El número de muertes ahora es de 4.142 personas, con un total de 379.051 casos registrados de Covid-19, de los cuales 150.993 ya se curaron. Moscú es el epicentro de la epidemia, con casi la mitad de las contaminaciones

28 de mayo de 2020, 11:40 AM
28 de mayo de 2020, 11:40 AM

Rusia superó este jueves el umbral de las 4.000 muertes debidas al coronavirus, según las últimas cifras oficiales, que muestran también un descenso de las nuevas contaminaciones, a pesar de testimonios que hablan de la saturación de los hospitales en San Petersburgo.

El número de muertes en Rusia es ahora de 4.142 personas, con un total de 379.051 casos registrados de coronavirus, de los cuales 150.993 ya se curaron.

Moscú, el epicentro de la epidemia, registra casi la mitad de las contaminaciones con 173.497 casos y 2.254 muertes.

El número diario de nuevas contaminaciones continúa disminuyendo progresivamente, con 8.371 nuevos casos en las últimas 24 horas.

Rusia había conocido a principios de mayo niveles que superaban diariamente los 10.000 nuevos casos.

Pero en San Petersburgo, la segunda ciudad del país y el segundo lugar más afectado después de Moscú y su región, siguen llegando muchos pacientes con coronavirus, según varias fuentes.

El viernes, el gobernador de la ciudad, Alexánder Beglov, dijo que no había "tendencia a la disminución de la epidemia".

En Moscú, las autoridades observaron una disminución del número de contaminaciones y anunciaron el levantamiento, el 1 de junio, de varias restricciones impuestas desde hace dos meses, por ejemplo, la reapertura de algunos comercios y, bajo condiciones, las salidas de paseo.

En las demás regiones, la situación es variable, ya que algunas de ellas comenzaron un desconfinamiento prudente el 12 de mayo. 

El presidente ruso, Vladimir Putin, se congratuló de la situación, al considerar que si la epidemia se había detenido era porque "actuamos de manera proactiva".

Las autoridades explican la baja tasa de mortalidad en Rusia en comparación con Europa occidental por las medidas adoptadas en una fase temprana, una política de detección masiva de la población y una rápida reestructuración del sistema hospitalario. 

Sin embargo, los críticos ponen en duda la sinceridad de las cifras oficiales, acusando a Moscú de subestimar deliberadamente el número de muertos de Covid-19, lo que las autoridades niegan.