Si las medidas de contención fallan, la pandemia de Covid-19 podría dejar hasta 190.000 fallecidos en el continente en el primer año, asegura el organismo. Lesotho se convirtió ayer en el último país africano en reportar su primer contagio

14 de mayo de 2020, 18:16 PM
14 de mayo de 2020, 18:16 PM

El reino de Lesotho, el último país de África que no se había visto afectado por el coronavirus, anunció ayer su primer caso confirmado de Covid-19, justo en momentos en que la pandemia ya deja casi 70.000 contagios y cerca de 2.400 fallecidos en el continente, según reportes de prensa tomados de varios medios. 

El virus fue detectado en una de las 81 personas que se hicieron la prueba después de llegar la semana pasada desde Medio Oriente y Sudáfrica, dijo el Ministerio de Salud. El paciente es un ciudadano de Lesotho que estudia en Arabia Saudita, informó AFP.

Lesotho instauró el lockdown el 29 de marzo para protegerse de una posible propagación del virus desde Sudáfrica. Pero el primer ministro, Thomas Thabane, relajó las restricciones el 6 de mayo, al permitir que “todos los servicios y empresas no esenciales” puedan “abrir temporalmente sus locales”.

A comienzos de marzo, los expertos ya dirigían su mirada hacia África, preocupados por el impacto que la pandemia tendría sobre su población. Pero una duda invadía a muchos: ignoraban por qué a esa altura se habían reportado tan pocos casos. Dos meses después, si bien las cifras exhibidas por los países africanos no son tan dramáticas como las de EEUU o Europa, la OMS advierte que la situación podría empeorar de forma dramática si las medidas de contención fallan.

Según el último balance publicado por la oficina regional de la OMS, hasta ahora se contabilizan 69.126 contagios y 2.386 decesos en África producto del Covid-19. Sudáfrica se mantiene como el país más afectado, con 12.074 casos y 219 muertos, si bien el que más víctimas mortales registra hasta la fecha es Egipto, con 556 fallecidos y 10.431 contagios, lo que lo sitúa como el segundo país más castigado.

Aunque la enfermedad parece estar propagándose más lentamente que en América y Europa, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en África alertaron el 5 de mayo que el número de casos en el continente había subido un 42% respecto a su último reporte del 28 de abril.

La OMS, basada en su modelo de predicción para 47 países africanos que suman más de mil millones de habitantes, teme que en los próximos meses las cifras suban drásticamente, hasta el punto de pronosticar entre 83.000 y 190.000 fallecidos en el primer año. Así, si las medidas de contención fracasan, entre 29 y 44 millones de personas podrían contagiarse en el continente más pobre del planeta, marcado por un débil sistema sanitario y la falta de redes básicas de higiene y saneamiento.

Lo que está claro es que la pandemia supondrá un desafío en términos generales para el conjunto del sistema sanitario africano, ya que la OMS prevé que se requieran entre 3,6 y 5,5 millones de hospitalizaciones, de las cuales entre 82.000 y 167.000 corresponderán a pacientes con requerimientos de oxígeno. Entre 52.000 y 107.000 necesitarán respiradores mecánicos.. 

Sin embargo, una encuesta de servicios de salud en la región africana realizada en marzo reveló que, en promedio, había nueve camas de unidades de cuidados intensivos por cada millón de personas.