El mayor desarrollo y uso de aplicaciones, y la mayor facilidad de acceso a dispositivos móviles crearon una tendencia que fue profundizada por la pandemia

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22 de marzo de 2022, 4:00 AM
22 de marzo de 2022, 4:00 AM

Walter Vásquez


Sucedió con el telégrafo, sucede con la telefonía fija y puede suceder con la telefonía móvil. Según un analista, las llamadas por celular “tienen los días contados”. La comunicación por WhatsApp, Messenger, Duo, Telegram y otras plataformas de internet se impuso naturalmente en el país, por el avance tecnológico y porque significa un menor gasto para los bolsillos, lo que deja a las operadoras del sector con la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones de mercado.

La caída de los ingresos del servicio móvil se inició en 2014, tras haber alcanzado en 2013 el pico de Bs 5.031 millones. Luego de seis años, estos ingresos bajaron a Bs 2.079 millones (-58%), pese a que en ese tiempo la cantidad de líneas activas del sector mantuvo una tendencia creciente.

“Esta es una tendencia mundial. La migración de la telefonía a las plataformas en internet es un hecho que no tiene vuelta atrás”, remarcó Luis Rejas, que forma parte del colectivo Más y Mejor Internet para Bolivia y del Capítulo Boliviano de la Sociedad Internacional de Internet.

“Esto es parte de una tendencia global, que está acelerándose cada vez más: mover no solo los sistemas de voz a la nube, sino todos los sistemas de información”, afirmó Alberto Mariaca, director ejecutivo de Celeren y exgerente general de Microsoft Bolivia.

El sector de las telecomunicaciones, por su naturaleza, es muy dinámico y nos exige estar preparados para constantes cambios. La migración del tráfico en las redes de voz hacia las redes de datos es una tendencia mundial y significa dejar de percibir importantes ingresos. Asimismo, implica generar constantes y mayores esfuerzos de adaptación”, sostuvo María Laura Mendoza, gerente de Marca y Comunicación Institucional de Telecel (Tigo) Bolivia.

“Como compañía, estamos preparados para afrontar los cambios ya que trabajamos para consolidar una red de internet móvil moderna y robusta; situación que ha demandado inversiones constantes, tanto en recursos económicos como operativos”, apuntó.

El confinamiento fue clave

Adriano Cabalieri, gerente de Comunicación de Nuevatel (Viva), consideró a su vez que, “desde hace varios años, se vio una migración significativa por el mismo desarrollo de las aplicaciones en los celulares, que empezaron a cumplir con la función de voz a través de los datos con las llamadas y luego las videollamadas”.

“Desde el confinamiento establecido por la pandemia, también se desarrollaron mucho más las aplicaciones de telestudio y teletrabajo, como Zoom o Google Meets, aumentando la demanda de los usuarios por el acceso a internet a través de datos”, aseveró.

Las redes de voz representaron hasta hace algunos años la principal fuente de recursos de las telefónicas, pero eso cambió con los avances tecnológicos y la migración de la preferencia de los usuarios hacia las redes de internet. “Esta situación muestra claramente el cambio de la preferencia de los usuarios del servicio móvil por otros servicios como el de datos”, indicó la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) en su Memoria Institucional. Esto se debe, principalmente, al mayor empleo de otras tecnologías y a la facilidad de adquisición y uso de terminales más avanzadas (smartphones), agregó.

Para Tigo, existen distintos motivos, entre ellos los nuevos hábitos de consumo de los usuarios, debido a la innovación de los servicios y a las formas de comunicarse. “Años atrás, la comunicación era únicamente presencial, luego vino la telefonía fija, posteriormente la telefonía móvil y muy pronto le siguió la mensajería instantánea. Estamos en la era digital y de la red de internet, en la que las llamadas de voz son cada vez menores, porque las personas, en su mayoría, optan por llamadas mediante aplicaciones móviles que solo requieren internet”.

En el caso de Viva, la reducción en el tráfico de redes de voz se ha visto contrapesada por un aumento del 40% de la demanda en su red de internet desde que inició la pandemia del covid-19.

Herramientas de transmisión

“En Bolivia, esta tendencia ha llegado más tarde que en otros países, debido especialmente a la pésima calidad de nuestras redes de internet”, sostuvo Rejas.

“¿Y a qué se debe esto? Está clarísimo, a los costos”, subrayó.
El reporte de la Autoridad de Transporte y Telecomunicaciones detalla que, entre 2015 y 2020, el MOU (el tiempo promedio que un usuario habla cada mes por teléfono celular) disminuyó de 37,9 a 17,1 minutos.

Esto significa que el rango de gasto mensual hoy está entre Bs 20,52 y 27,36 por persona, si se toma en cuenta que las tarifas básicas prepago están entre Bs 1,20 y 1,60 el minuto, en horario normal.

