Dos economistas afirman que el boliviano vale menos, tomando en cuenta el cambio paralelo y el poder adquisitivo de la moneda boliviana. Instan al Gobierno a tomar medidas urgentes

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20 de julio de 2024, 13:15 PM
20 de julio de 2024, 13:15 PM

La situación de Bolivia tiende a empeorar si no se toman acciones para solucionar el “desangramiento” de los recursos económicos a través del modelo que aplica el Gobierno. Así describe la situación el economista y experto en finanzas Jaime Dunn. Continuar con las subvenciones de hidrocarburos, elevado gasto público y restringiendo las exportaciones, agrava la situación actual y aleja una posible solución a la crisis económica.

Dunn participó en una entrevista en el programa sabatino ¡Qué semana!, que se emite por EL DEBER Radio. Durante su intervención reconoció que “tiene muchas esperanzas” de que la situación económica del país se pueda resolver, pero mientras tanto, “el bolsillo (de los bolivianos; se ha vuelto más grande y el dinero más chico”.

"Entonces nuestro dinero ya vale menos. Yo aquí tengo un billete de 100 bolivianos, pero esto en realidad tiene valor de 60 (bolivianos) hoy en día respecto al dólar. Y claro, la billetera ya me queda grande”, expresó Dunn en el contacto desde la ciudad de La Paz.

El economista puso como analogía la situación de la sala de emergencias de un hospital, donde el paciente es la economía y el médico es el Gobierno que “no quiere aplicar la medicina”.

“Tenemos que empezar a cerrar rápidamente la hemorragia que se está produciendo por todos lados. Esa hemorragia es que hemos perdido 2.500 millones de dólares, cuando vemos la diferencia entre las exportaciones del 2022 y 2023. Hemos tenido que pagar el servicio de deuda externa 400 millones más de lo que nos ha ingresado (….). Se han salido del sistema financiero más o menos 1.700 millones de dólares (…). O sea, te falta unos 5.000 millones de litros de sangre”, aseveró, a tiempo de mencionar que el subsidio a los combustibles es el mayor perjuicio.

En ese sentido, Dunn calculó que se pueden ahorrar en subsidios y en inversión pública, unos $us 5.000 millones si se permite a los privados importar su propio combustible y cancelar la creación de algunas empresas públicas que pueden ser deficitarias. También pidió revisar el gasto en sueldos y salarios.

Además, consideró que la tendencia en la economía es la desaceleración y que en la presente gestión estará en el orden del 2%. "Es decir, ya estamos creciendo a una de una manera más lenta, las variables del consumo y el gasto ya no son suficientes para que la economía crezca", señaló.

“Es cierto que la inflación es relativamente baja todavía en el país, pero está creciendo la inflación acumulada a 12 meses. Hace seis, siete meses atrás era del 1,8% y ahora está superando el 3,8%, es un crecimiento muy grande en muy poco tiempo. Entonces eso significa los precios están subiendo y van a subir más lamentablemente, porque no hay señales de que se están resolviendo los problemas”, agregó Dunn.

Por su parte, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, precisó que, si se toma en cuenta el tipo de cambio oficial, la oscilación de nuestra moneda frente al dólar americano fue mínima. “Sin embargo, si se consideraría el precio del dólar paralelo, que es el que se utiliza y se tiene acceso en el mercado cambiario, la devaluación sería cerca al 50%”.

Recalcó que el principal problema no solo es monetario, cambiario o comercial, sino principalmente fiscal. “Mientras no se apliquen políticas estructurales que reduzcan el gasto público o aumenten nuestros ingresos fiscales, las medidas que se apliquen solo serán paliativos a corto plazo”, reflexionó.

Al mismo tiempo, expresó que la economía boliviana “no puede depender a largo plazo de mayor endeudamiento externo o de la coyuntura volátil de nuestro comercio exterior, sujeto a fenómenos naturales y las condiciones de los mercados internacionales, donde no definimos precios”, añadió Romero.