El BCB destacó que las cantidades proyectadas en este proceso toman en cuenta criterios como dinámica sectorial y crecimiento de la economía, para atender la demanda de material monetario durante los próximos tres años

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12 de noviembre de 2024, 15:31 PM
12 de noviembre de 2024, 15:31 PM

El Banco Central de Bolivia (BCB) informó que durante el primer semestre de 2025 y fines de 2026, pondrá en circulación nuevos billetes y monedas, con el fin de atender la demanda del público a través de las Entidades de Intermediación Financiera (EIF), efectuar la reposición gradual del material monetario deteriorado e incorporar innovaciones tecnológicas para incrementar la duración y seguridad.

De acuerdo con el ente emisor, la adquisición del nuevo material monetario se encuentra en el marco del Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 y las actividades programadas en su Plan Operativo Anual de la presente gestión.

“Debido a su naturaleza particular, estos procesos de contratación —que iniciaron en el primer semestre de 2024— tienen un elevado grado de especialización y requieren procedimientos específicos a través de licitaciones públicas internacionales, demandando de las empresas proponentes el cumplimiento de certificaciones internacionales para la impresión de billetes y acuñación de monedas, así como la definición de aspectos técnicos y logísticos de entrega en diferentes etapas”, explicó el BCB en un comunicado difundido la tarde de este lunes.

A su vez, explicó que una vez que los procesos concluyan, se tiene previsto que las primeras entregas se realicen durante el primer semestre de 2025 y que culminen a fines de 2026. “Esta tarea se enmarca en las atribuciones constitucionales del BCB, la Ley N° 1670 y el Decreto Supremo N° 0181 de Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios (NB-SABS) bajo principios de transparencia y que son publicados en el portal del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes).

Finalmente, el BCB destacó que las cantidades proyectadas en este proceso “toman en cuenta criterios de banca central empleados a nivel mundial, dinámica sectorial, poblacional, crecimiento de la economía, contingencias y patrones de pago, entre otros, para atender la demanda de material monetario durante los próximos tres años.