Según Concabol, la caída de valor debido a la sobreoferta y el no retiro de etanol de los ingenios, por parte de YPFB, profundizan la iliquidez de los productores. Así, plantean exportar el 30% del excedente de producción que estiman rondará los 12 millones de quintales de azúcar

19 de octubre de 2020, 20:09 PM
19 de octubre de 2020, 20:09 PM

En la recta final de la zafra cañera -hasta septiembre se registra un 72% de avance de cosecha de las 164.416 hectáreas- el eslabón primario del complejo productivo de la caña de azúcar (cañero) plantea al Gobierno la exportación del 30% de la producción de azúcar procesada en la presente gestión y cumplir los compromisos pactados de compra de etanol, a través de la estatal YPFB, para dar un respiro al sector que, según el presidente de la Comisión Nacional de Productores Cañeros de Bolivia (Concabol), Óscar Alberto Arnez, sufre un estrangulamiento económico.

Trae a colación que reciben entre Bs 110 y 120 por quintal de azúcar y que este valor juega en contra de la economía sectorial. Refiere que la sobreoferta de azúcar y competencia de precio que existe en el mercado local derrumbaron los valores. Habla de al menos 5.000 pequeños cañeros de Santa Cruz en riesgo de desaparecer y perder su patrimonio, tierra, maquinaria agrícola y otros bienes materiales embargados, como garantía, en entidades del sistema financiero.

Por esta razón, Alberto dijo que el sector plantea dar vía libre a la exportación de un 30% de la producción de este año. Hasta septiembre la zafra registró un avance de 72%; es decir, se cosecharon 119.886 hectáreas de las 164.416 hectáreas cultivadas en Santa Cruz. En dicho periodo, se molieron más de 6,2 millones de toneladas de caña que equivalen a 8.304.427 quintales de azúcar.

Este volumen producido representa el 92,2% del consumo nacional, proyectándose hasta el cierre de la zafra una producción global de entre 11 y 11,5 millones de quintales de azúcar. "El 30% que pedimos exportar es el excedente (unos 3 millones de quintales de azúcar). La seguridad de abastecimiento del mercado interno está garantizada y lo que se pretende es salvar la economía sectorial", puntualizó el líder de Concabol.

El incumplimiento de contrato y retraso en el retiro de alcohol anhidro de los ingenios, por parte de YPFB, es, según Alberto, otro factor que genera incertidumbre productiva y financiera en el sector.

“La única forma que vemos de aliviar la economía y salvar al sector cañero es acelerando la exportación de excedente de azúcar y que YPFB cumpla los compromisos de compra y retiro de etanol. Lo contrario será acelerar la migración de cañeros a otros cultivos o que las tierras productivas cañeras terminen siendo alquiladas al mejor postor”, afirmó el dirigente.

Desde la Unión de Cañeros Guabirá, su presidente Alcides Córdova cree necesario exportar el excedente de azúcar de este año (30% de la producción total) para desahogar los depósitos y balancear la caída de precios del ‘grano blanco dulce’ en el mercado local.

Fuera de la reserva de garantía para el consumo nacional, calcula un sobrante de 3 millones de quintales de azúcar para exportar.

Córdova afirmó que el sector invirtió para incrementar producción y rendimiento en campo, pero necesita certidumbre porque alega que les "endulzaron" los oídos con el proyecto de los biocombustibles que no despega ni avanza en el ritmo deseado por el sector. Aclaró que ya se firmó contrato por 70 millones de litros de etanol, pero que aún falta protocolizarlo.

En agosto, en Santa Cruz, la presidenta Jeanine Áñez presentó el Plan de Reactivación Económica Agroindustrial, cuyo propósito anunciado es la generación a través de la producción del ‘combustible verde’ de al menos 10.000 empleos. Ese mes, se dijo que el Gobierno proyecta la compra de 200 millones de litros de alcohol anhidro hasta mayo de 2021.

Datos divulgados por el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, dan cuenta de que Bolivia anualmente importa de países vecinos hasta 2.000 millones de litros de gasolina. La autoridad remarcó que un 10% de ese volumen será reemplazado con la producción de biocombustible.

A decir del gerente general de la Federación de Cañeros de Santa Cruz, Federico Martínez, la producción de alcohol anhidro para su adición a la gasolina es el más importante proyecto para aumentar cañaverales y producción de caña de azúcar en el futuro, dado que, según dijo, permite un crecimiento sostenido del área cultivada y de la producción de caña.

Desde que se inició este proyecto hace dos años, a juzgar por Martínez, si bien aumentó la demanda de etanol por parte de YPFB, se encuentra por debajo de los niveles proyectados y de los acuerdos suscritos. “Esta situación afecta el funcionamiento del complejo productivo de la caña de azúcar, pues el crecimiento de la superficie cultivada en los últimos años estaba destinada a la producción de etanol”, puntualizó.

