Este sector vulnerable de la población tiene una asociación que nació en el km 13 a La Guardia. Se ha expandido en la urbe cruceña

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6 de abril de 2020, 17:51 PM
6 de abril de 2020, 17:51 PM

“Una madre no le tiene miedo a la muerte, su mayor temor es dejar sin hogar a sus hijos”, reza un eslogan en un ´banner´ de la Asociación de Madres Solteras y Jóvenes Emprendedores, creada hace cinco años en Santa Cruz por mujeres en situación vulnerable, con el fin de ayudarse entre sí.

Ahora, como la mayoría de la población, el grupo pasa por momentos difíciles a raíz de la cuarentena impuesta para frenar el coronavirus en el país. Hoy, por ejemplo, varias de las afiliadas se reunieron en el barrio Integración las Américas, situado en el km 13 de la ruta a La Guardia, cocinaron un guiso de fideo con queso y distribuyeron a las componentes más desamparadas.

Si no echaran mano de la olla común, varias mujeres y sus hijos se quedarían sin comer en este aislamiento. En horas de la mañana, funcionarios municipales de la Alcaldía de La Guardia llegaron al lugar y repartieron víveres para 50 personas, pero las raciones se quedaron cortas por la cantidad de familias carentes.

“En tiempos normales hacemos kermés y otras actividades para recolectar alimentos, porque nuestra intención es ayudarnos entre nosotras. El 90% de estas personas vive en alquiler y tiene más de dos hijos. Son gente que trabaja vendiendo en la calle refrescos, somó, helados y comida para subsistir y mantener a su familia” dijo Elba Coca Cáceres, presidenta de la Asociación.

La agrupación crece cada vez más

La asociación empezó con cinco integrantes en el km 13 de la doble vía a La Guardia y ahora cuenta con 120 miembros del Plan Tres Mil, de la Villa Primero de Mayo, de la avenida Virgen de Luján y de otros barrios.

También se han sumado padres solteros (hay unos diez) y jóvenes que tienen a su cargo a sus abuelos o hermanos menores. “El 90% son mujeres. Nuestra oficina funciona en una casa particular que un vecino nos ha dado por un año. Ahí hacemos reuniones, kermés y otras actividades”, manifestó Elba, madre soltera de 27 años, con dos hijos, que trabaja en la asociación como voluntaria.

Las principales causas de estas personas para que se las vean solas criando a sus hijos son el abandono del marido y la violencia machista ejercida por estos, los que obliga a las mujeres a dejar el hogar. “Algunas han sido abandonadas y otras golpeadas por su pareja, hay historias que parten el alma”, aseguró la presidenta.

Yady, una de las afiliadas domiciliada en el km 13, tiene dos hijos pequeños y mantiene a su hermana menor. Vive sola con los suyos desde hace dos años, cuando decidió apartarse de su pareja porque la golpeaba frecuentemente.

“Estudié gastronomía y con eso salgo adelante. Vendo pan, salteñas, queques y otros horneados, pero ahora es difícil porque no hay cómo ganarse la vida. Hoy hemos hecho una olla común con el arroz, la harina, el aceite que conseguimos para darle de comer a las madres que lavan ropa, a las que viven solas y no tienen de dónde sacar comida. Queremos que nos ayuden con víveres”, indicó Yady, refiriéndose a las autoridades de los tres niveles de gobierno.

Roxana, una madre soltera domiciliada en la avenida Virgen de Luján, entre los anillos octavo y noveno, dijo que viene luchando sola hace 10 años para mantener a sus dos hijos.

“He trabajado de todo, me he dedicado a vender todo lo que he podido y ahora trabajo en el cementerio La Cuchilla, haciendo ramos de flores; me pagan porcentaje, pero ahora no estoy yendo por la cuarentena. Las autoridades se han olvidado de nosotros. No nos caerá mal que nos den alimentos”, señaló Roxana.

Javier F.M., uno de los padres solteros afiliados a la asociación, se las bate de forma dura para llevar alimentos a sus cuatro hijos (de nueve, seis, cuatro y dos años) en el barrio Bicentenario. En los tiempos buenos trabaja como albañil, pero ahora no hay cómo.

Hace poco vendió su teléfono celular para comprar alimentos, pero ya se acabaron. Ha tenido que andar por quintas y sembradíos, donde ha rogado por frutas o lo que sirviere para comer. Hoy consiguió algunas toronjas y yuca.

“Mi mujer nos abandonó hace dos años. Yo soy albañil y quiero salir a trabajar para mantener a mis hijos porque la ayuda no llega por acá”, expresó Javier.

La agrupación de madres y padres solteros sigue creciendo pese a la estigmatización que recibe de parte de la sociedad. “Queremos que estas mujeres se superen, pese a que nos critican. En nuestra cara se ríen por no tener un marido. Aunque no lo crean, las mujeres son las que se ríen más”, aseguró Elba Coca.

Para colaborar con esta asociación, se puede llamar a los teléfonos 756-95222 y 650-28067.