Recibió el alta médica y llegó a la casa de sus suegros para iniciar su recuperación. Contó el complicado momento que le tocó vivir tras la fractura de peroné y una luxación del tobillo. Está enfocado en volver pronto

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25 de septiembre de 2019, 10:10 AM
25 de septiembre de 2019, 10:10 AM

Lleno de optimismo, después de digerir el trago amargo que vivió la noche del domingo en el Tahuichi, durante el partido ante Guabirá, Mario Cuéllar habló con DIEZ al recibir el alta médica tras su operación, en la que le colocaron una placa en el peroné y le reconstruyeron los ligamentos del tobillo izquierdo.

Su grave lesión lo alejará de las canchas por seis meses. Las muestras de apoyo llegaron de todas las direcciones. Vía redes sociales, llamadas telefónicas y visitas personales, como la del director técnico de la selección, César Farías. La fortaleza del cruceño es su familia por la que piensa retornar a las canchas para seguir demostrando su fútbol en Oriente y en la selección boliviana, en las Eliminatorias.

¿Cómo estás mentalmente luego de la operación?
Estoy un poco mejor. Pasé por algo que no se lo deseo a nadie, fue un momento difícil el día del partido. Ahora mi cabeza está puesta en la recuperación.

¿Qué ha sido clave para que estés fortalecido?
Gracias a Dios tengo el apoyo de mi familia y de mis amigos, que es lo que me da la fortaleza para encarar lo que viene. También recibí el apoyo de los hinchas, de los colegas y de varios directores técnicos y eso hace que tenga la mentalidad positiva.

¿Qué se te vino a la cabeza en el momento de la lesión?
Se me vino toda mi vida en dos segundos. Me pasaron un montón de cosas por la cabeza, no lo podía creer. Me asusté porque me sorprendió ver mi pie colgando como se dice. Me asusté bastante, pero lo más importante fue que me llevaron rápido al médico y la operación también fue bastante rápida. Fue esa misma noche y gracias a Dios salió todo bien.

Te tuvieron que trasladar en un taxi y no en la ambulancia como debía ser...
Prefiero no hablar de eso porque me da más rabia. Lo importante fue que los médicos del club, al ver esa situación, actuaron rápido y tomaron la mejor opción que fue sacarme rápido y agarrar un taxi para ir a la clínica más cercana.

Esto llega justo cuando estás consolidado en tu equipo e incluso fuiste llamado a la selección...
Justo me pasó cuando ya venía agarrando ritmo, cuando venía más aplomado en la última línea. Me duele bastante eso porque me trunca bastante. Estaba siendo considerado en la selección por el entrenador (César) Farías. Esta lesión me llega en un buen momento de mi carrera, pero lastimosamente los jugadores estamos expuestos a este tipo de lesiones y lo único que nos queda es tratar de recuperarnos lo antes posible.

Te visitó César Farías...
Fue a darme su apoyo y algunos consejos. Me dijo que tenga paciencia en la recuperación porque las Eliminatorias son largas, que me recupere bien y que agarre ritmo porque voy a ser considerado en algunas convocatorias.

¿Confías en ser el mismo jugador de antes?
Yo creo que voy a ser mejor. Eso depende de mí, tengo que hacer mi recuperación al pie de la letra como me dicen los doctores para estar lo antes posible en las canchas que es lo que más quiero.

¿Se te pasó por la mente que era el final de tu carrera?
Nunca se me pasó por la mente eso, en ningún momento pensé dejar el fútbol, sí me di cuenta que la lesión era grave y lo único que sabía era que iba a dejar de jugar un buen tiempo, pero no dejar el fútbol.

¿Qué le decís a los que te apoyaron en este momento?
Quiero agradecer a todos los que me brindaron su apoyo. Sentí aliento por todos lados.