Las divisas digitales ganan, cada vez más, un mayor reconocimiento y son consideradas una opción válida para obtener más rentabilidad. En el país, tímidamente, pequeñas empresas apuestan por esta alternativa

9 de enero de 2022, 10:03 AM
9 de enero de 2022, 10:03 AM

Divisas digitales, criptomonedas, contabilidad digital, son conceptos de uso cada vez más habitual y que forman parte del metaverso financiero, en donde el blockchain (cadena de bloques) es el ser supremo que escapa a tiempo y espacio y guía el comportamiento de estos recursos digitales.

Es en este escenario donde se van desarrollando las criptomonedas. Pero, ¿qué son? una criptomoneda o criptoactivo, es un medio digital de transferencia de valor que utiliza algoritmos criptográficos que son ejecutados en internet sobre una red de nodos (computadoras) descentralizada. Esta red es conocida como blockchain, explica Álvaro Guzmán, consultor en Transformación Digital, gerente de Connaxis Bolivia y activista Blockchain.

Guzmán detalla que la primera red blockchain nace en 2008 y con ella aparece Bitcoin o BTC, el criptoactivo de mayor capitalización financiera, que según Guzmán, al 7 de enero de 2022, cotiza $us 43.521 por cada Bitcoin con una capitalización financiera superior a $us 800.000 millones.

Para conocer el origen de las criptomonedas debemos remontarnos a 2008. La crisis financiera de EEUU estaba en su apogeo.
Los bancos estaban en problemas debido al bajo valor de la moneda y al recorte en las tasas de interés. Los gobiernos se vieron obligados a rescatarlos, obviamente con el dinero de los contribuyentes y, como se puede suponer, esto devaluó aún más la oferta de dinero existente.

Fue durante esa época que un hombre conocido como Satoshi Nakamoto se inspiró y planteó otro universo paralelo al sistema financiero tradicional
, hace notar César Corvera, CEO de PagoFácil Bolivia y especialista en pagos digitales.

Tipos de monedas digitales


A partir del nacimiento del Bitcoin, al ser tecnología construida bajo la filosofía de “código abierto”, cualquier persona puede descargar el código y crear su propia red blockchain y su respectivo criptoactivo.

Esto, de acuerdo con Guzmán, ha generado una explosión de proyectos desde el 2010 en adelante, existiendo actualmente miles de criptomonedas con valores altamente variables. Ethereum (ETH), Binance (BNB), Cardano, (ADA), Polkadot (DOT), Theter (USDT), Dogecoin (DOGE) son algunos de los principales criptoactivos que millones de usuarios utilizan e intercambian a diario.

Kathyuska Cueto, ingeniera comercial, considera que las principales características de este tipo de monedas es que son el activo digital más joven, nacen al mercado en 2008.

Emplean un cifrado criptográfico que garantiza su titularidad. No requieren intermediarios en sus transacciones. Su control y transacciones se realizan en una base de datos contable abierta llamada blockchain y al ser virtuales se almacenan en monederos digitales y/o exchanges de cambio.

Cueto señala que la fortaleza, de las monedas digitales reside en la rapidez de las operaciones, pudiendo realizar transferencias desde Bolivia a cualquier lugar del mundo en minutos, lo que no sucede en el sistema tradicional.

Otra de las virtudes es que las criptomonedas están descentralizadas y van de persona a persona, por lo que no hay costos de operación o comisiones a pagar. Gracias a su emisión limitada y controlada no es sensible a la inflación como el dinero en papel.

Sin embargo, Cueto hace notar que, a pesar del avance, las criptomonedas no son universalmente aceptadas. La exposición a estafas, especialmente en los países donde no existe educación e información adecuada, es otro aspecto negativo. El riesgo de los hackers cuando no se tienen protegidos los activos, también es una debilidad. La baja confianza, pues no sirve, ni es aceptada como garantía y la alta volatilidad, en su valor, son riesgos que se deben tomar en cuenta, según Cueto.

¿Garantías al invertir?

Antes que nada, a la hora de invertir debe saber que el valor económico de las criptomonedas no es emitido por ningún Estado o banco. Las inversiones en este tipo de monedas no están reguladas ni respaldadas por el Estado. No basan su valor en activos o reserva de bancos centrales de países. Su valor fluctúa de acuerdo a como se va moviendo todo el sistema de blockchain.

Las monedas almacenadas en línea no tienen las mismas protecciones que el dinero depositado en banco. Por ejemplo, si nosotros almacenamos, en una cartera digital, varias criptomonedas que nos da una empresa, pero esta cierra o es hackeada es posible que el Gobierno no pueda actuar ni recuperar nada, resalta César Salamanca, CEO de Digital Gen, empresa de desarrollo de estrategias digitales en comunicación y marketing.

Salamanca remarcó que las inversiones en monedas digitales no tienen las garantías tradicionales.
En donde el valor de las mismas es fluctuante. Cambia cada hora. Su valor baja y no hay una garantía de que vuelva a subir.

“Todo aquel que ofrece y garantice una ganancia o dividendos, simplemente es un estafador. Antes de destinar sus recursos debe conocer cómo se mueve este sistema”, alertó Salamanca.

Ante este panorama ¿cuál es el futuro de las criptomonedas? Corvera cree que es muy difícil saber qué nos depara el futuro durante los próximos 10 años.
Pero considera que es casi seguro que las dividas digitales prevalecerán en los sectores en los que sean útiles y aporten un valor añadido real.

Cuando las tareas se realizan de forma económica, rápida, automática, sin la posibilidad de alterar nada y crear un sistema que no pueda ser atacado por piratas informáticos, entonces no habrá razón para que se sigan utilizando tecnologías falibles como las que se usan en la actualidad, precisó Corvera.

¿En Bolivia se las usa?

Las transacciones de las criptomonedas están prohibidas por el Banco Central de Bolivia (BCB); sin embargo, hay algunas pequeñas empresas nacionales que se arriesgan y apuestan por las criptomonedas que en palabras de Corvera son el futuro, a pesar de las restricciones que hay en la actualidad.

PagoFácil Bolivia, es una de las empresas que desde el próximo mes empezará a recibir criptomonedas como forma de pago. Saben que la apuesta es alta, pero a pesar de las prohibiciones quieren ser uno de los primeros en subirse a esta ola tecnológica y no los últimos.

Corvera explica que aceptan el reto de recibir criptomonedas, pero aclara que el pago a las diferentes empresas con las que trabajan seguirá siendo en bolivianos.

“Hay muchas empresas bolivianas que de manera silenciosa ya usan las criptomonedas. Es una realidad que no se puede evitar”, dijo el ejecutivo.

Salamanca subrayó que el país y sus normas se deben adecuar a este nuevo escenario digital que cada vez gana mayor espacio en la economía real.