La prelatura de Sao Félix do Araguaia, en Mato Grosso, anunció que la muerte del obispo se produjo en la mañana en un hospital en Batatais, cerca de San Pablo, donde se encontraba en cuidados intensivos por problemas respiratorios

8 de agosto de 2020, 15:10 PM
8 de agosto de 2020, 15:10 PM

El obispo español Pedro Casaldáliga, ferviente defensor de los nativos de la Amazonia y uno de los principales representantes de la Teología de la Liberación latinoamericana, murió el sábado a los 92 años en Brasil, donde residía desde 1968, informó el obispado.

La prelatura de Sao Félix do Araguaia, en Mato Grosso, anunció en un comunicado que la muerte de Casaldáliga se produjo en la mañana en un hospital en Batatais, cerca de San Pablo (sureste), donde se encontraba en cuidados intensivos por problemas respiratorios. Padecía la enfermedad de Parkinson. 

Nacido en 1928 en Balsareny, en Cataluña, Casaldáliga fue ordenado sacerdote en 1952 y partió en misión a Sao Felix do Araguaia, en el corazón de la Amazonia brasileña, en 1968, en plena dictadura militar. 

Allí se opuso al régimen, a los latifundistas e incluso al Vaticano para defender a los campesinos sin tierras y a los indígenas. 

"Nuestra tierra, nuestro pueblo, pierden a un gran defensor y un ejemplo de vida generosa en la lucha por un mundo mejor, que echaremos mucho de menos", tuiteó este sábado el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. 

"Lo difícil es vivir" 

"En esta tierra es fácil nacer y morir, lo  difícil es vivir", declaró el prelado a la AFP en 2012, con motivo del estreno de una serie de televisión sobre su vida, "Descalzo sobre la tierra roja", inspirada en el libro homónimo del escritor y periodista catalán Francesc Escribano. 

Casaldáliga, que vivió bajo una amenaza constante de los asesinos a sueldo de los latifundistas, formó parte de los fundadores de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) y del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), dos organizaciones clave en la lucha para la reforma agraria. 

En 1998, el religioso sufrió en Roma un duro interrogatorio del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, que se convirtió en papa siete años después con el nombre de Benedicto XVI. 

En España, donde la noticia sobre la muerte de Casaldáliga ocupaba un gran espacio en los medios, la portavoz del gobierno, María Jesús Montero, mostró en Twitter su "reconocimiento y gratitud" al obispo, por dedicar su "vida al servicio de los pobres".

Quim Torra, presidente regional de Cataluña, de donde era originario el religioso, le dio las "gracias" en Twitter por "toda una vida de lucha por la causa del mundo indígena, la iglesia de los más pobres, la paz como fruto de la justicia, la liberación de las personas y los pueblos oprimidos. Una vida plena, comprometida y solidaria".

A finales de julio, junto con otros 150 obispos brasileños, Casaldáliga firmó una carta abierta con críticas al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro. En la misiva se aludía a la "incompetencia" del mandatario y su "incapacidad" a la hora de gestionar la crisis sanitaria del coronavirus, que ha dejado casi 100.000 muertos en Brasil, entre ellos varios centenares de indígenas.