El ensayo clínico randomizado será coordinado entre el Comité Científico del Sedes-La Paz y la Universidad Pública de El Alto (UPEA)

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21 de agosto de 2020, 10:17 AM
21 de agosto de 2020, 10:17 AM

Desde la próxima semana, el Servicio Departamental de Salud (Sedes-La Paz), iniciará la organización para realizar pruebas clínicas en el uso del dióxido de cloro contra la pandemia del coronavirus.

“El Comité Científico ha planeado hacer un ensayo clínico randomizado (ECR). Lo haremos con la Universidad Pública de El Alto (UPEA). La próxima semana ya vamos a estar poniendo en práctica el protocolo que tendrá su tiempo de realización”, informó el director técnico del Sedes-La Paz, Ramiro Narváez.

El ensayo clínico randomizado es una de las formas más rigurosas de establecer una relación causal entre una intervención sanitaria y su efecto.

En ese sentido, este primer estudio en Bolivia, que se haga con dióxido de cloro, va a durar unos dos meses, según Narváez y va a dar luces a la evidencia sobre el dióxido de cloro en el tratamiento de la enfermedad.

No es un medicamento

Mientras no exista un estudio que avale el uso medicinal del producto, la autoridad sanitaria señaló que el dióxido de cloro, solo es un desinfectante y no se lo considera un medicamento.

“En el tema científico, un elemento como el dióxido de cloro, no es considerado un medicamento. Es un desinfectante que se utiliza para desinfectar agua”, aclaró el director del Sedes-La Paz.

Pero explicó que su uso ha tenido una difusión muy grande en el país y no puede cerrar los ojos ante este hecho. Es por eso que, para garantizar la inocuidad de un producto y evitar daños al organismo humano, es que se realizarán estos ensayos clínicos.

Posición del Ministerio de Salud

En julio pasado, el Ministerio de Salud alertó que el uso del dióxido de cloro, como un supuesto remedio contra el Covid-19, ya provocó muertes en el país, a causa del consumo de esa sustancia altamente tóxica para la salud.

“Tenemos que ser enfáticos, el Ministerio de Salud está totalmente en contra de la utilización del dióxido de cloro”, dijo el pasado 22 de julio, la ministra de Salud, Eidy Roca.

Un informe científico publicado por esta Cartera de Estado, destacó que el dióxido de cloro, utilizado como blanqueador y desinfectante, puede causar fallas respiratorias, trastornos sanguíneos, presión arterial baja, falla hepática, anemia, vómitos y diarrea.

“Estamos hablando de un atentado a la salud pública. Se está haciendo un análisis minucioso en todo el país de todo los casos que han llegado a los hospitales con antecedentes fidedignos de haber consumido o haberse inyectado el dióxido de cloro y muchos de esos casos han muerto”, declaró Roca en ese momento.

Por su parte, la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud (Agemed), dependiente del Ministerio de Salud, señaló que el clorito de sodio o dióxido de cloro no está reconocido como medicamento por ninguna agencia sanitaria a nivel internacional, no se encuentra incluido en la norma farmacológica y a la fecha no existe ninguna solicitud de registro sanitario de ese producto.

Sirmes apoya estudio

Semanas atrás, el comité ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de la Salud Pública (Sirmes-La Paz), creó un comité científico de notables profesionales para profundizar las propiedades curativas que se atribuyen al uso del dióxido de cloro para pacientes positivos de Covid-19.

Fernando Romero, secretario general de la entidad, manifestó que no se podía rechazar o avalar el uso del producto, sin hacer un estudio serio. Aseguró que se pueden realizar estudios clínicos serios en un corto plazo y pidió agilizar el trabajo respecto a este tema, con la posibilidad que pueda ser una alternativa real a la enfermedad con presencia mundial.

En ese contexto, el procedimiento primero será revisar toda la documentación bibliográfica que haya sido trabajada y elaborada respecto al uso; después de esta fase y con las conclusiones parciales que se tenga, se podría realizar pruebas en algunos pacientes que estén con la enfermedad y brinden su consentimiento para aplicar la solución y evaluar su recuperación.