Vacunas retrasadas, escasez de oxígeno, tratamientos ineficaces contra el Covid-19, en Brasil, una comisión investiga el papel del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro en uno de los peores brotes de coronavirus del mundo

4 de mayo de 2021, 19:20 PM
4 de mayo de 2021, 19:20 PM

Covid-19 no es más que una "gripecita" y los brasileños deberían "dejar de lloriquear". Ese es el tipo de reacciones que ha tenido el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ante la actual pandemia mundial. Bajo su liderazgo, el país ha registrado la segunda cifra más alta de muertes por Covid en el mundo, con más de 400.000 fallecidos, mientras colapsan las unidades de cuidados intensivos.

Ahora, una comisión del Senado está investigando la gestión de su Gobierno en respuesta a la pandemia. El resultado de esta investigación, que comenzó el pasado martes (27.04.2021) y durará 90 días, podría tener un efecto grave en el futuro político de Bolsonaro.

¿Qué está investigando exactamente la comisión?

El objetivo principal de la investigación es identificar a las personas o autoridades responsables de lo que los críticos describen como una respuesta fallida a una pandemia.

Muchos expertos en salud pública han culpado al Gobierno de Bolsonaro. Un estudio de la Universidad de Sao Paulo y el grupo de derechos humanos Conectas calificó incluso su gestión como una "estrategia institucional para propagar el coronavirus en el país".

La comisión ha esbozado 18 temas que quiere investigar para sacar sus propias conclusiones.

Un punto importante es el rechazo de algunas ofertas de vacunas, incluida BioNTech-Pfizer, ya que Brasil ahora lucha contra la escasez. Otra pregunta a responder será por qué el Estado impulsó curas ineficaces como el llamado "kit COVID", un cóctel de medicamentos no comprobados para el tratamiento de la enfermedad como la hidroxicloroquina o la ivermectina antiparasitaria.

La investigación también revisará el colapso de la atención médica en el estado de Amazonas, donde los hospitales han luchado por abstecerse de oxígeno.

¿Quiénes serán investigados?

La comisión interrogará a varios ministros y asesores gubernamentales. Eso incluye a los exministros de Salud de Bolsonaro, Luiz Henrique Mandetta, Nelson Teich y Eduardo Pazuello. Los tres ocuparon el cargo en algún momento durante la pandemia.

Pazuello, un general del Ejército sin experiencia en Salud y especialmente leal a Bolsonaro, podría ser una de las voces más importantes. Pero tiene derecho a no declarar, para no incriminarse a sí mismo, advierte Wallace Corbo, experto legal de la Fundación Getulio Vargas.

"Si Pazuello comparte la información que tiene como alguien que estuvo a cargo del Ministerio de Salud durante el peor momento de la crisis del Covid, esto podría ser de suma relevancia política", dice Corbo a DW. "Si opta por no testificar, la comisión aún puede evaluar sus actos como ministro de Salud y estos actos pueden hablar por sí mismos".

¿Qué más puede hacer la comisión?

La comisión tiene la misma facultad de investigar que un juez. Eso significa que puede llamar a testigos a declarar, así como solicitar información y documentos a entidades públicas, entre otras cosas.

Sin embargo, no tiene derecho a emitir un fallo u ordenar arrestos. Su finalidad es únicamente recabar pruebas y, de ser necesario, transmitirlas a las autoridades judiciales.

¿Qué significa eso para Bolsonaro y su Gobierno?

Si bien, en el papel, puede parecer que este tipo de investigaciones no significan gran cosa, tienen "un enorme potencial para alterar la política", asegura Corbo.

En el peor de los escenarios posibles para el Gobierno, esta pesquisa podría concluir que Bolsonaro y/o sus ministros fueron los responsables de agravar la crisis del Covid. Posteriormente, las autoridades competentes podrían abrir casos penales, o los legisladores podrían acelerar uno de las muchos reclamos de juicio político que ya se han presentado.

Pero incluso si no llega a este punto, la investigación podría dañar la imagen de Bolsonaro antes de una posible reelección en 2022.

"Las indagatorias generan mucha visibilidad, a veces más que un proceso judicial. Durante los juicios, parte de la información puede ser confidencial, pero las indagatorias son mucho más accesibles al público", destaca Corbo.

Esta investigación específica también podría atraer mucha atención porque se trata de un problema "tangible", agrega Magna Inácio, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Minas Gerais.

Investigaciones anteriores fueron ignoradas por muchos brasileños porque trataron temas lejanos, como la compra de una refinería de petróleo en Estados Unidos. Pero "esta es sobre algo que la gente experimentó por sí misma. Los debates tienen un gran potencial para movilizar", advierte Inácio.