Desequilibrios

El sector afronta una sobreproducción de azúcar, con precios bajos internacionales, con un mercado de alcohol que tuvo unos pocos meses de precios atractivos, pero hoy retornó a la realidad de precios estándar. Deducen que el consumo de azúcar y de etanol en el mercado nacional registrará una disminución en cuanto a consumo. “Recordemos que el país estuvo prácticamente parado 100 días (pandemia) y el consumo industrial del azúcar también se cayó al igual que el consumo de etanol”, explicaron fuentes del sector.

Además, exponen que la crisis genera menores ingresos por tonelada para la industria, sobre todo, a los productores agrícolas que reciben el 60% del valor del producto acabado en compensación por la caña de azúcar.

Balance industrial

Desde el ingenio sucroalcoholero Aguaí, el presidente Cristóbal Roda, señaló que registran un 80% de avance de zafra, calculando concluir el 10 de noviembre este proceso productivo.

“Ha sido un buen año en cuanto a producción de azúcar y alcohol, pero no fue un año fácil”, indicó Roda, al señalar que la pandemia tocó en pleno mantenimiento de los ingenios y hubo que enfrentar un fenómeno desconocido con efectos globales desastrosos que obligaron a parar el consumo de alcohol y azúcar y también el de etanol. A ello, se sumó, fronteras cerradas paralizando también las exportaciones”, manifestó.

De acuerdo con el presidente del ingenio Aguaí, la producción nacional sectorial alcanzará prácticamente 12 millones de quintales de azúcar, de los cuales 8 millones serán destinados al mercado nacional (un millón de toneladas menos de lo normal) y 4 millones de excedentes que deberán exportarse para inyectar divisas al sector y a la economía nacional.

Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las operaciones de intercambio comercial del sector industrial azucarero a mercados de exportación reflejan un desempeño positivo. En el periodo enero-agosto del presente año, Bolivia exportó 75.160 toneladas de azúcar por valor de $us 27.880.657. En volumen y en valor, representa un crecimiento del 18% y 16%, respectivamente, comparado con igual periodo de la gestión 2019. Colombia, Perú, EEUU, Ecuador y Venezuela son los principales mercados de destino de la producción nacional.

En lo referente a la producción de alcohol, Roda estima una producción de 230 millones de litros, de los cuales se destinarán unos 80 millones a los biocombustibles; es decir, para mezcla con gasolinas. “El excedente seguirá con destino a Europa o países de la región, también para aportar divisas al país”, acotó.

En el caso de exportación de alcohol, de enero a agosto de este año, de acuerdo con el IBCE, el sector azucarero concretó la venta de 68.759.827 litros y facturó $us 43.251.292. Chile, Países Bajos, Perú, Suiza, Colombia, Uruguay, Argentina, Ecuador, Paraguay e Italia absorben la oferta exportable con sello boliviano.

Roda anotó que los ingenios azucareros acaban de firmar con YPFB los contratos de provisión de etanol para 2020. “Posibilitará la venta de mayores volúmenes de gasolinas con mezcla de etanol; es decir, un biocombustible hecho en Bolivia, de fuentes renovables y producido por cambas, collas y chapacos. Recordemos que Bolivia importa el 50% de sus requerimientos de gasolina y diésel”, dijo.

A decir del presidente del ingenio azucarero La Bélgica, Rodrigo Gutiérrez Fleig, la zafra avanza dentro de los parámetros normales, pero el rendimiento de la caña por la extrema sequía no acompaña las perspectivas de producción. “La caña está sin mucho jugo y el nivel de sacarosa es bajo”, puntualizó.

El máximo ejecutivo de La Bélgica señaló que tuvieron un atraso en el montaje de la planta los primeros cuatro meses de la pandemia (de marzo a julio).
“Recién se emprendió la construccion del tanque de 12 millones de litros de etanol para poder vender a YPFB. La planta alcanza un 90% de avance de obra”, explicó.

En la presente semana, el ingenio azucarero Guabirá renovó la presidencia del directorio, cuyo nombramiento recayó en Carlos Rojas Amelunge. En la despedida y bienvenida a su sucesor, el presidente saliente Mariano Aguilera afirmó que la factoría montereña goza de buena salud financiera y excelente relación con los organismos de financiamiento. Resaltó que en la última gestión se logró un récord de molienda por día, un crecimiento en la producción que permitió mejorar los estándares tradicionales de ventas.

Aguilera habló de que la apuesta tecnológica en su gestión permitió a los cañeros de Guabirá alcanzar mayor eficiencia productiva.

El nuevo presidente dará a conocer su plan de trabajo el miércoles, día que se dice compartirá anuncios importantes para el país.