“Frente a los costos por minuto que tiene la telefonía celular, yo, con Bs 2 o 3, puedo tener una conexión (a internet) que me dé acceso a llamadas todo el día, sin limitaciones de tiempo ni nada por el estilo”, destacó Rejas. 

Ante esta situación, a las empresas del sector no les queda más que continuar, acelerar o profundizar su transformación de telefónicas, como inicialmente se fundaron, a empresas de telecomunicaciones, que no solo proveen servicios de redes de voz, sino también sistemas de transmisión de datos, texto,
sonido y video, entre otros.

“Esto es muy simple, hay que adaptarse a los tiempos, a la nueva realidad de las telecomunicaciones. La tecnología va avanzando y hay productos que dejan de tener utilidad. El usuario adopta lo que más le conviene y cuando un producto le deja de ser útil, pues, las empresas tienen dos alternativas: cerrar o adaptarse a los tiempos”, mencionó Rejas. 

“Las telefónicas tienen el reto de diversificarse, ofrecer servicios adicionales que tengan que ver con el canal de voz y ampliar su portafolio de soluciones, trabajando en sociedad con empresas que están ofreciendo este tipo de servicios”, sostuvo Mariaca.

“Hay telefónicas en Bolivia que establecieron alianzas con Microsoft para brindar servicios de internet y al mismo tiempo licencias de Microsoft 365, que tiene como uno de sus componentes a Teams, que posee la virtud de permitir videollamadas y armar conferencias”, ejemplificó. 

Rejas indicó que en otros países las llamadas de celular han dejado de ser un negocio y son una herramienta de marketing para captar clientela. “Te ofrecen tal ancho de banda con gigas de telefonía móvil más 1.000 minutos de llamadas gratis al mes”, contó.

Mendoza hizo notar que, en un mundo cada vez más digital, el sector de telecomunicaciones tiene una infinidad de oportunidades. Sin embargo, éstas dependen de otros factores como las regulaciones estatales, la competencia leal entre operadores, la capacidad de inversión y capacidad técnica/logística y la visión estratégica, entre otros.

“En Tigo, desde hace 30 años, apostamos por el desarrollo de las telecomunicaciones en Bolivia y lo seguimos haciendo a través de las grandes inversiones realizadas para ampliar nuestra cobertura y diversificar nuestra cartera de productos y servicios; cumpliendo con el objetivo de seguir construyendo autopistas digitales y de brindarles a los bolivianos la conectividad en sus hogares, el entretenimiento e información en sus televisores, así como el manejo de dinero electrónico a través de Tigo Money”, indicó.

Viva, por su lado, busca aprovechar esta tendencia especializándose en bolsas y planes ilimitados de navegación, que se adecúan a las necesidades de cada cliente. “Tenemos una oferta muy completa de 17 bolsas rediseñadas para mejorar la experiencia de nuestros clientes”, destacó Cabalieri.

Entretanto, la predilección del uso de redes de internet antes que el empleo de las líneas de telefonía celular se profundizará, pero el servicio móvil no desaparecerá, según los operadores.

“Tenemos claro que la tendencia de nuestros clientes es inclinarse por acceder a nuestros planes ilimitados de datos que son muy valorados. Pero esto no implica que dejen de utilizar por completo el servicio móvil con nuestras redes de voz, ya que algunos de nuestros clientes requieren realizar llamadas formales para trabajo, para contactarse con teléfonos fijos y para hablar en lugares más alejados imposibilitados de acceder a redes 3G, 4G y LTE”, explicó Cavalieri. 

“Hasta la fecha, todavía existe una amplia brecha entre la cantidad de conexiones y la cantidad de equipos celulares a las que acceden los bolivianos. El número de teléfonos celulares registrados en Bolivia supera la población del país, por lo que estamos seguros de que el servicio móvil no desaparecerá y que más bien llegará a un nivel de madurez y mantenimiento”, aseveró, por su lado, Mendoza.

Proyectó que, eventualmente, el 100% de los bolivianos contará con al menos una línea móvil para comunicarse desde su casa y cuando esté en movimiento, con llamadas o a través de internet. “Nuestra cobertura móvil seguirá creciendo en conjunto con la expansión de zonas pobladas y Tigo seguirá acercando a los bolivianos a través de la construcción de las autopistas digitales”, sostuvo.

Para Rejas, por el contrario, “el negocio de la telefonía celular está prácticamente muerto”.

“No hay vuelta atrás. En el Siglo XXI, el principal medio de telecomunicación es indiscutiblemente el internet y su uso ha hecho converger en una sola red todos los medios de comunicación, ya sea telefonía, videoconferencia, televisión, todo lo que antes eran las redes independientes”. “Es cuestión de poco tiempo. La telefonía celular tiene los días contados”, sostuvo el activista.