Disminuyó el número de comparsas que participarán en el corso, pero la mayoría se esfuerza por brillar en medio de un panorama de austeridad

21 de febrero de 2022, 7:31 AM
21 de febrero de 2022, 7:31 AM

Alegría a medias. Con esas palabras describe al Carnaval de este año Isidro Mamani, de la banda musical Sonora Santa Cruz. “Como nunca, nos está yendo súper mal”, confiesa Patricio Rodríguez, miembro de la directiva de la Asociación de Músicos y Orquestas de Santa Cruz (Amocruz).

“De lejos, los más golpeados son los músicos. Prácticamente han sido dos años sin actividad económica, o con actividad clandestina”, dice Gustavo Gil, presidente de la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras de Santa Cruz (ACCC). Según Gil, los grupos musicales locales han bajado aproximadamente 30% con respecto a lo que cobraban en carnavales pasados. Mamani dice que las comparsas no están queriendo pagar lo que es y que además están contratando grupos extranjeros. “Ni el 10% ha contratado a grupos locales y no necesariamente están pagando el precio que se fija para Carnaval”, se lamenta.

La banda de Mamani no ha conseguido contrato en la fiesta grande de este año. La orquesta Millennium, de Rodríguez, tampoco, a pesar de que tenía trato verbal con una comparsa desde noviembre. “Salieron con que estaba caro, les bajé el precio, pero finalmente se decidieron por grupos de afuera. Lo que hacen los comparseros es vender más espacios en sus parqueos para traer a estos grupos”, explicó. 

Rodríguez también compartió que las orquestas, dependiendo de la cantidad de integrantes, cobran entre $us 8.000 y 10.000 por los cuatro días, mientras que los grupos extranjeros cobran eso por una sola presentación. Rodríguez dice que actualmente son cerca de 35 las orquestas sin trabajo en esta fecha, las contó en una reunión con la ACCC. Tanto el directivo de Amocruz como Mamani están molestos.

 “Irónicamente, hicimos el movimiento para que se reaperture el Carnaval y resulta que no tenemos trabajo, no tenemos nada”, cuestionó, y para que la gente entienda el malestar, ilustró con que el Carnaval es el aguinaldo para los músicos. “Nos servía para comprar los útiles de nuestros hijos”, dijo.

El directivo de Amocruz explicó que las bandas que ahora tienen trabajo son las más grandes y conocidas, las que ya tienen su ‘caché’ y las comparsas las aseguran un año antes. Aseveró que, si en la capital cruceña los músicos están ‘jodidos’, peor están en las provincias. “Son un montón, llegan de los pueblos para tocar por dos mil o tres mil dólares, por eso los alojamientos de la calle Suárez Arana están llenos de gente de Guarayos, etc.”, dijo Rodríguez. También reclamó que hasta la fecha la Alcaldía no hubiera cancelado los premios de Bs 90 mil a los 13 ganadores del concurso cultural musical Ametauná, realizado en octubre del año pasado. “El secretario de Finanzas, Centellas, se reunió con nosotros y con Sarita Mansilla y se comprometió a pagarnos en la primera semana de marzo”, dijo.  

El presidente de la ACCC, Gustavo Gil, cree que hay un descenso en la participación, pero que no ha sido tan drástico. “La participación en el corso ha bajado en un 15%”. De las 200 comparsas que se presentan todos los años, actualmente hay 150 confirmadas, pero es muy probable que sigan inscribiéndose”, explicó. El espectáculo del corso este año se dividirá en cuatro partes. La primera será folclórica, con los ballets folclóricos de la ACCC, los mismos que estuvieron en las precas.

La segunda parte contemplará el show de bandas, con las comparsas de la Unión de Comparsas Tradicionales (UCT), “que tienen las mejores bandas de Santa Cruz”, aseveró Gil. En el tercer cuadro brillarán las damas. Por último, en cuarto lugar, estará el show de las carrozas. La ACCC estima que todo el espectáculo del corso dure entre cinco y seis horas. “Habrá comparsas con y sin carroza. 

Este año, por el tema de las autoridades y del tiempo no tendremos afluencia masiva de carrozas, pero vamos a superar las 15, normalmente se llegaba a 25”, indicó Gil. Una de las integrantes de comparsa femenina, que ha participado otros años con coronadores, y que pidió no dar su nombre dijo que el gasto de las mujeres supera a todos. “Con mi pareja pagamos casi ocho mil dólares para coronar, en cambio con agrupación femenina un solo traje de corso cuesta Bs 5.000, el de preca cuesta como Bs 3.000, el de la reina 2.500 dólares, sin contar espaldar y carro, que son como 12 mil dólares. Los tocados son aparte, Bs 300 por cada evento”, dijo. 

Este año, según ella, se animó a participar porque el Carnaval sería más corto y tendría menos actividades, por ende, gastaría menos que lo acostumbrado. Luis Vincenti, que todos los años diseña carros, a menudo los más grandes del corso, dijo que se nota la austeridad, pero cree que tiene que ver más con la agenda acortada que con la pandemia.

“Se activó muy tarde el Carnaval. Yo solo estoy haciendo tres carros para el corso, antes hacíamos entre seis y siete, me pidieron trabajar con otros carros, pero no me daba el tiempo, fue muy corto. Con la pandemia en todo se pide rebaja, pero el tema más complejo fue encontrar los materiales brillosos y las plumas, por la incertidumbre de si había o no Carnaval”, dijo.

Para Vincenti, la clave estaba en reciclar, una práctica en su trabajo, y en desafiar a la creatividad. Ese hábito de reciclar le ayudó a ayudar a otros, al venderles algunos insumos. Vendió más de 1.500 plumas. Reconoció que fue muy duro para sus trabajadores este tiempo sin actividad carnavalera, ya que una buena parte son amas de casa que ayudan en sus hogares para aliviar los gastos escolares de inicio de año. “No saben la felicidad que sintieron cuando las llamé para empezar. Esa fue mi recompensa”, dijo. En total genera 36 empleos directos y 14 indirectos. Está con Picarazos, actuales coronadores; Januchos, aspirantes en 2023; y Ociosos, que aspiran a coronar en 2024. No puede quejarse de falta de trabajo, pero no piensa carnavalear, “por respeto a las personas que fallecieron”.

El diseñador de modas Galo Sánchez, explicó que mientras no hubo Carnaval salvó su rutina con barbijos, quinceañeras y novias, porque aunque no hubiera fiestas, hubo sesiones fotográficas. Sobre Carnaval, confesó que escasean materiales como las plumas y la pedrería, y que se ven obligados a ser creativos. Está trabajando con los aspirantes a coronadores del próximo año, los Farsas, y diseñó algunos trajes para varias presentaciones a la reina del Carnaval.

Sánchez dijo que normalmente recibía pedidos de diseño de provincias como Vallegrande, pero que ante la incertidumbre esto se vio afectado. Sobre los tres días de mojazón, el presidente de la ACCC dijo que por bioseguridad este año los espacios de calle se cerrarán a quienes no pertenezcan a las comparsas. Reconoció que ha disminuido el alquiler de garajes y que muchos optaron por quedarse en casas de familiares y conocidos. “No han disminuido el entusiasmo ni la alegría, son los de siempre. Simplemente se está cumpliendo con medidas”, agregó.