Feria mundial de celulares fue un retorno al pasado

Si hay una palabra con la que se pueda describir al  Mobile World Congress (MWC) 2017, realizado la semana pasada en Barcelona, es nostalgia. Y es que marcas como Nokia y BlackBerry han echado mano de su rico pasado para encomendar su futuro.

 El Nokia 3310 es un teléfono clásico que busca seducir a aquellas personas que no quieren complicarse demasiado la vida con un smartphone. Al igual que sus antepasados de principios de siglo, el 3310 es casi indestructible y su batería dura varios días. Su precio en el mercado superará los $us 50.  

BlackBerry, que alguna vez fuera sinónimo de productividad, quiere reconquistar parte del mercado con su smartphone KEYone. El dispositivo cuenta con sistema operativo Android 7.0, una pantalla de 4,5 pulgadas, cámara de 12 megapixeles con sensor Sony y un teclado físico.    

Hay una frase que dice: “Si algo no está roto, no hay para qué arreglarlo”, y de esto parece haber aprendido LG. La firma surcoreana ha dejado atrás su apuesta por los teléfonos modulares de su G5 y ha vuelto a los dispositivos de un solo cuerpo con su G6, el cual tiene una pantalla de 5,7 pulgadas que integra una relación de aspecto de 18:9.    

Por el número uno
En los últimos años, Huawei ha obtenido el liderazgo en varios mercados y su nuevo P10 llega para reforzar esa posición y tratar de volverse global. El dispositivo hereda el SoC del Mate 9 y cuenta ahora con un procesador Kirin 960 y  un GPU Mali G71. 

En su propia liga
Sony, que sigue en su particular batalla por no perder terreno en el mercado de los smartphones, espera por fin encontrar un hueco en la gama alta o gama media premium con su Xperia XZ Premium. El artefacto puede grabar videos en cámara lenta a 960fps.
  
Nueva tableta
A falta del Galaxy S8 (se presentará el 29 de marzo), una tableta fue la táctica de Samsung para impactar en el MWC. La Galaxy Tab S3 tendrá 9,7 pulgadas. Su batería de 6.000 mAh ofrecerá hasta 12 horas de consumo