El Deber
COVID-19
Militares custodian a bolivianos del albergue de Iquique y los de Calama siguen durmiendo en la calle
Hay médicos bolivianos que cooperan con los que quieren viajar desde Calama y Antofagasta
Llegaron a Iquique después de acampar varios días frente al consulado boliviano, en Santiago, en la zona de Providencia. Los instalaron en un albergue, y mientras llegaban sonaba el tema Por qué estás triste, de Savia Andina. "Pusieron esa música para que nos demos cuenta que estamos en una situación complicada, pero que vamos a estar mejor", comenta Ronald Palma, uno de los 655 bolivianos que llegaron a Iquique, según los números de Elena, una de las líderes que está en el lugar.
El domingo se detectó un caso positivo de coronavirus y hasta el lunes se habían confirmado 23 casos. "De esos 23 ahora no sabemos nada", comenta la dirigente.
Sin embargo, las cifras son mayores. La canciller boliviana, Karen Longaric, informó que hay 138 casos positivos, y hasta hoy miércoles no se reportó un incremento, según fuentes de la Cancillería.
Anoche fueron llevadas 89 personas del Liceo A-7 donde estaban albergados hacia el ex Colegio Unap. Según Edición Cero, varios están contagiados. Un video que enviaron a EL DEBER los albergados muestra el momento en que eran trasladados en camiones militares.
Elena cuenta que ni bien se supo de las infecciones, se detuvieron las visitas del personal de la municipalidad que los atendían, los visitaban y los ayudaban a organizarse.
"Lo peor es que ni nosotros mismos sabemos si tenemos o no la enfermedad. El lunes se me hizo la prueba, pero hasta hoy no sé si tengo la enfermedad. No tengo síntomas pero ayer me empezó un dolor de cabeza fuerte, pero esta mañana amanecí mejor. Quizá es la situación, pensé", dijo esta cochabambina, que fue a trabajar acompañada de algunos familiares.
Hoy almorzaron tallarín con estofado de carne molida y cenarán lo mismo, como sucede cotidianamente. La alcaldía les entregó una cajita con cloro, un detergente, dos pares de guantes, lavavajillas y esponja. Todo tienen que compartirlo entre las 15 personas que están en cada sala del albergue.
"Nos dijeron que esperemos con calma, que ya podremos comprar más, pero no hay dónde hacerlo. Ya no tenemos barbijos. Muchas personas se hicieron algunos como pudieron", cuenta.
Un militar chileno con el que tuvo contacto EL DEBER aseguró que tienen la orden de no dejar salir ni ingresar a nadie que no sea estrictamente necesario.
El alcalde de Iquique, Mauricio Soria, opinó en medios locales que la decisión de trasladarlos a esa ciudad se hizo sin ninguna consulta. Considera que debieron quedarse en Santiago, donde hay más medios para luchar contra la pandemia. En Santiago, según el boliviano Roly Elías, hay al menos 300 compatriotas esperando el retorno. 50 de ellos están alojados en una sola casa, gracias a una chilena de buen corazón.
Lo que desean los bolivianos en el alberque de Iquique es aislarse de los que son portadores, porque siguen utilizando el mismo baño y la misma ducha. "Nos sentimos desprotegidos. No tenemos ayuda. Está corriendo el rumor de que ya no nos quieren en Bolivia. ¿Será?".
En Calama
El médico Humberto Elías es boliviano y voluntario de la Cruz Roja. Se moviliza durante todo el día para ayudar a las 170 personas que están pernoctando frente al consulado de Calama. Humberto Elías está encargado de realizar un censo rápido para determinar la cantidad de hombres, mujeres, niños y personas de tercera edad que están durmiendo en las carpas.
María Cecilia Rojas, una cruceña que colabora con la distribución de alimentos, dice que hay 270 bolivianos que quieren retornar desde Calama, y de ellos, 170 duermen en la calle.
Anoche, el alcalde de Calama, Daniel Augusto Pérez, se acercó a los bolivianos y les llevó bebidas calientes y sándwiches.
"Hoy tenemos para comer y hemos reunido para el almuerzo de mañana. Pero no sabemos qué va a pasar pasado mañana", comenta el médico, que colabora con el abarrotado consulado.
"Esto es una crisis humanitaria", comenta Roy Elías Retamozo, que ayudó a llegar a Bolivia a quienes estaban en tránsito por Antofagasta, donde él reside. En esa ciudad los bolivianos fueron recibidos en dos albergues y partieron sin problemas a sus destinos.
Tanto Humberto como Roy, que son hermanos y viven en dos ciudades distintas de Chile, proponen revisar a los compatriotas y certificar si tienen o no síntomas de coronavirus. Con ese certificado, Bolivia podría aceptarlos para completar la cuarentena en su territorio.
Un funcionario de Gobierno que prefiere no ser nombrado dice que esa medida se está realizando, y pone como ejemplo los 70 bolivianos que completarán su cuarentena en Bolivia. "Pueden hacer siete días de cuarentena en Chile y siete en Bolivia", asegura.