comedia negra, algo que a Forsman no lo incomodó. “Cuando mi novia y yo nos sentamos y vimos cortes previos de la serie, ambos estuvimos encantados con lo que habían hecho”, comenta el historietista. “Nos tuvo a los dos llorando y riendo. Y creo que ellos lograron emparejar el ritmo del cómic con el de la serie, en mi opinión. La hicieron en ocho episodios cortos y se mueve rápidamente. Para mí es similar a cómo se lee el cómic”. 

Forsman dice que uno de los directores, Jonathan Entwistle, agarró su cómic de una tienda de Londres y le escribió un email ni bien lo finalizó de leer. “Puedo decir que desde un inicio él quería hacer una buen versión de la historia con imágenes reales. Confié en él desde el principio y estoy contento de haberlo hecho, porque él y la guionista Charlie Covell, y la segunda directora, Lucy Tchiernak, hicieron un trabajo fantástico dándole vida a este libro”, comenta Forsman. “Además, ellos agregaron elementos que me habría gustado que se me hubieran ocurrido a mí”, agrega el autor, que también tiene dos cómics de superhéroes, Revenger y Slasher.

Ah, la música de la serie es cortesía del músico inglés Graham Coxon, integrante de Blur.

 El éxito de The end of the fucking world no deja de sorprender a Forsman. “Cada pequeño éxito que tengo con mis cómics es siempre una sorpresa. Estoy muy agradecido de que esta historia al parecer ha tenido efecto en un buen puñado de lectores”.

The end of the fucking world
El cómic original de Charles Forsman