El gobierno de Alberto Fernández confiaba en sellar un acuerdo esta semana, con la presentación de una "oferta final" el martes pasado. Sin embargo, las expectativas han caído, aunque las negociaciones continúan

17 de junio de 2020, 20:37 PM
17 de junio de 2020, 20:37 PM

Argentina acercó posiciones con buena parte de sus acreedores para lograr una reestructuración "sostenible" de un tramo de su deuda por unos 66.000 millones de dólares bajo legislación extranjera, pero las diferencias con algunos tenedores de bonos aún persisten.

El gobierno de centro-izquierda de Alberto Fernández confiaba en sellar un acuerdo esta semana, con la presentación de una "oferta final" el martes pasado. Sin embargo, las expectativas han caído, aunque las negociaciones continúan

"No hay oferta, la distancia con algunos bonistas es aún insostenible", indicó a la AFP una fuente de gobierno este miércoles, cuando faltan tan solo dos días para que venza el plazo fijado por el Ejecutivo para adherir al canje.

"Es altamente improbable que (un acuerdo) se resuelva antes del viernes", destacó el informante que pidió el anonimato. 

Las negociaciones se han desarrollado hasta ahora bajo un acuerdo de confidencialidad, pero ese compromiso se terminó este miércoles por la tarde y no fue renovado.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, ha repetido que Argentina está comprometida "con una reestructuración de deuda exitosa que contribuirá a estabilizar la condición económica actual".

El país, uno de los principales exportadores de alimentos del mundo, se encuentra en recesión desde 2018 y se estima que su economía sufrirá aún más este año por efecto de la pandemia del nuevo coronavirus, con un estimado de caída del PIB de 6,5%.

BlackRock 

El fondo BlackRock, uno de los principales tenedores de deuda argentina, es señalado como el más intransigente.

"Hay muchos grupos de bonistas que empiezan a indicar que BlackRock está con más ganas de litigar (ante la justicia de Nueva York) que de acordar", dijo una fuente oficial. 

En default desde el 22 de mayo, Argentina busca mejorar su oferta inicial, rechazada el 8 de mayo y que contemplaba tres años de gracia y una rebaja de 62% en intereses y 5,4% en el capital.

En su negociación, Argentina cuenta con el apoyo del Fondo Monetario Internacional, con el cual tiene una deuda de 44.000 millones de dólares. La deuda pública argentina totaliza unos 324.000 millones de dolares, equivalentes a casi 90% de su Producto Interno Bruto.

En esta negociación hay bonos de 2005 y 2010, producto de una anterior reestructuración durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015), y también nuevos títulos emitidos a partir de 2016, durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019). 

Si los tiempos se alargan, otros bonos caerán en default. Hay vencimientos previstos para fines de junio, que contando el periodo de gracia podrían extenderse hasta fines de julio.