Alza del valor del maíz y el sorgo, esenciales en la ración animal, se disparan y arrastran a la subida del precio del afrecho de arroz y de trigo. La sequía compromete y amenaza la disponibilidad de sorgo y otros granos

26 de junio de 2022, 4:00 AM
26 de junio de 2022, 4:00 AM


La disparada del precio del maíz en los mercados tradicionales de Santa Cruz no solo incide de manera negativa en la producción avícola (pollo y huevo), porcina y lechera, también pone en aprieto a los productores que se dedican al engorde de ganado bovino bajo el sistema de confinamiento. Productores develan que la subida del valor del grano amarillo, así como del sorgo, y otros insumos que aportan nutrientes y energía en la ración animal, han encarecido de 50 a 60% los costos de producción. 

De acuerdo con Carlos Yambatuy Ríos, asesor en ganadería de carne, el maíz es el grano ‘rey’ en cuanto a calidad energética para la nutrición animal. “No solo la subida de precio, la escasez de este insumo valioso para la producción han hecho que se tenga que reducir la cantidad de animales frente la incertidumbre de conseguir este insumo para la alimentación de los animales confinados”, puntualizó. 

Relievó que el año pasado el costo del quintal de maíz en estas mismas fechas era de Bs 47 y hoy, en los confinamientos, se trabajan con un grano que se cotiza a Bs 101 el quintal. “Ha subido más del 100%, dentro de los costos de producción en confinamiento la nutrición es un 80% y el grano de maíz representa de 75 a 80% de los insumos de la ración, esto ha hecho que los costos de producción suban entre un 50 y un 65%, por lo que inviabiliza el negocio”, manifestó Yambatuy. 

Hizo notar que el maíz es la principal fuente energética utilizada en la nutrición de bovinos en confinamiento, y es más del 80% de la ración nutricional.

A decir del productor ganadero y socio de Agropecuaria Hermanos Díaz y expresidente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), Alejandro Díaz, el estado de situación de los productores que se dedican al engorde de ganado es muy complicado, agravado por la escasez y la subida sostenida del precio del maíz (Bs 110 el quintal) y ahora del sorgo (Bs 90 el quintal) y del afrecho de arroz (Bs 60 el quintal), cuyo último insumo es usado como sustituto de otros ingredientes en ración alimenticia del ganado. 

Aclaró que dichos insumos duplicaron su valor un 100%, con relación al año pasado, en esta misma época. La volatilidad del precio de los granos y otros insumos esenciales en el concentrado alimenticio de los animales, según dijo, hizo que los costos de engorde de ganado en confinamiento se incrementen entre un 50 y un 60%. 

Expuso que encima que no hay maíz y si se pilla está caro, el contexto productivo de los confinadores está amenazado por las proyecciones de baja productividad de sorgo, cultivo castigado por una prolongada sequía en la zona este, polo de desarrollo de la producción de ganado en confinamiento. “El riesgo de una helada en julio, cuyo efecto fue funesto el año pasado, es otro factor de incertidumbre”, manifestó Díaz. 

Con todo ello, relievó que el engorde de ganado, a diferencia de la producción avícola que se ahoga al pollo BB para reducir la carga animal en los galpones, eso no ocurre en esta actividad pecuaria, por lo que los confinadores se han adaptado a la realidad de precio para garantizar que no falte la carne bovina en la mesa de los bolivianos. 

Juan Manuel Jiménez, propietario del confinamiento Cañuela, indicó que la escalada del precio del maíz y otros insumos ha llevado a un incremento en los costos diarios de 40 a 60%, porcentaje que varía dependiendo de la disponibilidad de subproductos como afrecho de arroz o cascarilla de soya, en determinados momentos.

Hizo notar que los costos promedios diarios se encarecieron de Bs 13 a 20, por cabeza de ganado. 

“Estos incrementos nos obligan a ser más cautos a la hora de ingresar ganado en la modalidad de confinamiento. Entre los meses de abril, mayo y junio tuvimos que parar la cadena productiva debido a la subida de precio de los granos y la baja demanda de carne que nos obligó a parar la operación esperando la cosecha de invierno para reactivarnos”, apuntó Jiménez. 

El presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Adrián Castedo, en una red televisiva local manifestó que la escasez y alto precio de maíz está afectando a los centros de confinamientos, donde anualmente se engordan un promedio de 200.000 cabezas de ganado bovino. 

Estimó que en los confinamientos de Santa Cruz se consume un promedio de 70.000 toneladas de maíz y 95.000 de sorgo. Actualmente hay producto a un precio mayor y probablemente va haber una menor compra de esos granos.
“Por el alza del precio del maíz algunos productores no han cargado la misma cantidad de animales. En el mediano y largo plazo lo que necesitamos es que se pueda sembrar variedades de maíz resistentes a la sequía”, indicó Castedo. 

