Contradictoriamente, en agosto, dos municipios de La Paz, Achacachi y Desaguadero habilitaron cementerios alternos para enterrar a sus muertos por Covid-19

6 de enero de 2021, 7:35 AM
6 de enero de 2021, 7:35 AM

El vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, llamó a recuperar las cualidades de la medicina natural en la lucha contra el Covid-19 y dijo que gracias a ese tipo de tratamiento, no hubo fallecidos en las provincias cuando la pandemia estaba en su más alto nivel de contagio.


“En el caso del coronavirus se han hecho varias recetas y no han tenido la necesidad de ir a los hospitales (...), no hay bajas en las comunidades por coronavirus, por eso es importante recuperar la medicina natural, que se conoce como medicina tradicional”, resaltó.


Contrariamente a sus declaraciones, entre los meses de julio y agosto los cementerios del área rural en el departamento de La Paz, colapsaron precisamente por el número de fallecidos a causa del coronavirus y los alcaldes de algunas poblaciones se vieron en la necesidad de habilitar 'cementerios Covid' porque los camposantos locales ya no abastecían.


Eso sí, las hierbas como el eucalipto, wira wira, manzanilla o matico subieron de precio en los puestos de venta en pleno centro paceño. Y en los últimos días, como ocurre con los medicamentos, es complicado encontrar estas especies.


Choquehuanca consideró que se deben consumir infusiones de plantas medicinales conocidas milenariamente por los pueblos indígenas originarios para combatir las enfermedades. Aunque lo que se vio es que las infusiones no detuvieron la mortal enfermedad.


Los municipios


El Alcalde de Achacachi, Mariano Huallpa, admitió en agosto que se tuvo que improvisar otro cementerio porque el que tenían ya no podía recibir más cuerpos. El municipio empezó a autorizar el entierro de personas sobre las tumbas de sus parientes.


Los habitantes de esta población relataron, en ese entonces, que las personas que fallecían de coronavirus no eran enterradas en el día como ocurre normalmente y sepultaban los cuerpos en las noches, tal como ocurría en las laderas de La Paz.


Otro alcalde, Wilfredo Acarapi, del municipio fronterizo de Desaguadero, relató que antes de la pandemia podía registrarse hasta tres fallecimientos por día, pero en los meses de agosto, ese número fue duplicado y en algunas jornadas se triplicaba el número de difuntos.


Incluso las autoridades decidieron habilitar la plaza 9 de Noviembre como centro de oración ante el alarmante crecimiento de los casos y que obligó a habilitar un cementerio solo para los fallecidos por Covid-19.