La crisis que atraviesa el país está cambiando los comportamientos de consumo de los bolivianos que buscan ahorrar y hacer rendir mejor el dinero. El poder adquisitivo disminuye y las marcas también se adaptan

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11 de junio de 2024, 11:15 AM
11 de junio de 2024, 11:15 AM

La permanente escalada de precios de los productos en los mercados bolivianos, están llevando a las familias a buscar opciones que permitan comprar las mismas cosas, pero con un dinero que vale menos. En esa búsqueda, los encargados de las compras en la familia, están reemplazado marcas o buscando empaques más económicos, para lograr un mejor rendimiento del dinero.

Eso está demostrado en el Análisis de tendencias del consumidor boliviano de la firma Kantar Worldpanel Division Bolivia, al que tuvo acceso EL DEBER, de forma exclusiva. La muestra para el estudio representa a más de 1 millón de hogares durante el primer trimestre de 2024.

De acuerdo con los resultados (ver gráfico), el 50% de los compradores bolivianos tiene que planificar sus compras y restringir algunos gastos para poder cubrir sus principales necesidades. Otro 20% indicó que tiene una ‘situación financiera cómoda’ y logra comprar la mayoría de las cosas que necesita en el hogar, mientras que el 15% manifestó que todo el ingreso está destinado para los gastos de mes y “no le sobra nada” de dinero.

En ambos extremos, está un 10% que dice que los ingresos no son suficientes para cubrir los gastos del hogar, que tienen una ‘situación financiera esforzada’ y un 6% que manifiesta no tener restricciones financieras.

Alejandra Collao, gerente de Desarrollo de Clientes de Kantar  Bolivia, indicó que hoy en día los consumidores bolivianos están adaptando sus comportamientos de compra para enfrentar los desafíos económicos actuales. 

La disminución en el consumo de marcas premium y categorías de productos no esenciales sugiere una adaptación significativa en las formas de compra. Esta tendencia refleja una priorización de los gastos hacia productos y marcas que cubran las necesidades básicas, así como una búsqueda activa de opciones más económicas y convenientes” destacó.

Del mismo modo, mencionó que las marcas importantes pueden estar más protegidas en canales de venta tradicionales como tiendas de cercanía al hogar, pero aún enfrentan desafíos para ofrecer propuestas que se ajusten al presupuesto del hogar. “La competencia se intensifica con la aparición de marcas emergentes que pueden ofrecer alternativas más económicas”, señaló Collao.

También subrayó que existe una vulnerabilidad de la lealtad del comprador hacia sus marcas preferidas en el mercado tradicional, mientras los minimercados y agencias específicas están ganando terreno en la elección del consumidor. “El precio también juega un papel importante en la decisión de compra en estos establecimientos”, agregó.

En cuanto a los supermercados y compra moderna o de autoservicio, enfrentan desafíos para generar espacios atractivos que incentiven visitas más frecuentes. “El panorama del mercado boliviano está marcado por una búsqueda activa de beneficios adicionales por parte de los consumidores, una competencia intensa entre diferentes canales de compra y una creciente disposición a explorar opciones más económicas y cercanas”, señaló Collao.

Compradores

La producción

Jorge Román, gerente de División Comercial de la industria alimenticia Sofía, apuntó que se siente una mayor preferencia por los formatos de menor desembolso, lo que implica que, en el mercado, se percibe que los productos más baratos son los que tienen más demanda. “En ese contexto, hemos constatado que existe una preferencia por las marcas Sofía, debido a los estándares con los que trabajamos y la calidad que aportamos para llegar a las mesas de las familias del país”, resaltó.

Román indicó que el pollo es la proteína básica más barata y, por tanto, siempre será la primera opción en la preferencia de las familias bolivianas. “Si bien Sofía, además de carne de pollo, produce carne de cerdo, es importante entender que, la carne de cerdo, sigue siendo un producto de consumo para fines de semana u ocasiones especiales, mientras que el pollo es de consumo casi diario”.

Al mismo tiempo, el ejecutivo agregó que Sofía lanzó su oferta de huevos en la red troncal del país, como una nueva opción de fuente de proteínas. “De esta manera, damos una nueva opción, que permite a las familias del país acceder a un producto saludable, garantizado y al alcance de su bolsillo”, añadió.

En otra de las industrias de consumo masivo, PIL Andina, su gerente Legal e Institucional Javier Basta, sostuvo que muchos productos se han encarecido y los costos de producción y de la materia prima se han elevado, principalmente aquellos provenientes del exterior. Así también, de manera general, las familias enfrentan una reducción de sus ingresos y con esto su poder adquisitivo.

En tal sentido, Basta destacó que, dentro de su portafolio, los consumidores pueden encontrar alimentos lácteos Bonlé, enriquecidos con vitaminas A y D3, con precios más asequibles, manteniendo la calidad en toda la cadena productiva. “Como industria de alimentos, PIL Andina, ha intensificado la oferta de yogures y bebidas lácteas específicas para consumidores que prefieren alternativas nutritivas, que se pueden encontrar en más de 60.000 puntos de venta distribuidos en todo el país”, dijo el ejecutivo.

Esto recién comienza 

Para Juan Carlos Jara, gerente de país de Zoomin, empresa especialista en investigación de mercado, es evidente que el país atraviesa por una crisis económica que ya tiene un claro impacto en los precios de los productos, mientras que las empresas tienen serias dificultades para conseguir dólares para cubrir las importaciones de materias primas, alimentos, medicamentos o repuestos.

“Con esto en mente podemos entender claramente por qué los precios de los productos están experimentando incrementos importantes”, aseguró Jara.

En ese sentido, el experto remarcó que el consumidor recién empieza a ver los cambios. “Esto va a continuar agravándose y golpeando cada vez más el bolsillo del consumidor. La billetera le alcanza para menos cosas, consecuencia de eso, tienes a un consumidor que sale a buscar sus productos de primera necesidad atravesando por diferentes procesos de decisión en su árbol”, dijo.

De acuerdo con Jara, los cambios de precios van desde el 5% hasta el 100% en algunos productos como se ha visto con el tomate.  “Vas a encontrar ese consumidor tratando de protegerse, incrementando sus deudas, la mora va subir, va a ser una cadena. Hoy día la tienda de barrio, el puesto en el mercado está recibiendo productos más caros y transfiriendo precios al comprador, algunos sacrificando margen de ganancia”, aseveró el gerente de Zoomin.