Planificación de cultivos

Desde la Asociación de Engordadores de Novillos (Asoden), el presidente Javier Velarde, manifestó que el panorama de los 100 afiliados a este sector es de ‘altísima preocupación’, dada la coyuntura actual de altos precios del maíz y el sorgo y de otros alimentos complementarios en la ración animal como el afrecho de arroz y de trigo, que, según él, sus valores han trepado de forma exponencial. 

Velarde mencionó que con los precios actuales de los granos la actividad de engorde de ganado se ha tornado inviable. Evitó dar un porcentaje del impacto de esta variable en los costos de producción del engorde, pero referenció, como ejemplo, que el valor promedio de un quintal de concentrado -suplementos para complementar los nutrientes que los forrajes no contienen- escaló de Bs 75 a 123.

Fuera de ello, a decir de Velarde, preocupa el déficit hídrico en la Chiquitania donde, en algunas zonas de engorde de ganado, no llueve desde hace más de 100 días, lo que compromete la disponibilidad de sorgo. En este contexto, reparó en la política estatal de incentivo a ciertos tipos de cultivo, sin planificar la necesidad y demanda del mercado. Hizo notar, por ejemplo, que en este invierno muchos productores de sorgo dejaron cultivar este grano y migraron al trigo atraídos por el precio. 

“Mire usted, la sequía tiene comprometidos ambos sembradíos y la disponibilidad de estos granos en el mercado está en riesgo. Hace falta una política agropecuaria donde se aplique incentivos a la siembra de cultivos acorde a la necesidad de cada sector productivo para generar certidumbre, evitar alza de precios y no poner en peligro la seguridad alimentaria”, puntualizó Velarde. 

En sintonía con el dirigente ganadero, varios productores de maíz y sorgo consultados, entre pequeños, medianos y grandes, hicieron notar que la incidencia de afectación por sequía y también por helada en los cultivos de invierno, principalmente maíz, trigo, soya y sorgo, es representativa. 

Pronósticos negativos

Según el experto en agrometeorología, Luis Alberto Alpire, el ingreso formal del invierno, el martes, coincide con una semana de fuertes vientos del norte y temperaturas altas que prevalecen en todo el departamento de Santa Cruz, presagiando un invierno prolongado e implacable, básicamente en la segunda quincena de julio y parte de agosto, trayendo consigo la posibilidad de una sequía anticipada, muy perjudicial para el sector productivo. 

“Lamentablemente, esta situación originada esencialmente por el cambio climático, se presenta recurrentemente todos los años, afectando a todo el sector agropecuario y, en particular, a los soyeros que anualmente dejan de cosechar 500.000 toneladas. Igual situación, sufren los productores de maíz, que este año por bajos rendimientos y estrés hídrico, refleja un faltante de más de 300.000 toneladas para satisfacer la demanda de los productores de pollos, huevos, cerdos y leche, alimentos básicos de la canasta familiar”, anotó.

Granjas porcinas se deshacen de animales y cae la producción lechera

El desbalance en la oferta y la subida del precio del maíz en los mercados tradicionales de Santa Cruz deja ‘cicatrices’ en la producción porcina y lechera. Así, desde la Asociación Departamental de Porcicultores de Santa Cruz (Adepor), Jorge Méndez, insinuó que un crecimiento de producción inusual hace presumir lo que el sector advertía hace ya mucho tiempo. Anotó que, entre enero y abril de este año, el sector registró una producción promedio de 36.000 cerdos, cifra que en mayo se disparó a 46.000 animales.

A deducir por Méndez, este ascenso es la prueba irrefutable de que muchas granjas porcinas han comenzado a deshacerse de sus animales porque no lograron equilibrar sus costos de producción, debido a la crisis y subida del precio del grano amarillo.

Considera que la escalada de valores en más del 50% de insumos importados, tales como vitaminas, minerales y aminoácidos, incidió en la decisión de los productores.

Desde la Federación de Lecheros de Santa Cruz (Fedeple), Mauricio Serrate, afirmó que el balance sectorial es preocupante, dado que los altos precios del maíz (de Bs 105 a 120 el quintal) y el sorgo (de Bs 80 y 83 el quintal) llevó a muchos productores a disminuir la ración, un kilo por animal, para reducir costos. Esta medida, según él, incidió en la caída de la producción, en un promedio de 50.000 a 60.000 litros de leche por día. El kilo de queso escaló a Bs 32.


Tags