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CORONAVIRUS
Covid-19: Los habitantes de Shanghái recuperan una relativa libertad
Tras dos meses de confinamiento ante la ola de ómicron, alrededor del 90% de los habitantes de Shanghái volvieron a salir de sus casas este miércoles

Alrededor del 90% de los habitantes de Shanghái pueden volver a salir de sus casas este miércoles, ya que las restricciones sanitarias se van levantando gradualmente. Tras dos meses de confinamiento ante la ola de ómicron, vuelve a ser posible tomar el transporte público y, para algunos, volver a trabajar.
Es una sensación de libertad, un poco como la de los peces que se devuelven al río. No siempre se sabe por dónde empezar, aparte de las pruebas de PCR, que deben realizarse cada tres días y son obligatorias para acceder a los transportes y lugares públicos.
Carole Gabay, presidenta de la asociación "Solidaridad Covid", ya tiene algunas ideas sobre cómo utilizar esta nueva libertad: un viaje a la panadería. "Voy a salir esta tarde. Tengo una cita con mi peluquero y voy a intentar ir de compras para encontrar el pan que no he podido conseguir durante todo el confinamiento", explica la francesa de Shanghai.
"Es muy irreal"
A veces uno no sabe por dónde empezar después de estas larguísimas semanas de confinamiento. Thomas Malischewski durmió poco anoche. Este ex encerrado confiesa que pasó 80 días en su casa sin ver a nadie. En la actualidad, este profesor de francés se muestra receloso ante su nueva libertad.
“Es muy irreal. Tengo un poco de miedo al mundo exterior después de 80 días”, admite Malishewski.
La Sra. Zhao, que vive en el distrito de Putuo y trabaja en el sector del ocio, pudo volver al trabajo. "Me siento como si fuera un sueño, como si todo lo que hemos pasado en las últimas semanas hubiera desaparecido. Esta mañana, en el metro, no había mucha gente y los "grandes hombres de blanco" comprobaban "su código verde" en las entradas", dice. "Esta noche, cuando llegue a casa, creo que andaré un poco por ahí, quizá vaya al supermercado que hay cerca de mi casa”, asegura.
Cada uno hizo su propia lista de tareas, sintiéndose de nuevo un poco aturdido por esta nueva libertad. Es una libertad relativa, porque los "dabai", los guardias con trajes blancos de protección, están en la entrada de los transportes y lugares públicos para comprobar que su tarjeta sanitaria es "verde".
Esta "tercera fase" de la descontaminación de Shanghái se prolongará hasta finales de mes. Los centros comerciales, las peluquerías y las tiendas de comestibles han vuelto a funcionar al 75% de su capacidad. Pero en el caso de las escuelas, la mayoría de los alumnos siguen con el Zoom, y la reapertura de las escuelas se hará caso por caso, según las autoridades.
Una estrategia costosa
El confinamiento de Shanghái es el segundo más largo en China desde el inicio de la pandemia. En 2020, el practicado en Wuhan, la primera ciudad afectada por el virus, duró 76 días.
Después de más de dos años de pandemia, China es la única gran economía mundial que persiste en su estrategia "cero covid" consistente en buscar la erradicación total del virus en su territorio mediante severas restricciones.
Esta estrategia, especialmente con su aplicación en un centro empresarial como Shanghái, ha dañado la economía del país, socavando la producción, limitando el consumo y perturbando significativamente las cadenas de suministro.