Las excusas del presidente llegaron después de que el Gobierno decidiera no renovar los subsidios dados a las empresas para pagar parte de los salarios a cambio de mantener empleos y el auxilio de emergencia de 120 dólares mensuales que había aprobado el Congreso

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5 de enero de 2021, 20:13 PM
5 de enero de 2021, 20:13 PM

En medio de los cuestionamientos de distintos sectores por el cese de las ayudas especiales otorgadas a 68 millones de personas y el aumento de las familias hundidas en la miseria, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este martes que Brasil está "quebrado" y que no puede hacer nada para salir de la crisis generada por la pandemia.

Frente a un grupo de militantes de ultraderecha y activistas evangélicos en la puerta del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, el mandatario -quien en reiteradas oportunidades minimizó el impacto de la pandemia y se burló de las medidas de prevención para hacerle frente- admitió que el país está quebrado.

Bolsonaro dijo que su objetivo era cambiar en 2020 las categorías del impuesto a las ganancias y que la pandemia del coronavirus se lo impidió, además de culpar a la prensa.

"Yo quería cambiar las categorías del impuesto a las ganancias, vino el virus, potenciado por estos medios de comunicación que tenemos. Esta prensa sin carácter. Es un trabajo incesante de intentar desgastar para sacarnos de aquí (del gobierno) y atender intereses que no pueden revelar", dijo el mandatario.

El gobierno decidió no renovar los subsidios dados a las empresas para hacerse cargo de parte de los salarios a cambio de mantener empleos y el auxilio de emergencia de 120 dólares mensuales que había aprobado el Congreso, que en el tercer trimestre del año redujo a niveles de 1980 los índices de pobreza.

El fin del auxilio de emergencia en diciembre más la crisis económica que elevó el índice del desempleo al 14,3% en el fin de 2020 también tiene su correlato en la cantidad de familias en situación de miseria, según el Ministerio de la Ciudadanía.

El número de familias que piden ayuda del Estado no para de crecer desde 2016, época de la megacrisis económica política en la cual fue destituida la presidenta Dilma Rousseff y asumió el vicepresidente Michel Temer, hasta que en 2019 lo hizo Bolsonaro.

En octubre de 2020, 39,9 millones de personas se encontraban en la miseria en Brasil, teniendo en cuenta a los que viven con hasta 89 reales mensuales (16 dólares) por cada integrante de la familia.

Desde que Bolsonaro asumió, 1,3 millones de familias cayeron en la miseria, según datos del Ministerio de la Ciudadanía.